Estimulación del lenguaje en niños, una labor de familia
Últimamente han surgido diversas posturas sobre la estimulación de los niños, el rol de la madre y cómo los modos de crianza han cambiado en el tiempo. Independiente de las distintas opiniones, es importante destacar que hay cambios y uno es que padres y madres tienen mayor conciencia respecto de la importancia de la estimulación en el desarrollo de los niños, sobre todo del lenguaje como facilitador del aprendizaje. Prueba de esto es la mayor consulta al fonoaudiólogo porque niños menores de tres años no hablan o niños de dos años no se comunican con su medio. Como especialistas del lenguaje y la comunicación a los fonoaudiólogos nos gustaría dejar de escuchar explicaciones como "es regalón" o "ya va a hablar", en especial de parte de profesionales de la salud.
Los modos de crianza han cambiado y es lógico, vivimos en un mundo globalizado, tecnológico y dinámico. Hombres y mujeres queremos participar de él, nos planteamos desafíos y metas, para lograrlo necesitamos trabajar juntos y apoyarnos. Considerar a la madre como única formadora y estimuladora de los hijos es tan errado como considerar que todos los problemas del desarrollo son su responsabilidad. Toda la familia debe participar de la estimulación y desarrollo de los niños. Diversas teorías neurocognitivas y neuropsicólogicas nos hablan, desde hace mucho tiempo, del papel del entorno en el desarrollo de los niños y niñas. Asimismo, destacan cómo el conocimiento se va construyendo con el andamiaje que entregan los adultos. Adicionalmente, sabemos que uno de los aprendizajes más potentes se da entre pares.
Cuando hablamos de estimulación, nos referimos a una familia completamente activa: padre, madre, hermanos, primos, amigos y quienes interactúan con los niños. Cada uno aporta al enriquecimiento de este cerebro en desarrollo con juegos, vivencias, cuentos, incluso cuando lo saluda y lo mira a los ojos.
Sumado a la estimulación familiar es importante destacar papel de programas como "Chile Crece Contigo", que ha posicionado a la estimulación temprana en el centro de atención primaria de salud, apoyando, orientando y facilitando la derivación precoz al activar la alerta temprana desde el control sano que realiza la enfermera.
Parece ser momento de valorar e incentivar la participación de toda la familia en la estimulación de un niño o niña, más aún cuando tiene alguna alteración del neurodesarrollo. Padres, hermanos, abuelos y familiares construyen aprendizaje. Nuestro entorno es determinante no sólo en lo cognitivo, sino también en lo social y psicológico. Una familia activa e involucrada es sinónimo de un camino seguro hacia el bienestar de niños y niñas, garantizándoles su pleno desarrollo desde sus propias capacidades y particularidades, en los distintos ámbitos de su vida personal y social.
fonoaudióloga y máster en
Neuropsicología Infantil,
académica
Fonoaudiología, USS