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Joven de Hualpén representa un gran ejemplo local de inclusión laboral

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Luis Alejandro Soto Soto es un ejemplo de esfuerzo y superación. Este joven de 27 años, oriundo de Hualpén, ha tenido que sobreponerse desde muy pequeño a las dificultades que se le han presentado en la vida.

Cuando era un niño, le diagnosticaron discapacidad intelectual y además sufre de hemiplejia, una enfermedad que le tiene paralizado el lado derecho del cuerpo. A pesar de esto, Luis, con una valentía admirable, decidió luchar por su desarrollo personal y gracias al coraje que ha tenido, hoy en día se encuentra felizmente trabajando en el restaurante Mamut de Concepción, lugar en el que se desempeña como asistente de garzón.

"Me encanta mi trabajo, me apasiona. Me llevo muy bien con mis compañeros y el ambiente que hay acá es muy bueno", cuenta con mucho entusiasmo Luis, quien va a cumplir nueve años trabajando en el local.

SUPERACIÓN

Para poder superar las dificultades con las que se ha enfrentado desde niño y, sobre todo, para cumplir con sus sueños y desarrollarse laboralmente, Luis se formó en la Escuela Los Aromos de Hualpén, de la Fundación Coanil, la institución más importante del país al servicio de personas con discapacidad intelectual.

Los primeros días de Luis en Los Aromos no fueron fáciles: "cuando llegó, presentaba conductas desafiantes y no tenía interés en el mundo laboral. Lo único que le preocupaba era conquistar mujeres", recuerda Gabriela Aránguiz, quien era su profesora.

Sin embargo, a pesar de las dificultades que hubo en un principio, Luis empezó a madurar y cambió considerablemente con el apoyo que Fundación Coanil le entregó: "Me enseñaron a ser respetuoso, comprensivo y amable. Me ayudaron a superar las mañas y rebeldías y me prepararon para ser un buen trabajador", cuenta Luis, quien pasó de un total desinterés por la vida laboral a considerarlo como una de sus prioridades.

Sobre la preparación que le dieron a Luis al interior de Coanil y que hoy le permite desarrollarse sin ningún tipo de problemas en el ámbito laboral, Gabriela Aránguiz entrega detalles que fueron relevantes: "En una primera instancia se desarrollaron sus habilidades socio laborales, mediante el proceso de capacitación dual, al cual asistía dos a tres veces por semana a distintas empresas, en donde aprendía directamente los roles que se deben cumplir dentro del contexto laboral".

BUENA ADAPTACIÓN

Tan efectivo fue el proceso de formación y capacitación que Luis vivió al interior de Coanil, que actualmente cumple a cabalidad con las labores que le entregan en su trabajo: "Luis tuvo una adaptación muy rápida, es uno más. Me sorprendió la facilidad que tuvo para aprender a desarrollar su trabajo de gran manera", detalla Ariela Medina, jefa de Luis en Restaurante Mamut.

Medina agrega que "Luis es muy proactivo, puntual y responsable, se desempeña muy bien, es buen compañero y es uno más dentro del grupo".

Respecto a la acogida que ha tenido al interior de su trabajo Medina no duda en destacar el compañerismo que se ha generado: "desde un principio lo recibimos muy bien, sus compañeros nunca han hecho una diferencia por su discapacidad. En eso, Luis ha sido clave, ya que nos demostró que es capaz de hacer todo lo que se le pida".

Él no ha estado sólo en este proceso, ya que su familia ha sido un pilar fundamental. Su madre, Nancy Soto cuenta que siempre han estado a su lado, "entregándole buenos valores, pero lo más importante, estando para cualquier cosa que necesite".

Nancy Soto es quien más orgullosa se siente por todos los logros que ha conseguido su hijo: "A pesar de las dificultades que ha tenido, ha demostrado una gran fortaleza para asumir su condición y a relacionarse con los demás sin problemas. En ese sentido Luis nos ha dado una tremenda enseñanza", finaliza Nancy.

El aporte de ley 21.015

La ley 21.015 incentiva la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral y obliga a empresas e instituciones -salvo excepciones- a cumplir con cuotas entre sus trabajadores.