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Alerta por avance del cáncer en el mundo

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Un hombre de cada cinco y una mujer de cada seis en el mundo desarrollarán un cáncer durante su vida, mientras que uno de cada ocho hombres y una de cada 11 mujeres morirá de esta enfermedad, según cifras presentadas esta semana.

El cáncer continúa progresando de forma "alarmante" en el mundo, con 18,1 millones de nuevos casos y 9,6 millones de decesos estimados en 2018, según los datos publicados por el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (Iarc, por sus siglas en inglés), que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En comparación, en 2012, cuando no se tenían en cuenta los cánceres cutáneos excepto el melanoma, se detectaron 14 millones de nuevos casos (17 millones en 2018 si también se excluyen estos tipos).

El cáncer de pulmón es lejos el más mortífero, con 1,8 millones de muertes previstas este año en el mundo (18,4% del total), por delante del cáncer colorrectal (881 mil decesos, 9,2 % del total), del de estómago (783 mil) y del hígado (782 mil), según cifras establecidas para 36 tipos de cáncer en 185 países.

"Estas nuevas cifras muestran que queda mucho por hacer para responder al aumento alarmante de la carga mundial del cáncer y que la prevención debe desempeñar un rol clave", según el doctor Christopher Wild, director del Iarc. "Es urgente poner en marcha políticas eficaces de prevención y de detección precoz para completar los tratamientos", agregó.

Casi la mitad de los nuevos casos y más de la mitad de las muertes por cáncer en el mundo en 2018 tendrán lugar en Asia, principalmente en China, en parte porque esta región concentra casi el 60% de la población mundial. Un total de 43,8 millones de personas viven con un cáncer en el mundo, diagnosticado como mucho cinco años atrás, según la agencia especializada de la OMS.

Entre los hombres, el cáncer de pulmón es el más diagnosticado y constituye la principal causa de muerte por cáncer, con alrededor de uno de cada cinco casos. El Iarc señala un "aumento preocupante" de este tipo de enfermedad entre las mujeres: para ellas, constituye la causa principal de muerte por cáncer en 28 países.

El cáncer de mamas es, no obstante, el más mortífero para las mujeres, con 627 mil muertes. Representa también alrededor de un cuarto de los nuevos casos diagnosticados entre ellas. El segundo es el colorrectal en los países desarrollados y el de cuello del útero en los países en desarrollo.

Logran secuenciar genoma del pez payaso

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Un equipo de científicos elaboró el mapa del genoma del pez payaso, especie que se popularizó gracias al largometraje animado de Disney "Buscando a Nemo".

Con este avance, se podría llegar a decodificar la respuesta de este animal marino a los cambios ambientales.

El mapa genético del pez payaso, que tiene unos 939 millones de nucleótidos que deben ser ensamblados, contiene 26.597 genes que codifican proteínas, según un comunicado de la Universidad James Cook (JCU) de Australia.

"Este genoma proporciona un cianotipo esencial para entender cada aspecto de la biología de este pez de arrecife", comentó el responsable del estudio Robert Leahmann de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdulá de Arabia Saudita, quien trabajó junto a expertos de la JCU.

Estos peces naranjas y blancos con franjas negras, de nombre científico "Amphiprion percula", habitan en las aguas de los océanos Índico y Pacífico, y cuando son adultos se protegen entre las anémonas.

El biólogo de la JCU, Philip Munday, destacó la importancia de esta especie en la investigación de aspectos ecológicos, ambientales y evolutivos de los peces de arrecife como las relacionadas al cambio de sexo en los peces o los patrones de dispersión de larvas o de conducta.

"Es la primera especie de pez en el que se demostró que la conducta para evadir a los depredadores puede ser afectada por la acidificación de los océanos", recalcó Munday, uno de los responsables del mapa genético.

