Nadie discute que el avance de las tecnologías han cambiado la forma de desenvolverse en todo ámbito y que son herramientas que han facilitado desde el acceso a la información y comunicación hasta el análisis de datos y la optimización de tareas. En esta época, esto supone el desafío de que las naciones, a todo nivel, sepan asumir y adaptarse a esta nueva era.
Así, aparece el concepto de "Transformación Digital", una meta cada vez más reconocida y anhelada por instituciones públicas y privadas, y sobre todo urgente de alcanzar. El reto no sólo está en crear y utilizar sistemas informáticos para llevar a cabo diversos procesos, sino principalmente con que existan profesionales capacitados para sacar el máximo provecho a las herramientas tecnológicas disponibles.
Aportar en esto, en el área de salud, es el objetivo del trabajo que inició a comienzos de este año el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud, iniciativa impulsada por Corfo e integrado por las universidades de Chile, Católica, de Talca, de Valparaíso y de Concepción (UdeC). La idea es crear un marco referencial de competencias para la formación de capital humano avanzando en sistemas de información en salud para orientar el proceso formativo y certificación de estudiantes y profesionales, tanto en carreras técnicas como profesionales, en pre y postgrado.
Aunque el diseño está en desarrollo, la recepción que ha tenido la propuesta les demuestra que están apuntando al horizonte correcto, afirma Rosa Figueroa, profesora asistente de la carrera de Ingeniería Civil Biomédica, del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la UdeC, y representante de la casa de estudios en el CENS, del que es miembro de su Comité Ejecutivo. Es que el 20 de junio recién pasado se presentó en el Foro Mundial de Educadores en Informática Médica, realizado en Estados Unidos y organizado por Asociación Americana de Informática Médica (AMIA, por sus siglas en inglés) donde fue reconocido por ser la primera construcción en su tipo diseñado íntegramente en América Latina.
Figueroa es una de las nueve académicas autoras del documento y afirma que esta participación fue sumamente relevante y enriquecedora, tanto por la posibilidad de presentar el trabajo en el foro como por el feedback que recibieron por parte de otros grupos de trabajo con los mismos objetivos o de expertos que ya han vivido el proceso de desarrollo de sistemas de información en salud, muchos de los países donde el uso de estos es parte de cultura.
PROCESO DEL DISEÑO
Uno de los aspectos que para la profesional permite comprender la razón por la que el trabajo fue destacado por AMIA, pero principalmente su relevancia para el país, es que recoge la experiencia nacional en informática biomédica. "Lo que se está haciendo es levantar las competencias 'core' que necesita el país para el área de sistemas de información en salud. Por eso, la primera parte ha sido identificar cuáles son los quehaceres a los que se verán enfrentados los profesionales", dice Rosa Figueroa.
Cuenta que si bien trabajos de este tipo existen en el mundo y que conocerlo ha sido parte del proceso que ha llevado al diseño, lo primordial para el equipo de expertos es generar unas propias, para darle pertinencia y pertenencia a Chile. "Queremos darle un sello nacional, ver cuáles son justamente las necesidades en términos de capital humano avanzando acá, o por los desafíos a los que se verán enfrentados", explica.
Sobre las competencias referenciales que han recogido y proponen, la académica cuenta que en el centro están aquellas en el dominio de la gestión de sistemas de información en salud y que alrededor de ellas se encuentran aquellas en el ámbito del desarrollo de los sistemas, del intercambio de datos, de la implementación de los sistemas y modelamiento de procesos, del análisis de información para uso secundario, y de la innovación y transformación del cuidado en salud. Todas, cruzadas por competencias en el dominio de aspectos legales y éticos.
INCLUIR EN CURRÍCULUM
El modelo que proponen se encuentra en plan de perfeccionamiento y se espera que para agosto se cuente con un marco definitivo. Para ello se han reunido -y seguirán encontrándose- con actores de la academia e industria de la salud, Corfo y ChileValora. Hasta ahora cada universidad a través de los académicos que integran el CENS ha estado aportando particularmente, y lo que sigue son las validaciones y diseño que reúna todos los aportes y Rosa Figueroa asegura que "cuando estas competencias estén listas, validadas, serán un bien público".
Y es que esa es la idea, sostiene, que "todas las instituciones que quieran formar profesionales en sistemas de información en salud, en distintos niveles (básico, medio o avanzando), puedan tomar estas competencias e incluirlas dentro de sus currículum".
En su opinión, tener esta guía permitirá que todos avancen por el mismo camino y tiene certeza del impacto que tendrá. "Creo que tener personas capacitadas, que se formen en sistemas de información en salud significa que existan profesionales que pueden mostrar fácilmente cuáles son los beneficios de estas herramientas en las distintas instituciones que los utilizan (o van a utilizar). Hoy en día hay una brecha, donde tenemos a disposición muchos sistemas que hacen cosas maravillosas, pero que no se pueden utilizar en su máximo potencial en las instituciones debido a que hay brechas técnicas y de personal que puedan utilizarlas", apunta.
Y este planteamiento es compartido por los expertos que están desarrollando este trabajo con el que esperan contribuir al desarrollo del país, como la doctora Angélica Avendaño, directora de la Unidad de Telemedicina de la UdeC y miembro del CENS.
Según comenta, tener la tecnología necesaria no basta si no hay recurso humano que pueda utilizarla en su máximo potencial, lo que deja de manifiesto lo importante que es identificar las competencias y que las entidades que formarán a los profesionales las incluyan.
"Las tecnologías disruptivas hacen que los profesionales de hoy puedan no tener las competencias para ser un aporte real a la productividad y los procesos de la salud. El cambio tiene que producirse ya, para que los profesionales que egresen en las nuevas cohortes tengan las competencias para necesidades del mundo actual, que van a ser transversales con las tecnologías en todo ámbito", finaliza.