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Cabo y rescate: "No pensamos en el riesgo para nuestras vidas"

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Un llamado telefónico recibido alrededor de las 3.30 de la madrugada del martes alertó al cabo José Romero -a cargo de un cuadrante de la comuna de Chiguayante- sobre la ocurrencia de un incendio en la casa de reposo Santa Marta. Una vez en el lugar, junto a su compañero de turno, el cabo Cristopher Ulloa, trabajó en el rescate de las personas que se encontraban alrededor de los sectores que hasta esa hora aún no resultaban consumidos por las llamas.

Con 12 años en la institución y siete en la comuna, el suboficial enfrentó ese día la situación más compleja que le ha tocado vivir en cumplimiento de sus funciones: "Cuando llegamos, había un módulo que ya estaba envuelto en llamas, y en los otros dos había personas que en su mayoría tenían dificultades para caminar. Así que nos dedicamos al rescate de esas personas, para no tener más víctimas fatales. En ese momento, no teníamos conocimiento que habían fallecidos. Eso se supo sólo una vez que se había controlado el incendio, cuando se corroboró que faltaban 10 personas, que lamentablemente fueron las fallecidas", sostuvo.

RESCATE "A PULSO"

El uniformado precisó que el rescate se realizó en algunos casos "a pulso", y en otros utilizando las sillas de ruedas que se encontraban en el mismo lugar. Así, él pudo sacar directamente a 15 personas.

-Con gritos, no se sabía qué pasaba, el módulo 1 estaba envuelto en humo y era poco lo que se podía respirar. Se veía muy poco.

-No, en ningún momento. Después, con la mente más fría y pensando en todo el proceso, claramente sí uno lo ve distinto, porque yo tengo una familia -mi señora y mis hijos- pero en ese momento no pensamos en que estábamos poniendo en riesgo nuestras vidas.

-Sí, había funcionarios que estaban tratando de sacar a algunos adultos mayores que podían caminar, pero por la rapidez del incendio y que podían verse rápidamente afectadas esas otras dos dependencias, se empezó a hacer el trabajo más rápido, sacándolos en sillas de rueda y a pulso. Eso lo hicimos una vez que llegamos en el carro, nos bajamos y comenzamos ese trabajo.

-El total de adultos mayores en el hogar era de 42, de los cuales se sacaron a los 32 que se salvaron sólo con algunas lesiones, debido al incendio o la desesperación.

-Estaban desorientados, algunos en estado de shock y otros que no sabían bien lo que pasaba. Como se encontraban durmiendo a esa hora, eran muy pocos los que tenían noción respecto de lo que había pasado. A ellos los dejamos en una dependencia que se habilitó para su resguardo, especialmente por el tema del frío, que era muy fuerte a esa hora. Allí llegó también muy rápido el personal del Samu (Sistema de Atención Médica Móvil de Urgencia) para entregar las primeras atenciones.