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Estudiantes de Coelemu sacan pasajes a la Antártica

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Un grupo de estudiantes del Colegio Santa Teresita de Coelemu, quien trabajaron en colaboración con alumnos del Colegio Constitución del Maule, fueron los ganadores en la categoría Ciencias Naturales de la XV Feria Antártica Escolar (FAE 2018), que se realizó entre el miércoles y viernes recién pasados en Punta Arenas.

Las estudiantes de tercer año medio del Colegio Santa Teresita de Coelemu Nicole Castro Rodríguez y Estefanía Segura Durán, guiadas por el profesor de Biología del establecimiento Cristián Tapia Herrera, enviaron su trabajo de investigación en la categoría Ciencias Naturales con el nombre, "Actividad antibacteriana de compuestos producidos por macroalgas antárticas".

El trabajo fue desarrollado en conjunto con los estudiantes Vicente Garrido y Carolina Herrera, del Colegio Constitución, estos últimos dirigidos por el docente Andrés Freire Contreras, quien se desempeñó en el Colegio Santa Teresita hasta el año pasado.

Desde el mes de marzo, ambos grupos trabajaron colaborativamente para preparar la investigación, en una ardua tarea, lo que llevó a los estudiantes a potenciar sus habilidades científicas, además de reforzar los conocimientos relacionados con la propuesta presentada, lo que finalmente las llevó a ser las ganadoras de la Feria Científica.

Según expresó el coordinador académico del Colegio Santa Teresita de Coelemu, Hans Aguayo, el desempeño de las alumnas enorgullece a la comunidad estudiantil. "El colegio promueve y apoya la participación de sus educandos en diversas actividades que permiten desarrollar habilidades y competencias en las distintas áreas", precisó.

Se espera que el viaje a la Antártica se concrete en diciembre próximo, en virtud de clima en esta aislada y lejada zona del país.

Selección nacional

Quince fueron los proyectos seleccionados de un total de 86 participantes a nivel nacional, en áreas de las Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Desarrollo Tecnológico.

Fomento de la ciencia

Fomentar la valoración del desarrollo científico nacional y despertar la vocación científica y tecnológica en los jóvenes es el objetivo de la feria.

Nuevas estrategias para prevenir el VIH/SIDA

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De acuerdo a la información entregada recientemente por el Ministerio de Salud, en Chile, viven alrededor de 69.995 personas con VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana), número que podría ser aún mayor considerando que existe una importante cantidad de habitantes que no saben que son portadoras de este virus.

De acuerdo a información proporcionada por Onusida, se detectan 5.000 nuevos casos anualmente, cuyo rango etario corresponde en su mayoría, a personas entre 15 y 49 años. Si bien el principal grupo poblacional afectado son los adultos entre 20 y 39 años, durante 2016 se observó un aumento del 20% en relación al año anterior en el grupo de población adolescente (15 a 19 años). Este aumento en conjunto con las cifras reportadas y la meta 90-90-90 para el año 2020 propuesto por ONUSIDA, impulsó al Ministerio de Salud a crear un Plan Nacional de Prevención del VIH/SIDA para enfrentar esta problemática.

Es de conocimiento público que la infección por VIH ha aumentado de manera sostenida desde el año 2010 a la fecha de acuerdo a lo publicado por la Corporación Sida Chile, es por esto que deben buscarse nuevas estrategias de abordaje con el objetivo de disminuir la transmisión del virus, promover el sexo seguro entre los jóvenes, además de asegurar el acceso oportuno a tratamiento una vez que la infección se ha adquirido.

Uno de los objetivos de este nuevo Plan de Prevención es sensibilizar a la población respecto de esta infección, crear conciencia y así evitar nuevos contagios especialmente en la población de riesgo, los adolescentes y jóvenes. En este contexto las comunidades educativas, lideradas por el Ministerio de Educación, aunarán fuerzas para llegar a los establecimientos educacionales y toda la sociedad civil.

