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Buscan revertir caída en la tasa de innovación de la Región

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Mucho se habla de innovación, un concepto que en los últimos años ha ganado terreno en Chile, sobre todo porque se está apostando a cambiar la matriz productiva del país.

Sin embargo, ayer, durante la inauguración de la Segunda Cumbre de Innovación, que organiza Cidere Biobío y que contó con una alta participación, el presidente de esta corporación, Harold Kauer, dio a conocer cifras que preocupan: la tasa de innovación en la Región del Biobío ha tendido a la baja en los últimos años.

Según la décima encuesta de Innovación del Ministerio de Economía (que establece el porcentaje de empresas que realizaron algún tipo de innovación en productos, procesos, organizacional o marketing) la zona mostró un 10,5% en el estudio, situándola en el penúltimo lugar del ranking nacional. Según Cidere, esta caída viene desde la séptima encuesta nacional de innovación con un 17,8%, continuó con un 15,8% en la octava y con 14,4% en la novena.

Con esas estadísticas en mano, el timonel comentó que la corporación desarrolló su Encuesta de Impacto de la Innovación, solicitando respuesta a 1.564 personas de empresas regionales, además de publicarla en redes sociales, pero en las dos semanas que se tuvo la consulta abierta y en línea llegaron sólo 162 respuestas completas, lo que muestra un bajo interés por la temática.

MAYOR DIFUSIÓN

"El 84% de las firmas nunca ha optado al beneficio tributario de I+D, a pesar de que en el Estudio Nacional sobre el tema se indica que prácticamente no existe rechazo de parte del Estado a este beneficio. Entendemos entonces que este instrumento legal requiere de mayor difusión entre las empresas de la Región del Biobío", estimó.

Además, sostuvo que el estudio mostró que existe un desconocimiento de cuáles son las instituciones a las que la gente tiene que acudir para hacer emprendimiento y cómo relacionarse con los instrumentos que el Estado facilita. "Corfo, Sercotec y muchas otras hacen una tremenda labor para poder promover el emprendimiento, pero la gente no sabe o se complica por temas administrativos, no sabe llenar un formulario o a quién acudir", apuntó.

En cuanto a las empresas, Kauer afirmó que hacen innovación, pero no está estructurada, por lo que se debe establecer un propósitos o metas que tienen que estar fijadas por las políticas de Estado.

PREOCUPACIÓN

Pablo Angelelli, especialista líder en la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo, sostuvo que como organismo no solo tienen la preocupación por la baja inversión del sector privado en innovación, sino que también en el sector público.

"Desde el banco tenemos una cantidad de apoyos a distintos países de la región para abordar esos desafíos, que requieren un enfoque bien integral. Las empresas invierten a veces poco en innovación porque tienen dificultades con su capital humano y ahí encontramos que en Chile está el desafío en obtenerlo y así idear las estrategias que lleven a las compañías a aumentar su nivel de inversión en I+D", planteó.

Agregó que quizás el motivo que existe por el cual hay muy pocos casos de empresas que usan el incentivo tributario para aplicar la investigación y desarrollo sea la falta de información o hacer que las compañías conozcan de mejor manera los instrumentos de fomento que están disponibles. A ello se suma el que el Estado sea un poco más ágil para procesar las demandas del sector privado.

A juicio del personero, si los niveles de competencia en el sector privado fuesen más altos, habría una necesidad de por innovar más potente.

Katherine Villarroel, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Innovación y Desarrollo, compartió que lamentablemente no se esté haciendo mucha innovación en las empresas, porque "hemos estado mucho tiempo aprovechando nuestros recursos, con la pura fuerza de los trabajadores y el capital para ello y no nos hemos hecho cargo de que nuestra economía, al estar basada en recursos naturales que no se renuevan, no podrá seguir en ese camino".

Añadió que ante este escenario, al único aliado que se puede recurrir es a la ciencia y la tecnología como para tener una base y así producir innovación.

A esto se suma la complejidad de los desafíos actuales, donde es clave incorporar el contexto social y ambiental que se da en el mundo.

Cristian Mosella, gerente de Innovación y Cambio Climático de Colbún, indicó que al ver números duros resulta frustrante apreciar la falta de inversión en innovación, pero "prefiero quedarme con el vaso medio lleno, pues hay mucho conocimiento que no se está generando en Chile. El I+D se está haciendo afuera, pero hay acceso de patentes que se liberan y es fácil acceder a lo que están realizando las grandes corporaciones o por lo menos a las líneas de investigación que están llevando adelante".

Durante la cita de ayer, también expuso el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Sebastián Sichel, quien detalló el objetivo institucional de pasar de ser una agencia de fomento a una que se enfoque especialmente en la productividad.

Además, explicitó los principales desafíos que enfrenta hoy la corporación, entre los cuales se cuenta simplificar y focalizar los instrumentos e impulsar el empredimiento y apoyo empresarial.

Sichel planteó también la necesidad de romper la histórica dependencia de los recursos naturales del país, sofisticando y diversificando la matriz económica.