Probablemente, el alza de peso es la gran preocupación para muchos al pensar en los efectos de los excesos que suelen predominar durante la celebración de Fiestas Patrias. Y, con un feriado de tres días que será antecedido por el fin de semana, la posibilidad de aumentar un par de kilos es real, pues es propio del festejo disfrutar de las delicias típicas de la cocina criolla, como empanadas, asados, choripanes, mote con huesillo, alfajores, pajaritos, terremoto y ponches, entre muchas otras.
La mayoría se caracteriza por su alto aporte en nutrientes críticos (azúcares, carbohidratos, sodio y grasas saturadas), por lo que su ingesta desmedida durante tantos días, puede llevar a superar fácilmente los límites recomendados.
No obstante, a nivel de la salud no es el aumento de peso la principal causa de consultas médicas ni el motivo por el que los expertos llaman a tener precaución. Manuel Vega, médico general y jefe de la Unidad de Urgencias de la Clínica Sanatorio Alemán, cuenta que durante esta temporada lo primordial es el incremento de los cuadros gastrointestinales y descompensaciones en pacientes que cursan con ciertas patologías crónicas de base.
MOTIVOS DE CONSULTA
Precisa que se debe considerar que en una población donde más del 60% de los adultos tiene sobrepeso u obesidad (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y Organización Panamericana de la Salud), y con una gran prevalencia de diabetes e hipertensión, el aumento del consumo de carbohidratos, grasas saturadas y azúcares puede llevar a alzas de presión arterial y crisis hipertensivas, por mencionar un ejemplo.
Junto con el anterior, en esta temporada se destacan las consultas en urgencia por gastroenteritis o intoxicaciones alimentarias, caracterizadas por síntomas como mareos, vómitos, diarrea, fiebre y malestar abdominal, especifica el profesional.
A diferencia de una gastritis, donde el signo es el dolor abdominal y puede deberse al exceso de comida, las infecciones tienen más relación con consumir productos en mal estado. "Comer un alimento del que no se respetó la cadena de frío, que tiene toxinas o carga bacteriana, va a producir una infección o intoxicación alimentaria", aclara Vega.
TENER RESGUARDOS
El médico cuenta que, habitualmente, cuando hay pacientes con intoxicaciones, al entrevistarlos se llega al antecedente de que comieron en alguna ramada o celebración informal. "Por eso, la recomendación es ir siempre a sitios oficiales, que están siendo fiscalizados, porque se asegura que se respete la cadena de frío de las carnes: la carne tiene que salir refrigerada a la parrilla y ojalá no estar más de dos horas en ésta, luego también debe ser refrigerada", explica.
Un consejo que también se debe seguir en los hogares y el médico recalca que el primer cuidado para la salud es abastecerse de carne en el comercio establecido, donde se cuente con resolución sanitaria. Lo mismo en el caso de pescados y mariscos y llama, además, a jamás comerlos crudos.
Seguido de lo anterior, el facultativo afirma que "tras comprar carne y asegurarse que venía de un lugar formal, es importante volver a refrigerarla pronto para resguardar la cadena de frío. Si se compra y, por ejemplo, se deja guardada en el auto por 3 o 4 horas, se permite que se desarrollen bacterias, porque se rompió la cadena de frío".
La contaminación cruzada también puede gatillar infecciones alimentarias. Ésta ocurre cuando distintos tipos de carnes no se separan al manipularse y prepararse, o cuando las carnes crudas se mezclan con las verduras. Sobre esto, Manuel Vega destaca que es importante que al manipular los distintos tipos de carne sea por separado y se laven los utensilios y superficies entre una y otra preparación.
La misma acción se debe seguir con las verduras y agrega que "lamentablemente, hoy la mayoría de los cultivos están regados por aguas servidas, por lo tanto es fundamental lavar los vegetales muy bien, incluso existen algunos desinfectantes con este fin", siendo una precaución para cuidar la salud en esta época y todo el año.
Y existe una regla básica de higiene y prevención de patologías en la que el médico hace énfasis: lavado de manos frecuente. De hecho, aclara que en un ambiente clínico son las manos el principal factor de riesgo para transmisión de enfermedades y por tanto la medida clave de cuidado de la salud de los pacientes y el personal. Esto debe darse antes y después de manipular alimentos, tras ir al baño, al cambiar pañales de un bebé, luego de manipular dinero, conducir el auto o estar en la locomoción colectiva, entre otras situaciones. Es decir, siempre, destaca.
OJO CON LA DESHIDRATACIÓN
Sobre la importancia de evitar y tratar las infecciones gastrointestinales, Vega apunta que por los vómitos y la diarrea se pierde mucha agua, lo que puede llevar a la deshidratación, que en casos extremos puede causar fallas orgánicas e incluso la muerte. Por ello, advierte que "todo paciente que cursa con diarrea y vómitos, con una frecuencia de más 3 o 4 veces al día, debe consultar a un médico por el riesgo de deshidratación".
Y si bien las intoxicaciones pueden afectar a todos los integrantes de una familia o asistentes de una celebración, existen ciertas poblaciones de más riesgo. "Aquellas de los extremos de la vida, es decir niños y adultos mayores, son más frágiles, pues su reserva de factores protectores o de tolerancia del organismo al desequilibrio son más débiles", sostiene.
En el caso de los adultos mayores, dice que se debe considerar, además, que muchas veces no tienen una buena hidratación y que la mayoría cursa con patologías crónicas de base que requieren tratamiento farmacológico. "Al vomitar o tener diarrea, lo más probable es que el medicamento para la presión o diabetes se elimine, entonces se pueden descompensar muy rápido", advierte para finalizar.