Secciones

Casos de paperas aumentan casi tres veces en la Región

E-mail Compartir

Un aumento de casi tres veces la cifra de casos de parotiditis, más conocida como paperas, registra este año la Región del Biobío en comparación a lo notificado en el mismo periodo de 2017.

La Seremi de Salud del Biobío informó que desde enero a mayo van 220 personas contagiadas con esta enfermedad infecciosa viral, cifra que corresponde a 156 casos más que los informados en la misma fecha que el año pasado.

A nivel país, los casos también se han elevado, se pasó de 2.047 a 4.713 casos. Es decir, el doble de lo que hubo en 2017.

MENORES DE EDAD

El seremi de Salud, Erick Jiménez, expuso que este aumento, que triplicó las cifras de 2017, está afectando principalmente a menores de 15 años. El 38% de las notificaciones de la enfermedad corresponden a este grupo etario, específicamente se concentra en los niños de 5 a 9 años. A nivel nacional, los casos se concentran en mayores de 20 años.

El médico infectólogo del Hospital Las Higueras, Álvaro Llancaqueo, explicó que si bien hay un aumento porcentual importante de casos, en valores absolutos la cifra aún no debe alarmar.

"Además, las paperas, en general, es una enfermedad benigna. Lo que pasa es que puede producir pancreatitis u orquitis, que este último se asocia a la infertilidad en el varón por la inflamación del área testicular", expuso el experto.

Llancaqueo sostuvo que las autoridades deben seguir monitoreando para que como seguir evolucionado para ver qué acciones tomar, pues aseguró que por el momento no se puede pensar en incorporar una tercera dosis de la vacuna a personas de una edad más avanzada.

ESTUDIO

A raíz de la incidencia de casos, que se elevó de tres a 10 casos por cada 100 mil habitantes, la Seremi de Salud informó que inició un estudio, junto al Instituto de Salud Pública, para saber qué está generando este incremento de personas enfermas.

"Se tomaron al azar muestras de algunos casos, los que fueron enviados al Instituto de Salud Pública, por lo cual estamos a la espera de la tipificación para ver la cepa que está circulando en la comunidad", comunicó la jefa de Salud Pública, Cecilia Soto. Además, comentó que este es un trabajo que se realiza cada vez que la cantidad de casos es mayor a los que se proyecta, que en este tema no debería superar los 100 contagios anuales.

Soto contó que una cantidad de casos como esta no se presentaba desde el año 1990, cuando la vacuna contra la enfermedad se incluyó en el Plan de Inmunización Nacional (PNI). "Antes estábamos en otro escenario epidemiológico, por lo que no podemos comparar. Pero en este periodo no hemos tenido casos como el que está sucediendo ahora en el país", declaró Cecilia Soto.i

INOCULACIÓN

Actualmente, la enfermedad se previene a través de la vacuna tresvírica incluida en el PNI. Esta se aplica a toda la población cuando cumple los 12 meses de vida y se entrega una segunda dosis en primer año de educación básica.

El seremi de Salud informó que la cobertura alcanzada a la fecha en menores de un año es de un 85,6% y en alumnos de primero básico es de un 92%.

Este porcentaje de inoculación es positivo, ya que son cifras que permiten que se cree una "inmunidad rebaño", que disminuye la probabilidad de contacto entre un susceptible (persona sin vacunar) y un infectado, bloqueando la transmisión del agente infeccioso en dichos grupos. Sin embargo, las autoridades llamaron a los padres a aumentar la cobertura llevando a sus hijos a vacunar, ya que existe la hipótesis que sería el porcentaje de no inoculados el que estaría impactando negativamente.

"La acumulación de susceptibles (sin vacunar) y la presencia de factores desencadenantes como una población que no adquirió la inmunidad durante la niñez", contó Soto.

Las autoridades llamaron a la comunidad a tomar las medidas preventivas para evitar los contagios entre pares, como son el aislamiento de enfermos para evitar contacto con personas susceptibles. Esta es una medida que debe mantenerse por 7 días desde el inicio del cuadro clínico. También se debe desinfectar artículos que pueden estar contaminados con secreciones nasales y faríngeas, y además lavar de forma frecuente las manos.