Secciones

Circularon más de 560 mil vehículos en la Región

E-mail Compartir

Más de con 560.00 vehículos circularon por la Región del Biobío durante el año pasado de acuerdo a la última Encuesta Anual de Vehículos en Circulación, publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE)

Según el análisis, por Chile circularon un total de 5.190.704 vehículos durante el año pasado, lo que equivalió a 229.759 unidades más que en 2016.

De acuerdo al estudio, de la cifra alcanzada en 2017, 5.079.718 unidades correspondieron a transporte motorizado y 110.986, a no motorizados.

La región con el mayor parque automotor fue la Metropolitana, con 2.041.854 vehículos (39,3% del total), seguida por el Biobío, con 565.209 (10,9%), y por Valparaíso, con 541.913 (10,4%).

En tanto, la región con menos vehículos en circulación fue Aysén, con 41.547 unidades (0,8%).

A cuento a los tipos de transportes, del total, 4.686.084 (90,3%) correspondieron a transporte particular y otros, 304.561 (5,9%) fueron de carga y 200.059 (3,9%) colectivo.

Dentro de transporte particular destacaron los automóviles y station wagon, con 3.237.629 unidades (69,1%), seguidos por las camionetas, con 903.756 unidades (19,3%), y las motocicletas y similares, con 177.961 unidades (3,8%).

La mayor parte del transporte de carga estuvo compuesta por camiones simples, con 151.884 unidades (49,9%), los remolques y semirremolques, con 75.557 unidades (24,8%), y los tractocamiones, con 48.188 unidades (15,8%).

En el transporte colectivo, en tanto, destacaron los taxis colectivos con un parque de 60.325 vehículos (30,2%), los buses y transporte colectivo, con 49.277 unidades (24,6%), y los taxis básicos, con 34.762 unidades (17,4%).

Del total de motorizados, 4.868.793 (95,8%) fueron del tipo catalítico, ecológico, eléctrico y a gas. Las regiones con los mayores porcentajes de estos vehículos fueron la Metropolitana (40,7%), la del Biobío (10,5%) y Valparaíso (10,4%).

Impuestos verdes aportan más de $12 mil millones en Biobío

E-mail Compartir

En el marco de la reforma tributaria impulsada en el pasado gobierno, se incluyó un impuesto para las fuentes móviles denominado como "verde".

Aparte de obtener una mayor recaudación para financiar programas sociales, el tributo se asocia a una política de descontaminación en el país y por eso se incorporó desde diciembre del 2014 y fue progresivo a vehículos livianos que más contaminen con el objetivo de penalizar a los menos eficientes y a los que generan mayores emisiones de óxido de nitrógeno (Nox).

Es así que de acuerdo a la Tesorería, en la Región del Biobío se han recaudado desde el 2015 hasta mayo de este año $12.162.677.645. Al respecto, el seremi de Hacienda, Cristian Muñoz, afirmó que es una buena cifra, aunque desconocía si está dentro de las expectativas, pues es una norma impulsada en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet en el 2014.

BUENO Y MALO

En todo caso, aclaró que esto corresponde a "pagos que se hacen al momento de adquirir un vehículo nuevo y lo más probable es que en los primeros años, desde el 2014 al 2016, dado el frenazo económico, la internación de móviles bajó considerablemente. Por ende, las expectativas eran más altas de las que se esperaban e impactó en las cifras".

Ahora, el personero rescató los números del año pasado y en lo que va de este porque ha aumentado el parque automotor, lo cual es bueno y malo a la vez, ya que, por un lado ,está bien que la gente quiera tener su auto, pero por otra hay un costo social en cuanto a que a mayor congestión vehicular hay más tardanza en el desplazamiento y más contaminación, que en algunas ciudades es mucho más crítica, como Los Ángeles o Chillán.

De acuerdo al informe, en el año 2014, cuando esto estaba en ciernes, en el Biobío se concretaron apenas 16 pagos alcanzando una recaudación de solo $928.757. Sin embargo, al año siguiente, los números aumentaron a 18.371 sumando $2.425.323.868. En el 2016 se produjo un alza un poco menor, pues se pagaron por este concepto 19.578 sumando $3.278.450.744.

El año pasado, que para el sector automotor fue récord de ventas, se pagaron 26.853, con lo cual se obtuvo por concepto de impuestos $4.966.572.155 en lo que va de este 2018, que también se proyecta como muy bueno para el mercado, ya se han cancelado 8.171 por un monto de $1.491.402.121.

