Obra "A Dios lo que es de Dios" vuelve a escena con los temores de un pastor
Luego de una aplaudida primera temporada en abril pasado, la obra teatral "A Dios lo que es de Dios", dirigida por el actor local Juan Pablo Aguilera, vuelve a escena para ponerse a disposición de quienes aún no han podido disfrutar de este monólogo armónico, dramático, excesivo y confrontacional, que aborda los temores de un pastor evangélico.
La apuesta teatral, protagonizada por Paolo Marisio, trae de regreso esta especie de diálogo imposible que se instala entre los seres humanos y Dios, en dos funciones agendadas para mañana y el jueves, a las 19:30 horas, en la sala de espectáculos de Artistas del Acero.
"La gente debe ir a verla, porque no es una burla a los evangélicos o una sátira de ellos. De hecho hay gran parte que responde al teatro realista. Es como un tema puesto en el escenario para su posterior análisis. Puesto bajo varios ojos, varios planos del personaje y su relación con el pueblo y con Dios", señala Aguilera, el también integrante de la compañía Teatro La Concepción.
La dramaturgia de esta puesta en escena cruel, directa e irónica, corresponde a Jean Chatnez, un seudónimo que protege la verdadera identidad del autor local, que escribió el texto en secreto.
Pero esta creación va más allá de lo que cree su autor y director. "No es un escupitajo de ideas para decir lo que nosotros pensamos. Creemos que una de las riquezas está en que el público toma sus propias conclusiones y piensa lo que quiere pensar. Siempre es rico contribuir a la sociedad, al pensamiento crítico y analítico", comenta.
"PROPUESTA VALIENTE"
El montaje, que se estrenó el 18 de abril pasado, alcanzó una buena recepción del público. "Quedamos muy contentos, porque la obra gustó mucho, la gente habló de la calidad actoral y de la dirección como una propuesta valiente y con grandes puntos de inflexión, además de un desarrollo escénico importante para un monólogo. Por otra parte, a todas las funciones llegó un buen marco de público, eso nos dejó muy contentos", apunta Aguilera.
En relación a las sensaciones, los espectadores han respondido de diversas maneras ante esta propuesta teatral. "Sentimos que la gente transita por varias emociones al ver la obra, siente desagrado, risa, conmoción, pena y asco, entre otras. Sin duda que la temática es fuerte, los pastores evangélicos ya son personajes en sí, pero creo que se recibió con respeto y altura de miras, tal como nosotros quisimos proyectarlo en la obra", dice.
MÁS RODAJE
El montaje tomó forma en 2017, gracias a un trabajo colaborativo y autogestionado.
En total suma sólo 6 funciones. "La obra necesita rodaje, que la vea más gente, que se muestre ahora y en algunos meses más nuevamente. Es un gran trabajo que necesita verse", sostiene.
Y en la búsqueda de nuevos espacios de difusión, Aguilera anuncia dos funciones más este 22 y 28 de junio, a las 23 horas, en Casa de Salud. "En Casa de Salud trataremos de que la obra cambie lo menos posible. Sería ideal que fuese como en el teatro, pero el hecho de estar en un bar hará que la obra sea diferente", adelanta.
De todas maneras, piensa que Casa de Salud es un lugar muy valioso y que aporta enormemente a las artes. "Es maravilloso lo que hacen con tanto espacio para la difusión de todas las artes. Hace que la gente común que no se interesa por estas iniciativas, y que se va a tomar un trago y a bailar, pueda encontrarse con teatro", señala.
Sobre la proyección de esta apuesta, dice que "hay veces donde las obras traen un pasaje bajo el brazo para viajar muchísimo, y otras que no, pero la idea es esa. Viajar lo más posible para hacer funciones".