Que sea la vía judicial la que clarifique los presuntos casos de abuso sexual al interior de la iglesia local, es lo que solicitaron los sacerdotes de la zona luego de asistir al consejo presbiteral que se desarrolló ayer en el Seminario Metropolitano del Gran Concepción, ubicado en Chiguayante.
La cita comenzó a las 10 de la mañana y se extendió por más de dos horas.
En la instancia, que estaba agendada desde comienzos de año, participó una veintena de sacerdotes que trataron temas internos de la Iglesia y también se refirieron al caso del presbítero Hernán Enríquez Rosas, el que fue denunciado a través de un portal web de noticias por una presunta violación en contra de un menor de 14 años cuando este era seminarista en el Seminario Menor de Concepción.
El hecho habría ocurrido en 2002, una semana después de que el menor ingresara al establecimiento. Sin embargo, fue en 2009 cuando la supuesta víctima reveló la situación a sus padres, quienes inmediatamente acudieron a Ricardo Ezzati, arzobispo de Concepción en ese entonces.
Fernando Chomali, actual líder de la iglesia penquista, reconoció que conoció el caso en 2012, dos meses después de haber llegado a Concepción. Relató que en ese entonces se inició una investigación en contra de Enríquez, que contactó a la familia, pero que esta no perseveró en la investigación. Según agregó, lo mismo habría ocurrido en la justicia penal.
A LA JUSTICIA
En ese contexto, tras salir de la reunión con Chomali, el deán de la Catedral, Luis Figueroa Vinet, dijo que "se debe llegar a la verdad a través de una instancia judicial. Si aquí hay un delito, debe ser clarificado jurídicamente a través de lo que el país ha estructurado".
En la misma línea, el párroco Luis Rifo, de la parroquia de Hualpén Nuestra Señora de Guadalupe, mencionó que ellos no manejan más antecedentes de los que se han conocido hasta ahora, pero que "se debe llegar a la verdad, pero no solo eso. En todo orden de cosas debe prevalecer la verdad y la justicia".
Quien también se refirió al caso fue el encargado de la pastoral del clero, Edgardo Ojeda. El sacerdote explicó que "estábamos en lo que es nuestro encuentro mensual. El clero de Concepción se reúne todos los terceros miércoles del mes y durante este año lo hemos estado haciendo aquí en el Seminario con motivo de los 450 años que está celebrando. Sin lugar a dudas también hemos conversado acerca de las contingencias que están ocurriendo en nuestra arquidiócesis".
En ese sentido, Ojeda manifestó que "el arzobispo estaba muy preocupado en que se esclarezca la verdad". Agregó que Chomali solicitó a la curia asistente que prestaran su apoyo para establecer la verdad "y ser pastores, que es lo mismo que nos ha solicitado el Papa".
En relación a la investigación canónica, el martes se conoció que el arzobispo de Malta, Chales Scicluna, enviado por el Papa Francisco para abordar los temas de abusos en nuestro país, ordenó la semana pasada que la investigación canónica sea reabierta para que la familia denunciante pueda aportar nuevos antecedentes.
La decisión emanada desde el Vaticano se habría tomado luego de que la misma carta que denuncia el presbítero Hernán Enríquez -y que circula en un portal web de noticias- llegara a manos de Scicluna.
Junto con ello, Chomali llamó a que el denunciante se acerque nuevamente a la Iglesia y a la Fiscalía para que aporte nuevos datos que permitan esclarecer los hechos. "Nos interesa la verdad porque no hay espacio para abusadores, pero queremos denuncias responsables y queremos que quienes juzguen sean los tribunales de justicia", expresó este martes Chomali, luego de referirse por primera vez al hecho.
ENRÍQUEZ AUSENTE
Luego de que la denuncia se hiciera pública, Chomali se comunicó con Hernán Enríquez Rosas para comunicarle que desde ese momento pasaría a un periodo de restricción de sus funciones eclesiásticas. La decisión le permitiría al sacerdote acusado tomar contacto con abogados e iniciar los procesos que permitan aclarar la situación.
Aunque esta restricción no le impedía de participar en la actividad de ayer, Enríquez no llegó al encuentro.
Por ahora se desconoce si el sacerdote sigue viviendo en la residencia eclesiástica ubicada en la parroquia San José en Talcahuano, de la cual es párroco, ya que la restricción que le impuso Chomali no lo priva de ese derecho. No obstante, el sacerdote podría haber escogido alojarse en casa de familiares mientras dura el proceso de investigación.