Literalmente, las tierras tomecinas protagonizarán desde mañana un verdadero temporal de películas. En este caso, provocado por los 55 títulos seleccionados de los 206 trabajos convocados para ser proyectados en la séptima versión del Festival Internacional de Cine Resistencia Film Fest (RFF18).

Entre cortos y largometrajes -ficción, documentales y experimentales- hasta el domingo, en diferentes franjas (10, 15 y 19 horas) y de manera gratuita, el Centro Cultural de Tomé (Sotomayor 947) se convertirá en el centro de operaciones de este evento dedicado a un cine de carácter temático y no competitivo. "Ofrecemos películas que promueven el rescate de la memoria histórica, la lucha por la libertad y la defensa de los Derechos Humanos", resume Ricardo Mahnke, cineasta, poeta y director del Resistencia des su inicio en 2011.

"Tomé es un ciudad fértil en lo cultural. Hay muchos artistas y un público atento a lo que pasa en el área. Por lo mismo, no fue difícil llevar a cabo una experiencia como ésta", resume Mahnke, quien en la misma comuna estuvo al frente del primer festival de cine en la zona: Pucho Dorado, realizado entre los años 1995 y 2001.

LO QUE FUE RESULTANDO

Sobre la unión de aquella alternativa fílmica con la instancia actual, el director de RFF explica que se trata de un evento temático. "Su fundamento está basado en las luchas sociales de los jóvenes y trabajadores tomecinos, y no competitivo, y lo haríamos en las ruinas de una fábrica textil abandonada (la ex Fiap)", cuenta Mahnke, agregando que se hizo sin pretensión de continuar, aunque se generó una necesidad.

"Lo cierto es que habían películas en las cinetecas (nuestra primera fuente de filmes) y hay un público ávido de historias y películas", agrega el organizador, que cuenta para el cometido con un trabajo de 8 personas.

Un detalle en el cual enfatiza quien lidera el equipo de producción es que al no ser competitivo, no existen categorías ni premios.

"Aunque sí hay una selección rigurosa de los participantes y un premio de honor, a la película más destacada, a la persona que más haya contribuido al desarrollo del festival, o que sirve para rendir un homenaje a cualquiera de nuestras visitas", apunta Ricardo Mahnke en referencia al trofeo El Joven Combatiente, estatuilla del artista local, Freddy Agurto.

- En primer lugar, hay una cantidad enorme de películas en todas partes del mundo, con un creciente aumento de las producciones chilenas, que no son difundidas, porque no hay suficientes o son los nulos los espacios para ese fin. Seguidamente, el último cine que hubo en Tomé (paró hace 20 años), luego de su derrumbe es hoy un terreno en venta. Finalmente, todos tenemos el derecho humano de conocer otras culturas y acceder al cine de otros lugares del mundo, con realidades que nos son comunes. No importa donde vivamos, el placer del arte es patrimonio de la humanidad.

- El público sigue siendo fiel, aunque sufrimos una leve baja al cambiarnos desde las ruinas al centro cultural (2016). Este año, esperamos repuntar eso. Lo que sí ha aumentado, son la cantidad de películas chilenas participantes.