Otro de los objetivos es fomentar el autocuidado y la educación sexual en los jóvenes y adolescentes mediante campañas comunicacionales, información disponible para la sociedad civil, profesores y estudiantes de manera que puedan empoderarse en estos temas y tomar mejores decisiones.

Con el objetivo de disminuir la transmisión del virus se comenzará a distribuir el preservativo femenino en los centros de atención primaria además de mejorar la cantidad y distribución existente de condón masculino, esto permitirá que las mujeres puedan acceder a este método de protección (barrera) y así responsabilizarse de forma activa en la prevención y autocuidado.

Otro gran eje de este nuevo plan es la distribución y aplicación de test rápidos en los centros de atención primaria con el fin de mejorar el acceso y oportunidad al examen de VIH, esto permitiría obtener un resultado en minutos y con menor tramite administrativo. Actualmente el test de ELISA se realiza en centros públicos y privado de mayor complejidad obteniéndose resultados en días o incluso semanas. La aplicación de este testeo rápido, permitiría disminuir de forma considerable el tiempo de obtención de un resultado.

El último eje de este nuevo Plan, es mejorar y asegurar la cobertura a tratamiento de personas que ya son portadoras del VIH, preparando a los servicios de salud para la alta demanda y nuevos casos que podrían pesquisarse al mejorar el acceso al examen.

El abordaje multisectorial y el involucrarse cada uno desde su vereda es fundamental para enfrentar este nuevo escenario. El VIH no discrimina nivel socioeconómico, género tampoco nivel educacional. Prevenir y educar es tarea de todos.

Coordinadora mención Bioanálisis Clínico, Inmunohematología y Banco de Sangre

Tecnología Médica

U. Andrés Bello

"Hay que garantizar el derecho al confort térmico de los niños"

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Han pasado poco más de dos semanas desde que se transformó en noticia la gélida condición en la que los alumnos de un colegio de San Pedro de la Paz reciben sus clases y pasan largas jornadas. La denuncia, en medio de días especialmente fríos en la ciudad, fue que debían soportar temperaturas que bordeaban los 0°C. Casi como estar a la intemperie, pero entre cuatro paredes.

Una situación indignante, pero lejos de ser un hecho aislado ni mucho menos reciente. De eso puede dar fe la doctora Maureen Trebilcock, directora general de Relaciones Institucionales de la Universidad del Bío-Bío, y académica e investigadora de la Facultad de Arquitectura.

Hace cerca de ocho años comenzó a trabajar en torno a temas como el confort térmico en las aulas escolares junto a un grupo de expertos. "Existe el derecho al confort térmico, pues es una dimensión del bienestar, pero pareciera que los niños son un segmento que no tiene este derecho, porque un adulto, en una oficina, no soportaría las condiciones que ellos soportan, sea en temporadas de frío o de calor", afirma la arquitecta, especialista en Arquitectura Sustentable y Eficiencia Energética.

NORMAS VERSUS ESTUDIOS

La profesional ha participado en distintos estudios y el primero, con establecimientos rurales de las regiones de la Araucanía y de Aysén, halló que había temperaturas muy inferiores a lo que la normativa dicta, cuenta.

El 2012 formó parte del equipo que desarrolló una guía sobre eficiencia energética para establecimientos educacionales, en colaboración a la Agencia Chilena de Eficiencia Energética y el Ministerio de Educación. Más recientemente vino un proyecto de investigación Fondecyt, que trabajó con escuelas con distintos grados de vulnerabilidad de Iquique, Santiago, Concepción y Puerto Montt. "Medimos la temperatura en aulas de cuarto básico durante el invierno y a fines de la primavera. Además, hicimos encuestas a los niños y profesores", cuenta.

