Fomentar la ampliación de los meses de lactancia y generar responsabilidad compartida entre madre y padre en el cuidado del recién nacido son los ejes centrales de la ley que creó el permiso postnatal parental, promulgado en 2011. Esta normativa duplicó el descanso maternal, el que llegó a 24 semanas y permitió a la madre traspasar parte de su licencia maternal al padre trabajador.
A siete años de su entrada en vigencia, las cifras regionales sobre estos dos objetivos son dispares. La norma tuvo un impacto positivo en el amamantamiento, ya que se aumentó el número de mujeres que lo hacen hasta los seis meses. Se pasó de un 47,7% en 2010 a un 58,2% el año pasado. No obstante, la ley no ha significado que exista una corresponsabilidad por parte de los hombres.
Los datos aportados por la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) son claros: desde 2011 se han registrado sólo 140 traspasos a hombres, es decir, el 0,22% del total de permisos de postnatal parental iniciados, que alcanza los 63.243, incluidos los tomados por las mujeres.
CULTURAL
El superintendente de Seguridad Social, Claudio Reyes, sostuvo que es una cifra baja, pero que es similar a la que han vivido otros países que la pusieron en práctica antes que Chile. Contó que en Suecia "las cifras en los primero 10 años de la norma no eran muy superiores a lo que tenemos nosotros. Esto tiene que ver con una evolución cultural de los roles por género".
Suecia actualmente otorga un permiso de 16 meses, de los cuales al menos 60 días deben ser asumidos por el padre, mencionó Reyes.
El superintendente expuso que culturalmente se sigue asignando a la mujer el rol del cuidado de los hijos y aseguró que eso también se refleja en la ley Sanna (seguro obligatorio para los padres y madres trabajadores de niños y niñas afectados por una condición grave de salud), la que también apunta a la corresponsabilidad.
"Los porcentajes son mayores a los que vemos en el postnatal parental, pero sigue siendo la madre la que asume el rol del cuidado", declaró.
Consuelo Herrera, socióloga de la ONG Amaranta, expuso que el poco uso del permiso en hombres se debe efectivamente a que no se logra asumir un trabajo doméstico compartido.
"Eso se refleja en la encuesta Uso del Tiempo (Enut) de 2015, que establece que las mujeres, en promedio, tienen 3 horas más de trabajo doméstico que los hombres y que están relacionados con realizar sus tareas, vestirlos, además de hacer las cosas de la casa (...) Los hombres aún no consideran necesario su involucramiento dentro de la paternidad", expuso la socióloga.
A este problema cultural, Reyes sumó la falta de información que hay sobre la norma, pues aseguró que hay muchos hombres que no saben que la madre puede traspasar parte de su permiso al padre, y a que existe miedo en los hombres de perder sus empleos por utilizar este beneficio.
"Debe haber más voluntad de las empresas para que el permiso tengan mayor utilización", mencionó al respecto.
EDUCACIÓN
El superintendente de Seguridad Social contó que incrementar la corresponsabilidad a través del traspaso de permisos parentales a los hombres estará dado en el trabajo comunicacional y educacional que se realice. Aseguró que es importante informar que el beneficio que se otorga para que el padre se involucre al igual que la madre, ayuda a que una sociedad mejore.
"Una sociedad tolerante, donde se respetan las minorías, no se construye desde la escuela sino que desde el inicio de la vida. Se ha determinado que el apego en la etapa más vulnerable de la vida, de parte del padre y de la madre, contribuye a ese objetivo", sostuvo Reyes.
Para la socióloga de la ONG Amaranta, Consuelo Herrera, la responsabilidad compartida debe pasar por una ley de postnatal específico para los hombres, que garantice su participación en la crianza de los hijos.
"No debiese ser que la madre tenga que dar parte de sus días, porque es parte del apego y considero que por eso muchas mujeres no quieren cederlo", expresó Herrera.