Como parte de sus labores de fiscalización y difusión, la Contraloría General de la República (CGE) liberó este miércoles un informe a nivel nacional respecto al financiamiento fiscal del acceso gratuito a la Educación Superior, más conocida como la política de gratuidad, aplicada en 2017.
Según los datos que entrega el informe, la Región del Biobío contó con 37.121 beneficiarios el año pasado, los cuales están distribuidos entre siete instituciones educativas: Universidad de Concepción (UdeC), del Bío-Bío (UBB), Católica de Concepción (Ucsc), Técnica Federico Santa María (Utfsm), los institutos profesionales Inacap y Duoc UC, y los centros de formación técnica Inacap y el Ceduc de la Universidad Católica del Norte (Ceduc UCN).
A nivel nacional, Biobío -que incluye a la nueva Región de Ñuble- es la segunda zona a nivel país con más beneficiarios, sólo superada por la Región Metropolitana con 98.217 alumnos. En tercer lugar se ubica Valparaíso con 32.407 beneficiarios y en cuatro lugar La Araucanía, con 20.214 personas que estudian de manera gratuita.
POSICIONAMIENTO LOCAL
La medición que aún contempla la matrícula conjunta de Biobío y Ñuble reconoce a la zona como una de las más relevantes y que más alumnos favorece esta política ministerial.
Del total de alumnos beneficiados en la zona, 27.136 estudian en universidades (73,1%), mientras que sólo 9.985 (26,9%) están matriculados en institutos profesionales (IP) y centros de formación técnica (CFT).
Al revisar el desglose de los alumnos beneficiados en los planteles tradicionales de la zona y que solo tienen presencia acá -UdeC, UBB y Ucsc- se observa que el 50,3% de estos provienen de colegios particulares subvencionados, mientras que el 38,4% egresó de colegios municipales.
También destaca la alta cobertura de gratuidad en las distintas carreras impartidas en la zona. Es el caso de Técnico Universitario en Enfermería de la U. Católica de la Santísima Concepción, que lidera el ranking nacional luego de que el año pasado registrara a 663 alumnos, de los cuales el 80,4% (533 estudiantes) tiene el beneficio.
En duodécimo lugar a nivel país se instala Ingeniería Comercial de la U. del Bío-Bío, al contar con un 59,2% del total de sus alumnos con gratuidad (551 de 931 estudiantes). En el vigésimo segundo lugar a nivel nacional se ubica Enfermería de la U. de Concepción, dando cobertura a 605 de los 1.118 alumnos con los que cuenta la carrera (54,1%).
FINANCIAMIENTO
Entre los puntos que rescata el informe a nivel local está el hecho de que los recursos destinados para implementar la política de gratuidad en su segundo año alcanzaron los $92.190 millones. Este monto representa el 14% del total del presupuesto nacional contemplado para financiar el arancel anual de 261.744 estudiantes de todo el país, cifra cercana a los $673 mil millones.
Del total de montos entregados para estudiantes de la Región, $69 mil millones se destinaron a los planteles regionales, que concentran más del 60% del total de beneficiarios. En el caso de la UdeC se entregaron $32.687 millones, posicionándose como la quinta más favorecida con la distribución en todo el país; mientras que la UBB y la Ucsc recibieron cada una, en promedio, $18 mil millones durante el año pasado.
DESAFÍOS Y ALCANCES
Las autoridades locales dieron cuenta de su evaluación respecto al proceso de instalación de la política de gratuidad en la zona, que ya alcanza los tres años. El seremi de Educación de Biobío, Fernando Peña, valoró los buenos comentarios de la política gubernamental que ha recibido de los distintos rectores.
"La evaluación de la gratuidad en la Región del Biobío, en general es positiva en varios puntos. Por un lado, la brecha entre el arancel real y arancel de referencia no ha generado mayores inconvenientes en los estados financieros de la casa de estudios", detalló, dando también énfasis al anuncio presidencial de aumentar la cobertura al séptimo decil en planteles técnicos.
Al profundizar en los puntos que aborda el informe, la autoridad planteó que el documento de Contraloría "da cuenta de un déficit de $17 mil millones a nivel nacional, pero hay que destacar que tiende a ser menor, ya que se aplaca el gasto en becas internas o morosidades. Lo que sacamos como conclusión hoy es que, si bien puede haber una amenaza, el aporte de gratuidad debería generar mayores certezas en todos los estados financieros de las universidades locales, evitando las pérdidas".
Christian Schmitz, rector de la Ucsc, también destacó el impacto que significa la política de gratuidad para los cientos de beneficiados, varios de ellos matriculados en el plantel local, y sus familias. Sin embargo, mostró cautela a la hora de realizar evaluaciones. Argumentó que un balance puede hacerse con al menos una generación de egresados, considerando también el proceso legislativo que atravesó esta ley.
"La gratuidad todavía no entra en régimen completo, sino hasta que contemos con una generación completa acogida a este sistema. El impacto que representan los atrasos en la titulación efectiva y programada en las distintas carreras puede ser no menor, si consideramos que es una excepción en nuestras casas de estudios", dijo a este medio.