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"Las acciones de la comunidad son más importantes que un memorial físico"

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Los memoriales físicos que recuerdan a las víctimas de desastres ocurridos en el Biobío pueden ser importantes, pero hay procesos que pretenden rescatar el recuerdo de hechos pasados y proyectar una enseñanza para el futuro en los cuales la comunidad debería colocar mayor énfasis.

Ese es uno de los argumentos que plantea Scott Knowles, historiador y especialista en desastres norteamericano de la Universidad de Drexel en Filadelfia, quien visitó la Región en el marco de su investigación "Desastre lento: el fundamento histórico de la resiliencia contemporánea", para el cual cuenta con la colaboración del Centro de Investigación para la Gestión Integral de Desastres (Cigiden) de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Knowles visitó Chillán, el terreno en donde se desplomó el edificio Alto Río, Penco y Dichato, y pese a que esos lugares fueron afectados por el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, el objeto de estudio del estadounidense no se centra únicamente en situaciones originadas en la naturaleza.

-Mucha de la investigación que se hace de desastres se enfoca en temas de infraestructura, pero mi interés, en cambio, tiene relación con la dimensión humana, como las comunidades se relacionan con los desastres y en eso, específicamente.

-Ha sido fascinante, lo que más me ha impresionado es que tienen diferentes tipos de memoriales, como los formales, el de acá (situado en la Costanera de Concepción) es vacío, carece de significado. En el mundo hay muchos memoriales, grandes estructuras, pero lo que más me interesa es el tipo de trabajo que las agrupaciones como la Fundación Proyecta Memoria hacen, la memoria enfocada más como un proceso que un objeto, que motive discusión entre los ciudadanos y reconstrucción de lazos comunitarios.

-La única parte donde lo he visto antes es en Kobe, en Japón. En Estados Unidos no vemos mucho de esto. Que la comunidad se reúna es lo más importante en estos procesos, es lo que he visto en Chile, es una manera que redefine la forma en que se entiende un memorial, sí, puedes tener un edificio, pero lo importante es el proceso.

VALORES

-Lo que vemos acá, por ejemplo, es como se reúnen los integrantes de la Fundación Alto Río, son víctimas que tienen la autoridad moral para hablar, lo cual es más efectivo, pero no pueden hacerlo solos. La gente de la Fundación Proyecta Memoria tiene profesionales con diferentes habilidades para pensar y concretar proyectos de memorialización. Esa combinación es muy importante. No creo que esto sea algo que deba provenir desde el Estado o el Gobierno. No sé cuál es la situación acá en Concepción, por ejemplo, pero el apoyo del alcalde, del concejo municipal puede hacer posible que se usen espacios para actividades o hacer más fácil que la gente puede realizar acciones de memoria. Es importante lo que hace la autoridad, pero se centra en aspectos físicos, lo que está bien, pero muchas de las acciones de memoria que se hacen pueden ser pequeñas, pero significativas para las víctimas, al igual la educación.

-Sirva para que lo que ocurrió tenga sentido para las personas, las víctimas directas de los desastres, que la experiencia individual, como una manera de lidiar con lo que vivieron y validarlo. El otro valor es el proceso social, más amplio, que es una oportunidad para generar vínculos fuertes entre la comunidad y el Estado. Pero el real valor es generar una visión para el futuro, con una visión de enseñanza, con una función crítica de preparación a próximos eventos. Sobre los terremotos en Chile, ¿están preparados o no?, ¿qué es lo que sabe la gente? Hay generaciones jóvenes que no han vivido ciertos desastres, pero por medio de estos procesos aprenden que probablemente en algún momento los van a vivir y eso motiva a una mejor preparación.

Rol de la memoria

El historiador precisó que "el proceso de memorialización también puede tener relación con otros eventos, como la dictadura o la violación a los Derechos Humanos".