Definen diseño para paseo peatonal sobre la línea férrea
Con nueve días de desfase, ayer se entregaron los resultados del concurso de ideas que Ferrocarriles del Sur (Fesur), en conjunto con la Seremi de Transportes y el Gobierno Regional, organizado para definir cómo se abordará la superficie que se generará una vez que se soterre la línea férrea en Concepción, entre los puentes Llacolén y Bicentenario.
El proyecto ganador, presentado por los arquitectos osorninos Álvaro Parraguez y Óscar Luengo, considera una explanada amplia, cuatro edificios principales, bosques y espacios recreativos. "Si bien el concurso situaba una zona para intervenir, la ciudad es mucho más que la zona y la explanada. Es una construcción mucho más compleja", explicó Parraguez mientras detallaba en un mapa la extensión del diseño ganador.
"Queríamos que el proyecto se entendiera claramente desde todas las escalas. Desde la escala urbana, en donde proponíamos dos grandes franjas arboladas y dos laterales de bosques que pueden contener esta explanada; y también desde la escala de los edificios que proponemos en las cuatro esquinas, que tuviera una mirada clara y formal de lo que significaba articular la explanada con estos nuevos edificios públicos que se generan; ya sean bibliotecas, foros, plazas y la nueva estación de ferrocarriles", detalló Parraguez.
El diseño propuesto por la pareja de arquitectos servirá de antecedente para la ingeniería de detalles que se debe realizar del proyecto se soterramiento. La intervención se hará luego de que se soterre la línea férrea y contempla intervenir el eje comprendido entre la Plaza España hasta el Teatro Regional, además de dos brazos paralelos a la avenida Alberto Hurtado, entre los puentes Bicentenario y Llacolén.
SIN PLAZOS Y SIN FONDOS
Actualmente el estudio de ingeniería de detalles del proyecto de Conectividad Urbana, que considera el soterramiento de la línea férrea, registra un 27% de avance y su término se proyecta para el segundo semestre del próximo año.
"Las intervenciones urbanas de esta profundidad son tremendamente complejas. No solamente hay que soterrar la línea férrea, sino que también hay que pensar que pese a esas obras hay que mantener funcionando la ciudad y que la gente que vive en el sector pueda seguir accediendo, que las instituciones que hay aquí sigan funcionando y que los trenes sigan prestando su servicio, lo que es muy complejo y es parte del proceso de ingeniería determinar cómo operar con eso", dijo Víctor Lobos, presidente de Fesur.
Agregó que "no se puede hacer el soterramiento como primera cosa, sino que primero hay que cambiar de lugar el patio de maniobra de los trenes y otra serie de obras que se deben realizar primero antes de mover al tren hacia abajo".
Respecto de los plazos, dijo que eso se conocerá una vez que finalice la ingeniería de detalles. El resultado de ese proceso, agregó, también revelará el monto que significará la obra, por lo que una vez que se tenga ese antecedente se iniciará el trabajo para conseguir los fondos que se requieren para concretar la obra.