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Actividad física y social son pilares para promover un envejecimiento saludable

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La Organización Mundial de la Salud sitúa a Chile como el país más longevo de Latinoamérica. Hoy la población de adultos mayores de 60 años es cercana al 17% y se proyecta que al 2050 aumente al 33%. Este escenario no sólo significa tener más ancianos en la sociedad, sino también asumir que hay patologías que son proporcionales a la expectativa de vida de las personas y que aumentarán su incidencia, como las neurodegenerativas, entre las que están el Alzheimer y Parkinson, explica el doctor Roque Villagra, neurólogo y director médico del Centro de Parkinson (Cenpar).

Así, el profesional afirma que uno de los desafíos que supone el incremento de la esperanza de vida es saber enfrentar las afecciones propias de la tercera edad, pero también preparar a la población para un envejecimiento saludable.

FACTORES PARA PREVENIR

Para ello un pilar es la alimentación. "Se ha comprobado que las personas que mantienen una dieta mediterránea (comen frutas y verduras, consumen aceite de oliva, no comen tanta carne ni tanta grasa), tienen 30% de disminución en la tasa de demencia", destaca el especialista.

También es esencial la actividad física y según plantea Villagra, "aquella que uno desarrolla con placer es la que más previene", sea cual sea. Como estándar para mantener un nivel de actividad adecuado se recomienda caminar media hora todos los días.

Y la contribución a un envejecimiento saludable es doblemente efectiva cuando está el componente social, es decir, adultos mayores que participan en distintas instancias junto a pares. Para ello, el especialista da el ejemplo de los pacientes con Parkinson: "la gente que participa de clubes de bailes tiene una evolución más favorable de su enfermedad, lo que se explica porque en el baile confluyen actividad física, coordinación motora y la actividad social, un gran estimulante, generándose condiciones favorables para la protección del cerebro".

Y es que, al respecto, el neurólogo es enfático al afirmar que "la clave para los adultos mayores está en ser capaces de llenar su tiempo de actividades que sean desafiantes desde el punto de vista físico e intelectual".

"La extinción de una especie es perder patrimonio genético que es único"

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Todos los seres vivos insertos son necesarios. Cada uno, flora o fauna y también elementos como agua o tierra, cumple un papel más que importante en el medioambiente, es un eslabón fundamental para mantener firme una larga y compleja cadena.

No existe una explicación más simple, y profunda al mismo tiempo, para entender la importancia de resguardar la vida de unos y otros, y que es más que una preocupación saber que alguna especie se encuentra bajo una amenaza de conservación. Y es que la extinción es sinónimo de ir perdiendo el natural equilibrio ecosistémico y, sobre todo, "perder patrimonio genético que es único", afirma el doctor Juan Carlos Ortiz, director del Departamento de Zoología y del Laboratorio de Herpetología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción, pues cada especie tiene cualidades e información que las identifican e incluso pueden tener potencial para ser aprovechado, por ejemplo, elaborando fármacos o terapias.

CONDICIÓN ÚNICA

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Rhinoderma darwinii

AMENAZA A HÁBITATS

Pese a que se tiene conocimiento de que la distribución geográfica natural es amplia, mucho más que lo que se sabía cuando el naturalista Charles Darwin la halló en su viaje por el sur chileno, pues hay poblaciones desde el río Biobío hasta el norte de la Región de Aysén, éstas son aisladas y con pocos ejemplares. "No son animales que se desplacen mucho, por lo que las poblaciones van quedando desconectadas y esto conlleva que tengan menor tamaño, vayan perdiendo variabilidad genética, y esto juega en contra de su supervivencia y conservación. Por ello, la amenaza va aumentando", apunta el experto.

Puede que esté la posibilidad de que se encuentre esta especie en sitios donde hasta ahora no hay registro, no se sabe, pero Ortiz está seguro de que hay lugares donde se ha dejado de ver y que muchas poblaciones ya se extinguieron.

En esto es innegable la responsabilidad del hombre, pues opina que uno de los principales factores de la merma en las poblaciones es el cambio en el uso de suelos que ha determinado que la ranita de Darwin pierda, poco a poco, sus hábitats y cada vez existan menos lugares que reúnen las condiciones para que pueda sobrevivir. "Para que se pueda desarrollar requiere humedad, porque si bien tienen pulmones, estos son poco eficientes y respiran por la piel, que requieren tener húmeda para que se dé el intercambio gaseoso", aclara.

A lo anterior, añade que la contaminación ambiental y el fenómeno del calentamiento global pueden estar influyendo o con certeza afectarán la supervivencia y conservación de estos anfibios, ya sea porque impactarán negativamente en su propia salud o las condiciones de los territorios donde viven, o provocando que otras especies como hongos virulentos tengan mayor carga y les dañen.

CONSERVACIÓN

Lo expuesto deja de manifiesto la responsabilidad que cada persona tiene de contribuir a proteger la vida en la naturaleza, mitigando al máximo el impacto de las propias acciones y siendo precavidos si se da la maravillosa oportunidad de encontrarse con un ejemplar de ranita de Darwin, donde el llamado del doctor Ortiz es observarla o fotografiarla, pero siempre sin tomarla o tocarla para evitar dañarla.

Pero, sobre todo, releva el enorme valor de las iniciativas para conservar a este anfibio que, lo que hacen, es resguardar la riqueza invaluable e irrecuperable de un tesoro natural. Es por ello que el proyecto que lidera lo hacen sentir orgulloso, pues se ha logrado criar y reproducir en cautiverio a este singular y hoy único animal. De hecho, asevera que "la reproducción ha sido exitosa, porque los ejemplares, de los cuales hay sobre 100 actualmente, se siguen reproduciendo, se siguen generando crías".

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