La decisión de postergar la construcción de un tercer dique en los Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) en Talcahuano divide las aguas, más aún cuando no están del todo claras las razones de la autoridad para optar por esta vía.
Y es en este contexto, que los gremios empresariales y expertos locales dan luces sobre el impacto que esta medida tendría en la actividad económica regional.
La Cámara de la Producción y del Comercio (Cpcc) a través de su gerente general, Ronald Ruf, dijo que "la decisión de posponer una inversión en nuestra Región no es una noticia positiva". Argumenta que si bien Asmar tiene una capacidad instalada para la construir, reparar y mantener buques, tiene también una posición de privilegio internacional al contar con un dique flotante capaz de atender los requerimientos de embarcaciones de gran envergadura (Post Panamax) a nivel de la costa del Pacífico sudamericano.
rentabilidad social
y mirada estrategica
Ruf precisa que es por esta razón que este proyecto debiera ser analizado con una perspectiva de rentabilidad económica, social y estratégica. "Hoy desconocemos el real impacto que su construcción y operación podría tener para la economía regional; sin embargo, hay una cadena de valor que no se concretará y es la que está inherentemente asociada a todas las inversiones de carácter productivo que se realizan".
Coincidente con ello, el presidente regional de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), Gustavo Alcázar, sostuvo que "el anhelo de la construcción del tercer dique en Asmar es de larga data y se sustentaba en la visión de ser el primer dique en esta parte del mundo capaz de recibir buques Post-Panamax, mismos que hoy lideran el mercado de transporte de contenedores, lo que sin dudas sería un factor que contribuiría positivamente al dinamismo económico de la Región".
Respecto a las razones para posponer su construcción que apuntan a que su evaluación económica y social hoy no es viable, Alcázar señaló que frente a un monto limitado de recursos disponibles para inversión, parece razonable que se hagan aquellos proyectos que son más atractivos. "La Armada y Asmar declaran que justamente este es el criterio usado para optar por potenciar la construcción de buques, actividad que tiene mayor valor agregado en su proceso, mayor aporte tecnológico y genera un mayor número de empleos a largo plazo". Sin embargo, planteó que "la postergación de un proyecto de US$150 millones no es una buena noticia para nuestra asociación, Asimet, ni para los industriales del sector ni para la región, por el impacto que este tipo de proyectos tiene en el empleo durante su construcción y el número de trabajos directos e indirectos que se generarían vez en funcionamiento".
No obstante, si los mismos US$150 millones se quedan en la Región y se invierten en la construcción de buques o de otro proyecto industrial en la zona creemos que el resultado debería ser al menos equivalente, señaló.
A juicio del dirigente gremial, la única alternativa que superaría esta elección sería llevar adelante ambos proyectos en paralelo, aunque se recurra a un cofinanciamiento público - privado.
decisión compleja
Víctor Hernández, economista de la UdeC dijo que esta es una decisión bastante compleja, porque hay que tener claros los tiempos.
"Es indudable que un tercer dique implica una inversión de mediano plazo, por lo menos 5 años como para que se empiece a ver una recuperación de esa inversión, versus la alternativa de más corto plazo, de producir mejoras en la capacidad instalada actual de Asmar, para dedicarse exclusivamente a reparaciones y eventualmente, la construcción de algún tipo de nave.
Si se opta por el mediano plazo esa inversión implica una mayor concentración de recursos a la espera de obtener un retorno de esa inversión también a mediano plazo, con la diferencia de que no tenemos claridad respecto del futuro de dicha inversión y por ahí creo que pasa la decisión que se tomó".
Si optan por el cortísimo plazo en términos de hacer algunas readecuaciones a su capacidad instalada eso puede significar redituar algún tipo de rentabilidad que le traiga beneficios para Asmar y para el Estado y en consecuencia, generar externalidades positivas para toda la industria que gira en torno a esta actividad como las pymes metalmecánicas y proveedores de insumos diversos, lo que claramente tendría impactos en el empleo y por lo tanto, desde ese prisma es una cosa positiva y reactivadora de la economía.
una apuesta incierta
Explica que "hoy en día la tecnología y la competencia avanzan demasiado rápido y eso podría implicar que la reparación de naves experimente un cambio del punto de vista del modelo de negocios. A eso sumó, el hecho de que Chile está a final del mundo y si bien hoy hay muchas empresas que traen sus naves a reparación a Asmar, inclusive de otras armadas, pero construir un dique sin que se tenga la suficiente claridad respecto de la demanda futura es una apuesta incierta y que pone en peligro esa misma inversión de la cual estamos esperando obtener réditos a futuro".