Y, ¿qué encontraron? "Sobre todo en Santiago, Concepción y Puerto Montt, en invierno las temperaturas estaban mucho más bajas de lo que se esperaría por las normas que existen y las recomendaciones internacionales. En verano, principalmente en Santiago, muy altas", cuenta. Uno de los casos que más llamó la atención fue un establecimiento de Santiago con altos índices de vulnerabilidad, donde en agosto la temperatura en un día fluctuaba entre 8° y 15°, y cuatro meses después entre 25° y 32°. "Prácticamente es lo mismo que hay al exterior", apunta.

-En Chile, lo único que regula la sala de clases es un decreto supremo del Ministerio de Educación (el 548), que habla de 12°, pero eso no tiene nada que ver con lo que se recomienda en las normas internacionales. Éstas recomiendan entre 20° y 26° grados como rango.

-Sí, podemos deducir que 20° pueden ser muy altos, sobre todo porque los niños se adaptan a temperaturas bajas fácilmente, entonces podríamos hablar de un rango que podría ser entre 17° y 18°.

De las encuestas que realizamos, algunas cosas interesantes que hallamos tienen que ver mucho con la resiliencia de los niños. Tienen un metabolismo distinto al de los adultos y se adaptan más al frío, y no soportan mucho las temperaturas altas. Su confort, en general, está dado a temperaturas más bajas que los adultos. Esto también ha sido encontrado por estudios internacionales. No obstante, en Chile esta adaptación al frío es con una serie de capas de vestimenta, que no es lo que uno esperaría, pues puede afectar su comodidad y movilidad, lo adecuado es que las aulas estén a una temperatura más confortable.

-El diagnóstico es la mala calidad de la construcción, principalmente los establecimientos antiguos, porque los más recientes tienen otros estándares, también un mal (o nulo) aislamiento de muros y techos, ventanas con marcos de acero, vidrios simples y algunas además están rotas. Si no tienen calefacción es poca la diferencia entre estar ahí y a la intemperie. Y si tienen, si la construcción es mala es gastar energía en calefaccionar sin resultado, porque el calor se escapa. En otros casos, los sistemas de calefacción no se ocupan porque generan un alto costo que no alcanza a cubrir el presupuesto del colegio.

-Intentamos hacerlo, pero no es muy fácil, ya que el rendimiento de los escolares es multifactorial. Lo que sí vimos, es que en las escuelas más vulnerables los niños se adaptan a temperaturas mucho más bajas: su temperatura de confort era 13°, la que es bajísima. En los de menor vulnerabilidad nos daba 17° o 18°. Es una diferencia súper importante y coincide en que los más vulnerables tienen menor desempeño en el Simce y un rendimiento académico más deficiente.

Y si bien no se puede establecer científicamente la relación entre los dos factores, se puede inferir. Si una sala en invierno está entre 8 y 15°, y cuatro meses después el termómetro incluso supera los 30, es imposible no le afecte a los niños.

-Es un reflejo de la desigualdad de la sociedad. Es una cadena, los niños se adaptan, pero los que más lo hacen son los que provienen de familias más pobres, muchos viven en campamentos, están acostumbrados a situaciones adversas, asisten a escuelas más vulnerables, con temperaturas más bajas en sus salas de clases y muestran menor rendimiento académico. Por ello, no se trata de conformarse con que los niños se adapten más, sino con garantizar su derecho al confort térmico, comprometiéndose a mejorar la infraestructura y diseño de las escuelas e implementando sistemas de calefacción sustentables, eficientes y económicos, porque de otro modo no los van a usar.

Temperatura

y bienestar

El confort térmico

Es una sensación subjetiva de confortabilidad en relación a distintas condiciones como humedad, vestimenta o actividad, pero la temperatura es un factor clave.

Factor sociocultural

El clima de un lugar, y contextos socioculturales son también determinantes en el bienestar térmico. Así, quien no tiene acceso a calefacción, adapta su sensación de confort.

Calefacción

La norma indica que en Chile, desde Ñuble hacia el sur es obligación que los establecimientos cuenten con calefacción. Pero, su uso no siempre se cumple.