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Alza de precio

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Mauricio Gutiérrez, seremi de Economía, señaló que la apertura de nuevas vacantes, no significa un aumento del esfuerzo pesquero. "Hablamos del corrimiento de lista en la jibia, porque las caducidades dejan fuera a muchos armadores que ya no están activos, y por eso se generan nuevos cupos".

Destaca que el aumento del precio del kilo de la jibia ha sido considerable. "En la década de los 90 se le consideraba plaga, y hoy en día es una alternativa viable para enfrentar la plena explotación de otras pesquerías. Tenemos precios que sobrepasan los $400 por kilo, y eso sin duda resulta muy favorable para el pescador artesanal".

En efecto, hace unos 15 años, el valor de la jibia en puerto era de $50 por kilo. Hoy el valor fluctúa entre $400 y $500 por kilo. Una embarcación menor, puede desembarcar en promedio 7 o 10 toneladas de jibia. Una embarcación entre 15 y 18 metros de eslora, puede descargar en un solo desembarque 20 o 30 toneladas. Las embarcaciones pueden salir a capturar todos los días, hasta agotar la cuota (156 mil toneladas). Lo anterior, da cuenta del nivel de ingresos que está generando el molusco en el sector artesanal.

Otro actor relevante de la cadena, son los comercializadores, que compran la jibia al armador artesanal, y posteriormente la vende, a un precio mayor, a la industria, que es la que finalmente elabora productos en sus plantas pesqueras y exporta, generando empleos formales y estables en la Región.

De despreciada a niña bonita: La historia de la jibia

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El calamar rojo más conocido como jibia es un molusco de carne blanca, que frecuenta las costas de Chile, especialmente la zona central. Esta especie pelágica es relativamente nueva para los consumidores, ya que el sector pesquero manifestó interés masivo en su extracción en estos últimos años y empezó a ser más familiar para la gente.

Fue recién en el año 2003 cuando, tras estudios y monitoreos se reconoció la captura de este recurso y se emitieron las primeras resoluciones para su administración. En un inicio la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) permitió su uso para reducción, es decir, para procesamiento de harina.

"La condiciones oceanográficas y biológicas registradas entre 2001 y 2003, favorecieron la presencia de este recurso hidrobiológico, provocando un crecimiento de su masa en volúmenes extraordinarios en las áreas marítimas entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía, generando interferencias en las pesquerías que se desarrollan en esas áreas", indica un decreto de la Subpesca en esa época.

Producto

de exportación

La jibia, un activo depredador de otras especies, comenzó a popularizarse en estos últimos 5 años, cuando la reglamentación la destinó principalmente a consumo humano, permitiendo que sólo aquel recurso que extraído en malas condiciones o en calidad de desecho, fuera destinado a harina.

Así, la industria apostó a la elaboración de productos congelados, y comenzó a exportarse. Hamburguesas de jibia, aros fritos de jibia, cubos para ceviche y otros, son algunos de los productos que se ofrecen en diversas salas de venta y que además se venden a reconocidos mercados como España, Corea del Sur, Rusia, México, China y Estados Unidos.

Rodrigo Valencia, director regional (s) del Sernapesca, indicó que "hace unos años no había mucho interés, los pescadores no la capturaban, y la jibia sólo se hacía notar cuando varaba masivamente en playas. Sin embargo, ahora registramos más de 2 mil embarcaciones en la región habilitadas para capturar jibia, y el desembarque nivel país se realiza mayoritariamente en los puertos del Biobío".

Por ello, la normativa para este recurso también es reciente, "y si bien enun principio se había autorizado la captura para reducción, en 2012 se cambió por destino principal el consumo humano. En ese periodo se le estableció una cuota limitada de extracción y recién en 2015 se conformó el comité de manejo de la jibia," explicó Valencia.

Estadísticas regionales

Los primeros registros estadísticos del recurso jibia como una pesquería de interés para la flota industrial y artesanal de la Región del Biobío, aparecen el año 2004, coincidiendo con una baja en la disponibilidad de la merluza común, explican desde la dirección regional del Sernapesca.

Las capturas del 2004 a 2012 fueron principalmente de embarcaciones artesanales pelágicas y con destino reducción, con puntos principales de desembarque San Vicente, Talcahuano, Lo Rojas y Lota.

