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Cultivos Pelícano renuncia a tres de sus proyectos acuícolas

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"Tenemos el convencimiento técnico y científico que nuestros proyectos pueden convivir con la Lobería y la actividad turística de esta zona, así como con la pesca artesanal, tal y como sucede en otros países y regiones de Chile convirtiéndonos en socios estratégicos". Así lo señaló en la mañana de ayer el director ejecutivo de Cultivos Pelícano, Mark Stengel, al informar la decisión de la empresa de limitar la cantidad de centros de cultivo originalmente propuestos de 11 a 8 unidades, en la Región de Ñuble.

Agregó que "hemos tomado la decisión motivados por la necesidad de sintonizar con las demandas de la comunidad y dar una señal de entendimiento y ojalá de diálogo para viabilizar esta importante inversión para la Región de Biobío y Ñuble", explicó Stengel.

Detalló que "se optó por no presentar los proyectos de centros de cultivo que se situaban cercanos al Santuario de la Naturaleza "Lobería de Cobquecura" y a la gran playa de la misma comuna, pues fue una petición expresa de la comunidad en las participaciones ciudadanas en el marco del proceso de calificación ambiental".

Así las cosas, no habrá centros de cultivo en esa área y el más cercano se ubicará por el sur a una distancia superior a los 5 kilómetros y por el norte a más de 9 kilómetros de distancia.

Con ello, de las ocho unidades que se mantienen como proyectos en el Servicio de Evaluación Ambiental, sólo siete se destinarán para policultivos (salmones, cojinoba, algas y choritos) y 1 será exclusivo para el cultivo de algas y choritos. Esto equivale a una disminución aproximada de un 30% a lo originalmente planteado por la compañía.

La empresa comunicó además otras decisiones voluntarias que buscan entregar señales concretas de sintonía con un estricto cumplimiento normativo, pero también con medidas voluntarias de gestión que entreguen confianza a la operación de los centros de cultivo en mar abierto que plantea instalar en la Región de Ñuble.

Estos compromisos son:

La empresa prevé implementar este modelo entre diversos actores locales que permita a través de un tercero, externo experto y validado por las partes, el monitoreo de las aguas y las condiciones de operación de los centros de cultivo, con transparencia en los datos ambientales.

- Cada centro de cultivo estará equipado con las últimas tecnologías en alimentación de peces, control y detección de alimento no consumido, utilización de cámaras submarinas con moderna tecnología para monitoreo de conducta alimentaria de peces, conos recolectores de desechos y redes de cultivo de última generación que dificultan el escape de peces, ataque de predadores, y el atrapamiento de mamíferos en las redes.

- Cultivos Pelícano entregará la concesión de un centro acuícola a pescadores artesanales de la zona y los apoyará a través de un programa colaborativo con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura para implementar y operar un centro de cultivo, donde la propia empresa será un poder comprador de la producción que estos pescadores artesanales puedan generar, asegurando así la viabilidad del emprendimiento. Lo anterior en haras de poder lograr una reconversión real de la pesca artesanal hacia la acuicultura y mantener la vinculación y vocación de nuestros pescadores con el mar.

- La empresa pretende que el ciclo completo desde ova, incluido alevinaje, "esmoltificación", engorda, transporte, proceso y exportación se realice en su totalidad con proveedores locales, incluyendo pisciculturas de la zona cordillerana del Biobío y Ñuble.