Carlos Inostroza dice que uno de los mitos del recinto es que fue víctima de un incendio. "Lo investigamos. Recuerdo haber pasado con mi padre, a principios de los 90, y al preguntarle porqué el edificio estaba así, respondía que se había quemado y que hubo un terremoto (1939, 1960). Dos décadas después investigué y me di cuenta que no había restos de hollín en ninguna parte del edificio. Las estructuras de techo, que son de metal y se desfiguran con fuego, y estaban intactas. Entonces, lo del incendio es un mito urbano. Se abandonó y fueron demoliendo partes de los edificios".