Desde el año 2011 el Puerto de Lebu empezó a registrar importantes niveles de desembarque artesanal en la Región con una participación del 28% para ese año, constituyéndose en un recurso de interés, relevancia económica y alternativa a la reineta, para la flota artesanal lebulense.

Recurso clave para

Biobío

En la Región, existen 2.082 embarcaciones con autorización de captura, de las cuales clasificadas por eslora ( largo) predominan las menores a 12 metros con el 77,5%, siendo estas en su mayoría clasificadas como "bote a motor o remo" con 63% y lanchas 37% restante.

Para el año 2016 y 2017, el desembarque de jibia por parte de la flota industrial regional representó el 99,9% de la cuota país, principalmente en los puertos de Talcahuano, Coronel y San Vicente en orden de importancia.

En el sector industrial los desembarques de jibia ocurren hasta agosto dado que la cuota industrial se encuentra fraccionada mensualmente y no existen cuotas por armador.

El desembarque del sector artesanal regional para el año 2017 representó un 63%; un aumento considerable en la actividad extractiva del sector. Los principales puertos de desembarque han sido, Lebu y San Vicente, siendo el período con mayor desembarque entre marzo y junio, correspondiendo al 97% a embarcaciones con eslora inferior a 12 metros.

Nuevas vacantes

En 2012, la Subpesca cerró el acceso para la inscripción en el Registro Pesquero Artesanal (RPA) para el recurso jibia en todo el país, restricción que a la fecha se mantiene. Por esta razón, el "corrimiento" de la lista de espera en el Registro Pesquero es gran hito.

"Son 348 vacantes para armadores artesanales de la Región del Biobío. Entre el miércoles 23 de mayo y el martes 5 de junio aquellos armadores que están en lista de espera, deben acudir a las oficinas de Sernapesca, a ratificar su interés en acceder a la vacante", manifestó Valencia.

La resolución que emana del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, a través de la Subpesca, sostiene que una vez realizado este trámite, los interesados tendrán 30 días hábiles contados desde la fecha de término del plazo antes señalado para acreditar mediante certificación del Sernapesca y de la autoridad marítima, que la embarcación respectiva dispone del aparejo de pesca "Potera".

Los interesados deberán llenar el formulario "Solicitud de Uso de Vacante", y deben cumplir con los siguientes requisitos: estar Inscrito en el RPA en la Región, tener la pesquería de la jibia en lista de espera, cumplir con la habitualidad entre los años 2014 a 2017 y certificar que su embarcación dispone del aparejo de pesca potera.

Fondos Espejo del Transantiago: fuente de inversión regional

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A partir de los múltiples problemas que enfrentó el Transantiago desde sus inicios, se tramitó la Ley Nº 20.378 que ha permitido asegurar recursos públicos para subsidiarlo y así asegurar un servicio más acorde a lo esperado.

Para no concentrar estos beneficios sólo en Santiago, esta misma ley establece que se compensará a las regiones con una asignación presupuestaria equivalente para solventar el transporte local.

A modo de ejemplo, en la Región del Biobío, los recursos alcanzan a unos US$ 80 millones anuales que se distribuyen en múltiples usos con un alto impacto para sus beneficiarios inmediatos, pero con un resultado global incierto.

En particular, en la ciudad de Concepción urge avanzar con las demandas de mayor y mejor infraestructura para proyectos de movilidad ya que, a través de ésta, aumenta la productividad regional, el nivel de bienestar de sus habitantes y el cuidado del medio ambiente local.

Hay iniciativas que habría que relevar, como el impacto muy significativo que tendría mejorar la calidad de servicios del Biotrén. Basta ver el rol que ha jugado el Merval en las comunas de Valparaíso, Viña del Mar y otras. Para ello sería fundamental resolver el acceso del tren a la ciudad de Concepción, de modo que poco a poco pueda adquirir el carácter un servicio de alto impacto urbano, desde Coronel al norte.

Los recursos generados por el Transantiago para las regiones pueden cumplir un rol importante en asegurar la prestación de servicios de transporte de calidad permanente. Para ello será necesario revisar las actuales asignaciones y priorizar aquellas de mayor permanencia, como son las inversiones en infraestructura, así como también evaluar el mayor impacto de los recursos que se destinen en la calidad de vida de los habitantes de la región, estableciendo previamente una visión compartida entre todos los actores relevantes.

Carlos Cruz

Secretario

ejecutivo

Consejo de

Políticas de

Infraestructura (CPI)