A los 6 años niños deben hablar y expresarse sin dificultad
Que el hijo no hable bien, tenga dificultades para pronunciar ciertas letras o reemplace algunas en las palabras, que sólo sea la mamá quien entiende lo que dice un pequeño o que tenga su propio idioma. Esas son situaciones comunes en la infancia y también las inquietudes más frecuentes de los padres que deciden llevar a los pequeños al fonoaudiólogo, ante la sospecha de que se esté frente a un problema en la esfera de la comunicación humana.
Y con razón, pues son distintos los trastornos que podrían presentarse y en distintas dimensiones. Así lo afirma la fonoaudióloga Lorena Carmona, coordinadora académica de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad del Desarrollo de Concepción, quien aclara que las dificultades se pueden dar en el lenguaje o el habla. Un punto importante, ya que si bien son conceptos que muchos utilizan como sinónimos, dicen relación con procesos diferentes; mientras el lenguaje está relacionado con lo cognitivo, con la expresión y comprensión, el habla es la ejecución del lenguaje, la fonética.
Así, apunta que si no hay antecedentes como alteraciones neurológicas y/o sensoriales, es decir una causa que explique su aparición, para la esfera del lenguaje se puede diagnosticar retraso del lenguaje en infantes menores de 2 años y 11 meses, y trastorno específico del lenguaje en los mayores de 3 años (TEL). En cuanto al habla, se puede diagnosticar un trastorno de los sonidos del habla, también conocido como dislalia, o tartamudez, que también se menciona como disfemia, disfluencia o espasmofenia.
HITOS DEL DESARROLLO
Según aclara Lorena Carmona, los mencionados trastornos de la esfera de la comunicación en sus distintas dimensiones se puedan dar de manera aislada o también en conjunto, y que si bien existen casos en que se presentan en niños y niñas donde hay antecedentes familiares, también sucede en aquellos sin este factor.
Por lo planteado es siempre importante que papás, mamás y adultos responsables mantengan una mirada aguda en los niños y en su comunicación, siendo básico reconocer los hitos del desarrollo, tanto del lenguaje como del habla, que se esperan en cada edad.
Así, especifica que se sabe que a partir del año de vida, los niños y niñas son capaces de seguir instrucciones simples, contestar preguntas sencillas y logran expresar palabras familiares de uso frecuente como "mamá", "papá" y "tata", y hacen sonidos de animales.
Añade que a los 2 años, aunque de manera no perfecta, pueden decir al menos 50 palabras, realizar frases simples de 2 o 3 elementos y comprender todo lo que se relaciona con actividades de la vida diaria. "Y así, sucesivamente, el lenguaje se va desarrollando hasta llegar a los 6 años, cuando un niño o niña debe ser capaz de hablar y expresarse sin ningún problema", dice.
Desde lo anterior, la fonoaudióloga Paulina Lin, académica de la Escuela de Fonoaudiología de la Universidad Andrés Bello, precisa que a los 6 años se espera que un niño tenga adquirido el repertorio fonético completo del español (en Chile) y que es esperable que hasta entonces diga un determinado sonido en algunas palabras y en otras las sustituya u omita, sobre todo si se trata de aquellas más complejas, pues es un proceso y la adquisición de ciertos sonidos es más rápido que otros. "Es normal que a los 3 años no produzca el fonema 'L' o 'R' y, por ejemplo, en vez de 'luz' diga 'duz', o 'cala' en vez de 'cara'. También es normal, que un niño de 3 años no produzca adecuadamente el fonema 'S', generando un ceceo", asevera.
Son los mencionados sonidos, además de la "RR" son los de estabilización más tardía, especificando que "la 'S' y 'L' deben adquirirse a los 4 años, la 'R' a los 5 años y la "RR" entre los 5 y 6 años. El resto de los sonidos deberían estar presentes antes de los 4 años".
NO ESPERAR
A partir de lo expuesto, Lin destaca que "si estos errores afectan severamente lo que los otros comprenden del mensaje del niño, pudiendo acompañarse de dificultades en las estructuraciones de oraciones, o si se extienden más allá de los 6 años, se recomienda consultar a un fonoaudiólogo".
Lorena Carmona enfatiza lo anterior, dejando en claro que al percibir dificultades hay que consultar lo antes posible y así evitar el mayor impacto en el desenvolvimiento social y/o académico de los menores. "La recomendación jamás será esperar para ver si hay evolución positiva del habla y/o lenguaje. Mientras antes se realice la evaluación e intervención mejor será la evolución y el pronóstico", finaliza.