Cristian Muñoz afirmó que es claro que se observa que se va en aumento y, por lo mismo, espera que las marcas se batan en cuanto a ventas, porque la mayor confianza, en el plano económico, está llevando a que la gente renueve sus vehículos.

Hay que recordar que la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), en su último informe correspondiente a abril, las ventas del mercado de livianos y medianos en regiones crecieron 51,4%, superando en el mismo período las de la Región Metropolitana, que aumentaron 39%. En el Biobío se comercializaron 2.740 unidades nuevas, es decir, hubo un aumento de 51,5% en comparación a igual mes del año pasado.

NECESARIO

El seremi recalcó que este impuesto es necesario para aumentar la recaudación fiscal y recordó que por mandato constitucional en Chile no existen tributos con destino específico, sino que "los impuestos forman parte de un ingreso global que tiene el Ministerio de Hacienda y a partir de eso los distribuye de acuerdo a los compromisos que el Estado se va dando a través de la Ley de Presupuestos".

Otra cosa que hizo ver la autoridad es que, aparentemente, la gente al momento de comprar un vehículo, no se da cuenta que está pagando un impuesto con el que, a la postre, está ayudando a cubrir necesidades sociales. "Tengo esa impresión y ocurre lo mismo a cuando alguien compra cigarrillos o una botella de licor, que le interesa consumirlos. En el caso de los vehículos, al interesado le importa usarlo", recalcó.

En tanto, el gerente comercial de Salazar Israel, Eliot Cuevas, recordó que con esta ley, como fue progresiva desde el 2014, se produjo un boom de ventas cada diciembre, salvo los del 2016 y 2017.

Esto, explicó, se dio porque el 1 de enero de cada año se registra un aumento del tributo, algo que ya terminó y hoy es un porcentaje fijo que se aplica íntegramente desde el 2016.

La primera fracción, hizo ver el ejecutivo, era de un 25% del importe fijado y actualmente el pago es relativo. Algunos vehículos, y en general los de gasolina, pagan menos que va entre 1% a 2%, pero no así en diésel, que al tener la norma Euro 6 paga una menor cantidad.

De acuerdo a lo explicado por el Ministerio de Medio Ambiente , si un auto 4x4 diésel pagaba $500.000 en 2015, en 2016 fueron $700.000 y el año pasado subió a $900.000. Un auto gasolinero pasa de $70 mil a $80 mil, o sea, un 15% más.

La razón de esta diferencia es que petroleros contaminan entre 10 a 60 veces más óxido de nitrógeno que los gasolineros. Un auto híbrido paga solo $25 mil, y subirá a $27.000, dada su bajísima emisión.

COYUNTURA ESPECIAL

Cuevas señaló que los clientes nuevos o que son propietarios por primera vez de un vehículo cero kilómetro, de alguna manera es sorpresa encontrarse con que tiene que incluir el impuesto verde, no así el habitual y que está en renovación. "En el fondo, lo tiene como asumido en el precio y además que en la industria estamos con una coyuntura especial, producto del tipo de cambio y las distintas alternativas de financiamiento. Por ende, hay muchas facilidades para acceder a la renovación de un auto", notó.

En todo caso, el gerente comercial estimó que cuando nació la idea de aplicar este tributo, el objetivo no fue inhibir la compra de vehículos, sino que más bien fue financiar el programa de gobierno y vio una buena manera de poder lograr ingresos en las arcas fiscales aplicando un porcentaje que al verlo en términos relativos, aplicando entre un 1% y 2% sobre el precio de venta y en forma individual, no marca la decisión de comprar o no un vehículo. Pero al multiplicarlo con el volumen de venta nacional, sin duda representa un importante aporte.

"Cuando vino toda la reforma (tributaria), el gobierno no logró la recaudación estimada considerando, también, el bajo crecimiento país, pero no así hoy, que al haber una tasa positiva, todos los importes van a presentar una buena bolsa de dinero para que el Estado enfrente los gastos", destacó.

Por su parte, el seremi de Medio Ambiente, Mario Delannays, recalcó que esta medida tiene un doble propósito. Por una parte está tratar de inhibir las fuentes tradicionales de emisiones y a la vez aplicar el impuesto que significa un aporte a las arcas fiscales.

Remarcó que en la Región del Biobío la principal componente de contaminación es domiciliaria (uso de leña), la segunda industrial y tercera el transporte, por el uso de las calles. "Se ha registrado un aumento en la compra de vehículos de nuevos, pero como Estado se puede prever esto como tema conductual y así aplicar un impuesto donde hay un poco más de consumo para que la medida compensatoria sea efectiva", cerró.