Rendición del Simce reaviva conflicto entre escolares y autoridades
Un grupo de alumnos del Liceo Enrique Molina Garmendia de Concepción realizó un paro de casi una hora durante la mañana de este martes. Otro grupo de estudiantes secundarios, de distintos establecimientos de la intercomuna, marcharon por las calles del centro penquista, en una convocatoria que terminó con incidentes menores en el Barrio Universitario.
Estas acciones estuvieron motivadas por la misma intención: exigir el fin de las pruebas estandarizadas y solicitar a los escolares de segundo medio que no rindan la prueba Simce, programada para hoy y mañana.
Las autoridades manifestaron su preocupación por lo ocurrido y llamaron a todos los alumnos del nivel a rendir la evaluación, como una señal clara para tener un diagnóstico de la realidad que vive cada establecimiento en materia de calidad de la formación entregada y el aprendizaje logrado por los alumnos.
CUESTIONAMIENTOS
Alen Arancibia, vocera de la Federación de Estudiantes Secundarios (Fesec), explicó que se exige el fin de las pruebas, ya que "solo manifiestan el lucro y nos convierten en cifras, para darle mayor valor a un liceo sobre otro, extendiendo la brecha que existe en el sistema".
Felipe Arroyo, vocero de la Coordinadora Secundaria Popular (Cosep), añadió que las pruebas estandarizadas miden "indicadores económicos, además de temas como la asistencia a clases. No se está pensando en lo que verdaderamente importa, como la precarización del aula, en malas condiciones, y eso no es hablar de una educación de calidad".
Ambos dirigentes llamaron a no rendir las pruebas Simce de Lectura, Matemáticas y Ciencias Naturales. "Esta semana nuestros compañeros rinden el Simce, y llamamos a no darlo como señal de manifestación y rechazo a lo que representa", dijo Alen Arancibia.
PREOCUPACIÓN
El impacto que genera la aplicación y rendición de la prueba Simce afecta directamente la calificación con que cuenta cada establecimiento, ya que los resultados que cada colegio obtenga entregan una categoría de desempeño.
En el caso del Liceo Enrique Molina Garmendia, donde en años anteriores los alumnos también declinaron rendir el examen, se perdió la Excelencia Académica y con ello, los recursos aparejados.
Julio González, rector del emblemático establecimiento, explicó que la situación vivida ayer representa a un grupo menor de estudiantes, y que el resto de la comunidad -apoderados, docentes, asistentes de la educación y grupos de estudiantes- rechazó la acción.
"El liceo perdió la excelencia académica, y el Simce también sirve para categorizar a los establecimientos. Hoy nosotros tenemos un desempeño insuficiente, pero para mí hay algo más importante como directivo, que es saber si estamos haciendo bien nuestro trabajo. Me interesa tener ese reporte, pero sé que en dos meses no podré cambiar lo que me ha ocurrido por años", dijo.
El directivo también detalló, con un tono esperanzador, que la semana pasada los alumnos de octavo básico rindieron sin inconvenientes la prueba experimental del Simce para ese nivel. "Queremos una retroalimentación para nosotros, no para caer en un ranking y compararnos con los demás", añadió.
El seremi de Educación, Fernando Peña, lamentó las movilizaciones y el llamado a no rendir el Simce que hicieron los estudiantes secundarios.
"Les digo a los estudiantes que nos acerquemos en un espacio de diálogo y conversación, donde podamos intercambiar puntos de vista. Tengo una visión muy nítida que me gustaría explicárselas, por lo que espero que los estudiantes que llaman a estas convocatorias estén dispuestos a dialogar con argumentos sobre el trabajo detrás de la prueba Simce, que entrega información relevante a los establecimientos", cerró.