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Estudian vínculo entre sonidos y comportamiento de las especies

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La Isla Quiriquina, Isla de Pascua y la zona del archipiélago de Juan Fernández han sido las escogidas para desarrollar el estudio "Sonido submareal de islas oceánicas como señal de orientación para el asentamiento de invertebrados y peces", con el que se que busca indagar el vínculo entre los sonidos ambientes de especies marinas y su comportamiento.

El doctor Iván Hinojosa, docente de la Facultad de Ciencias e investigador del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, es el líder del proyecto que lleva un año ejecutándose y que se enmarca en un Fondecyt de postdoctorado. La investigación también cuenta con el apoyo del Núcleo Milenio de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas, y la colaboración de investigadores de la Universidad de Toulon, en Francia, para el análisis de la información recabada y los resultados.

HALLAZGOS Y ETAPAS

Sobre la importancia de la investigación, Fernández afirma que "se conoce muy poco sobre el tema. Buscamos conocer el ruido de los peces que van emitiendo, cómo se comunica un pez, qué vocalización hace para llamar a la hembra. El objetivo es determinar la relevancia de este sonido". Para ello se está utilizando un hidrófono que se instala durante 24 horas.

Hasta ahora, uno de los principales ruidos identificados son unos que emiten los camarones y peces, denominados "click". Lo que se presume es que los camarones utilizan este sonido para alimentarse o pelearse entre ellos, y es probable que los peces los utilicen con fines reproductivos, para encontrar pareja.

También recalca el análisis sobre la orientación de las larvas, que luego de salir de la hembra se ponen a flotar en el océano, pero muchas de éstas tienden a nadar hacia la costa nuevamente para asentarse. "El sonido que ocurre en la costa podría ser una señal de atracción para la navegación de estas larvas", apunta.

Es así que mientras por ahora el énfasis ha estado en caracterizar el ruido ambiente, posteriormente se quiere analizar qué larvas usan el sonido ambiente para orientarse. Para el tercer año del proyecto, adelanta, quieren investigar de qué manera el ruido producido por las actividades humanas afectan sobre el comportamiento de los peces e invertebrados marinos.

Menciona, a modo de anécdota, un hallazgo inesperado pero valorado que se ha dado en el transcurso del estudio, específicamente tras un buceo en Isla de Pascua, cuando al descargar la información se dieron cuenta del canto de ballenas jorobadas. "Lo que fue una gran sorpresa y de una gran belleza acústica", sostiene Hinojosa.

Como el estudio se está desarrollando en islas de distintas regiones, también se busca evidenciar si existen diferencias entre las islas y el continente. "Esperamos encontrar que las señales acústicas en algunos lugares sean más diversos que en otros. En la costa continental debiera existir un ruido menos diverso que en las islas oceánicas, donde la diversidad de especies particular de cada lugar se reflejaría a través de los sonidos que estas emiten", finaliza.