El lunes 18 de junio, las seis facultades paralizadas por las tomas feministas en la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc) retomaron sus actividades normales luego de seis semanas de movilización.
El acuerdo logrado en una semana de negociación significó revisar una serie de aspectos internos, desde el cambio curricular a los sumarios al cambio de nombre del edificio Monseñor Ricardo Ezzati.
Por ello el rector Christian Schmitz se toma varios minutos para explicar el real significado que tuvo acceder a 21 de los 23 puntos expuestos por las alumnas movilizadas en el petitorio interno, todo dentro de un contexto nacional y como parte de la política institucional de la casa de estudios.
"Nos hemos dado cuenta de que hay cuestiones culturales que se deben cambiar dentro de la universidad, así como también en todo el país como ha quedado de manifiesto en temas de género. Por ello no lo podemos negar como universidad y el petitorio se acoge casi la totalidad de las demandas", explica la autoridad universitaria, luego de que la comunidad universitaria retomara sus actividades y tras un viaje a Alemania, donde pese a no estar presente en las últimas reuniones jugó un rol clave en el diálogo iniciado una semana antes del acuerdo final.
"Lo que hicimos fue dialogar, conversar y generar un entendimiento mutuo, conociendo las demandas y situaciones que viven las estudiantes a fin de generar una relación de confianza, que hace tanto falta. Eso no se logra a través de las tomas y paros, sino que a través de sentarse a conversar y escucharse durante muchas horas", añade.
-Quiero destacar que esta disposición al diálogo y a escuchar no surgió a raíz de estas movilizaciones. Como rectoría la hemos tenido desde que asumimos en 2016, con una cultura del diálogo con respeto y los más distintos interlocutores, presentes dentro y fuera de la comunidad universitaria.
-En la actualidad falta el tiempo para escuchar al otro y tener la autocrítica para decir "ustedes tienen razón, nosotros hemos cometido errores y estamos dispuestos a resolver nuestros problemas", sin abordar al otro con una actitud defensiva.
EDIFICIO RICARDO EZZATI
-El cambio de nombre es una demanda que viene desde hace varios años. Nosotros tenemos una positiva visión de Monseñor Ezzati como Gran Canciller de la Ucsc, lo que motivó que lleve su nombre el edificio. El contexto de hoy ha cambiado, con cuestionamientos en la opinión pública y por lo mismo hemos estado muy conscientes de lo delicado que es este tema. Resulta que Monseñor Ezzati se anticipó ante cualquier acuerdo y pidió el retiro del nombre del edificio. En ese sentido respetaremos esa voluntad y esperamos poder cumplir este punto del acuerdo.
-La carta fue muy breve y no se extiende en razones o ahonda en el tema. Sólo hace la solicitud y nosotros accedimos.
-Hemos escuchado a los estudiantes, a monseñor Ezzati y también hay que tener en cuenta que el estado actual que vive la Iglesia no es el mismo de hace cinco años atrás, cuando se tomó la decisión.
-Es un tema difícil y delicado. Por algo nos demoramos tres años en tomar esa decisión. En 2015 ya apareció una demanda que contenía el cambio de nombre y es ahora recién que accedemos a ella.
ACUERDOS
-En el acuerdo hay un ítem de Educación Social, con capacitaciones con enfoque de Derechos Humanos para todos los estamentos. También se cautelará la presencia de temáticas de DD.HH. en asignaturas de Ética Profesional e integrar en los programas bibliografía y actividades curriculares con visión de autora. Un último punto tiene que ver con la encuesta docente, que muchas veces genera desconfianza respecto a los resultados, poco transparentados y con poca evaluación de lo que ocurre dentro del aula. Apostaremos por innovar en este instrumento, para incorporar ítems de evaluación como el uso correcto del lenguaje.
-Las denuncias deben ser hechas de manera formal y responsable, no dando lugar a denuncias anónimas o en redes sociales, donde se lanzan nombres de forma arbitraria, involucrando no sólo el prestigio académico y personal, sino que a todo al entorno. Llegamos al acuerdo de una fecha tope para que se realizaran las denuncias de manera retroactiva y que pudieran afectar a docentes, estudiantes o funcionarios administrativos. Es un acuerdo bastante amplio.
-Han sido pocos los casos que se someten a sumario, ya que si nos comparamos con otras universidades de manera proporcional, advertimos un comportamiento bastante correcto de nuestros académicos en lo moral y legal. Hay casos donde tenemos personas que aparecen con conductas discriminatorias o de acoso sexual, los que se están abordando a través de los sumarios, con las investigaciones que están llevando adelante. Dos fiscales están llevando adelante aproximadamente diez investigaciones por estas denuncias, varias asociadas al abuso de poder que se da mucho en los espacios universitarios con relaciones asimétricas.