"Las microalgas se adaptan a todas las condiciones, por eso hay que prevenir"

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La Región del Biobío es una zona donde la extracción de recursos marinos, sea a nivel artesanal o industrial, por parte de pequeños, medianos o grandes empresarios, es una relevante actividad económica, que se vincula también con brindar una importante fuente de alimentos. Es por ello que condiciones sanitarias deficientes, como ocurre al estar los moluscos contaminados por microalgas tóxicas, pueden afectar a una gran cantidad de personas desde el punto de vista salubrista y también social.

Es fortalecer el control y por tanto la seguridad de los productos y su consumo, resguardando el trabajo y sustento familiar de tantas personas, uno de los grandes objetivos que tienen con la implementación y futura puesta en marcha del Laboratorio de Toxinas Marinas en la Universidad de Concepción (UdeC), el primero para detectar microalgas tóxicas en la Región del Biobío, y que se enmarca en un proyecto financiado por el Gobierno Regional mediante un Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC). La iniciativa fue presentada ayer y su directora de la iniciativa es Allisson Astuya, académica del Departamento de Oceanografía de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, e investigadora del centro de investigación oceanográfica Copas Sur-Austral, de la casa de estudios.

OBJETIVOS Y ANHELOS

Si bien el laboratorio aún no está funcionando, pues debe ser acreditado y luego verificar que sus resultados son congruentes a los de los laboratorios de referencia, la ceremonia tenía como fin contar que el proyecto está funcionando y dar a conocer cuáles son los desafíos propuestos en relación a su quehacer e impacto. Al respecto, Astuya afirma que se encuentran optimistas y esperan tener la acreditación antes de fin de año, mientras que para la verificación, que permitiría que el laboratorio local sea parte de una red nacional, ya están trabajando para certificar sus hallazgos.

A partir de lo anterior, la experta detalla que, por supuesto, trabajar en la detección de toxinas marinas en el océano de la Región del Biobío es el primordial objetivo de esta iniciativa. Con los análisis y conocimiento esperan aportar a las autoridades a una mejor toma de decisiones, basada en evidencia científica, y también formar profesionales especialistas en esta área, pues dice que en muchas zonas hay equipamiento, pero no capital humano para realizar el trabajo.

Pero, otro gran anhelo es llegar a la comunidad a través de talleres. "Queremos llegar a la gente, que se convenzan de que esto es un aporte, porque siempre hay una cierta desconfianza hacia los científicos, que estamos en una burbuja. Queremos acercarnos a la comunidad, conocer sus necesidades, que nos digan cómo podemos contribuir y transferirles el conocimiento que vayamos generando", pues está segura que este vínculo traerá enriquecimiento mutuo, pues a partir de las demandas de las personas podrían surgir nuevas líneas de investigación, mientras que mantener una comunidad informada permite que tengan más capacidades, que mejoren su actividad y hasta su posibilidad de expansión.

Sobre este punto, Allisson Astuya comenta que muchas veces los productores desean llegar a otras ciudades del país, pero no pueden vender sus productos más que en el Biobío, pues no cuentan con la certificación que asegure que no hay presentes toxinas y enviar a laboratorios en otras regiones implica costos y tiempos de espera que podrían perjudicarlos.

bloom

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-Exacto, si ocurre una floración de microalgas tóxicas en una determinada zona, podrían estar avanzando (a través de las corrientes marinas). Las microalgas son cosmopolitas, hay algunas originarias de países tropicales y hoy sabemos que están en Chile, entonces debemos estar preparados.

-Tenemos que aprender a convivir con estos organismos que viven en el agua, por tanto tenemos que estar alerta. Importante es dar a conocer a las autoridades que llevan los monitoreos de microalgas cada vez que haya cambio en el color del agua, para que se verifique si tienen toxinas. Porque de más de 300 que son capaces de hacer estos florecimientos, sólo 80 son las que producen toxinas, pero algunas pueden ser letales y eso lo que debemos prevenir y a lo que queremos aportar, ya que hasta ahora no existen medidas para mitigarlas.

Y prevenir significa evitar una intoxicación, pero también dar valor agregado a los productos marinos de la zona, pues se estará resguardando su seguridad.