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Especialistas llaman a no dar comidas del "18" a mascotas

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¿Recuerda a "Orejón", el perro callejero que en 2017 fue furor en Internet, luego de robarse una empanada en plena entrevista televisiva? El can se hizo tan conocido, que incluso la revista "Time" destacó su maniobra para apoderarse del típico alimento dieciochero.

Pero lo que "Orejón" seguramente desconocía, es que precisamente las empanadas no son una comida apropiada para perros, ya que contienen cebolla, la que es altamente tóxica para ellos.

"La cebolla tiene una sustancia llamada tiosulfato, que al no ser metabolizada apropiadamente, se acumula en la sangre, provoca envejecimiento y destrucción de glóbulos rojos, pudiendo generar anemia. Los síntomas de esta intoxicación pueden incluir dificultad para respirar, vómitos, diarrea y orina pigmentada, entre otros", explica Herly Studer, médico veterinario de Fit Fórmula. El profesional agrega que las pasas de la empanada también pueden provocar insuficiencia renal a los perros, con síntomas como vómitos, diarrea y letargo.

Las comidas aliñadas y con alto porcentaje de grasa, como las longanizas, son otros de los alimentos dieciocheros muy perjudiciales para las mascotas, afirma Sebastián Jiménez, fundador de la Clínica Veterinaria Popular. "Tienen mucho aliño, mucha sal, mucha grasa y colorantes. Por ejemplo, si un gato se come una longaniza completa, le puede dar una pancreatitis", explica el veterinario y rostro de televisión.

Otro hábito común durante los asados, es darles a las mascotas sobras como huesos de pollo. Sin embargo, Herly Studer advierte que esto puede provocar perforaciones en su paladar, garganta, intestino y estómago. También pueden hacer que el can se atragante o presente una obstrucción intestinal.

¿Y la carne cocida? Sebastián Jiménez aclara que no es común que los perros se atoren con ella, porque cuando el trozo es muy grande, ellos lo mascan, lo trozan y se lo tragan.

"Los perros son de muy pocos mordiscos por bocado, a diferencia de los gatos que mascan mucho más. A un perro tú le das un pedazo de carne y dependiendo del tamaño es probable que incluso hasta lo masque, y cuando la carne está muy dura, dan máximo entre cuatro y seis mascadas por bocado", puntualiza Jiménez.

Respecto a la carne cruda, el veterinario de Fit Fórmula sostiene que no es para nada recomendable que las mascotas la consuman, ya que puede presentar parásitos y bacterias que pueden comprometer gravemente la salud de ellas.

También hay que tener cuidado con los vasos de alcohol que puedan quedar al alcance de perros, porque ellos pueden presentar estados de ebriedad que podría provocarles alguna inflamación aguda al hígado, además de gastritis. Sebastián Jiménez afirma que el mejor consejo a seguir para cuidar la salud de las mascotas, es no cambiar su alimentación en las fechas especiales.

Vaporizadores generan daño similar al cigarrillo

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Los sistemas electrónicos no son una alternativa viable para dejar de fumar porque acumulan nicotina en el cuerpo, aunque sí sirven para disminuir el número de cigarros que una persona consume, afirmó Feliciano Barrón, médico del Instituto Mexicano de Cancerología.

"No funcionan para dejar de fumar; está comprobado que los pacientes disminuyen la cantidad de cigarrillos que consumen, pero existen otras técnicas mejores", dijo el médico internista y oncólogo durante el foro académico "El impacto del cáncer de pulmón en México", que se realizó en Puerto Vallarta.

Los sistemas electrónicos de administración de nicotina, también conocidos como "e-cigs" o vaporizadores, generan casi la misma concentración de sustancias dañinas en el cuerpo que los cigarros convencionales, aseguró el especialista. Se han hecho análisis de nicotina en la orina tanto en pacientes que fuman cigarros normales como en los que utilizan los cigarrillos electrónicos y "las concentraciones son similares", aunque dependen mucho del vaporizador, detalló. De acuerdo con un informe de 2014 de la Organización Mundial de la Salud, la capacidad de estos dispositivos electrónicos para administrar nicotina al usuario "varía ampliamente". Esta va "desde niveles muy bajos a niveles similares a los de los cigarrillos (convencionales)", según las características del producto, la intensidad o profundidad de la "calada" o aspiración que dé el usuario, y la concentración de la solución con nicotina.

Barrón precisó que hasta ahora no hay estudios que hayan demostrado que los vaporizadores contribuyen al cáncer de pulmón, aunque sí es posible. "Definitivamente contienen la misma nicotina que el cigarrillo, contiene las mismas sustancias que el cigarrillo, simplemente va a tardar tiempo para asociarlo, (pero) todo apunta a que sí" pueden estar relacionados, indicó.