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Cruz tras hablar con el Papa: "Tengo más esperanza"

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Uno de los tres denunciantes de haber sido sometidos a abusos sexuales durante la niñez por parte del ex sacerdote Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz, se reunió ayer con el Papa Francisco en el Vaticano, para relatar su caso. Tras la reunión de más de dos horas, el periodista afirmó que "tengo más esperanza en el futuro de nuestra Iglesia".

"Estoy conmovido. (El Pontífice) me escuchó con gran respeto, cariño y cercanía, como un padre. Profundizamos en muchos temas. Hoy tengo más esperanza en el futuro de nuestra Iglesia, a pesar de que la tarea es enorme", escribió Cruz en español e inglés en su cuenta de Twitter.

El periodista es una de las tres víctimas que fueron recibidas por el Papa, junto a James Hamilton y José Andrés Murillo, con quienes saludó desde un balcón del Vaticano.

Francisco se reunió el viernes pasado con Murillo, y el sábado fue el turno de Hamilton, por lo cual se espera que hoy los tres sean invitados a una cita conjunta con la máxima autoridad de la Iglesia Católica.

Los denunciantes fueron acogidos en la Casa Santa Marta, donde también se aloja el Papa.

Cruz, Murillo y Hamilton acusan haber sido víctimas de abusos por parte de Karadima cuando eran menores, razón por la que el ex párroco de El Bosque (Región Metropolitana) fue condenado en 2011 a una vida de penitencia por estos hechos.

El ex sacerdote habría contado con la complicidad del actual obispo de Osorno, Juan Barros, quien lo sucedía en la parroquia. El clérigo contó con la defensa del Papa durante su visita al país, argumentando el Pontífice la inexistencia de pruebas en contra de Barros.

El Promotor de la Justicia vaticana y obispo de Malta, Charles Scicluna vino a Chile a recoger los testimonios de las víctimas, cuyo informe fue enviado al Papa el 8 de abril. Francisco luego invitó a las víctimas y los obispos chilenos a Roma, admitiendo que cometió "graves equivocaciones de valoración" al haber recibido "información inexacta" de los hechos.

Estoy "muy contento de ver salir de sus conversaciones con el Papa a mis queridos amigos Jimmy y José, tranquilos y en paz y sintiéndose muy acogidos por el Santo Padre. Gracias a todos ustedes por tanto cariño", tuiteó Cruz.

Verdugo asegura que la DC "sigue de pie" tras salida de Gutenberg Martínez

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La presidenta de la Democracia Cristiana (DC), Myriam Verdugo, aseguró ayer que la Falange "sigue de pie" a pesar de la renuncia del ex timonel de la colectividad, Gutenberg Martínez.

Verdugo reaccionó así a la decisión de Martínez, quien el sábado oficializó su salida del partido a través de una carta, sumándose a la ola de renuncias que ha sacudido a la colectividad en los últimos meses y que incluye a su esposa, la ex senadora Soledad Alvear.

En la misiva, el ex timonel de la Falange afirmó que con pesar "vengo a presentar mi renuncia al Partido Demócrata Cristiano. Cuenten con la seguridad de que no existirá de mi parte ninguna crítica al PDC. Y que seguiré irrestrictamente leal a mi convicción demócrata cristiana".

Agregó, al igual que Alvear, que buscará la creación de un nueva corriente de inspiración humanista cristiana, porque "se está dejando desocupado el campo del centro".

"seguimos de pie"

"Lo que podemos decir es que respetamos el proceso de reflexión que llevó adelante el camarada Martínez desde el mes de enero y que el partido DC sigue de pie", partió diciendo ayer Verdugo al ser consultada por la renuncia de Martínez.

"Nosotros estamos dispuestos a escribir un nuevo capítulo de la Democracia Cristiana. Un capítulo que dé cuenta de un partido que se moderniza y que sobre todo aprende a interpretar a una sociedad nueva y no como los últimos 20 años donde nos habíamos dedicado solamente a administrar el poder", añadió la presidenta de la DC.

Respecto a la idea de Alvear y Martínez de impulsar un nuevo proyecto político, Verdugo señaló que "en las cartas de renuncia (los últimos militantes que han dimitido a la colectividad) han dicho que siguen siendo democratacristianos de alma, y por lo tanto yo espero que (...) ellos no esperan destruir el partido sino que estar fuera y construir otro proyecto distinto".

De todas formas, advirtió que "tenemos un fraccionamiento de partidos políticos que es impresionante. Más de 17 partidos políticos. Si creen que creando partidos políticos se mejora la política, difiero de ese análisis".

También el ex ministro de Obras Públicas y militante DC Alberto Undurraga abordó la polémica. "No es una sorpresa, ellos habían anunciado que estaban en un período de reflexión. La verdad que como toda decisión es respetable, pero yo soy de la idea que los cambios hay que hacerlos por dentro".

"Todas las renuncias son importantes, las de ellos por cierto. De las crisis se puede salir cuando se trabaja unido, cuando se trabaja en conjunto y se puede salir trabajando desde adentro", agregó el ex secretario de Estado.

fuera del gobierno

Por otro lado, Martínez abordó ayer en el programa Estado Nacional, de TVN, su salida de la DC y aseguró que dijo entender la necesidad de generar un movimiento que permita a los jóvenes establecer liderazgos y "representar de mejor forma a quienes dejamos de representar", con énfasis en los valores del humanismo cristiano.

En ese sentido, sostuvo que el movimiento a crear será de "oposición, una oposición democrática, constructiva, propositiva y fiscalizadora. En eso no tengo ninguna duda: no están en nuestros planes incorporarnos al Gobierno, pero sí está en nuestro planes ser promotores al diálogo".

Sobre las razones detrás de su renuncia, explicó que "al final de cuentas no caminábamos de la misma forma, no en la misma línea, nos paralizábamos unos a otros". De todas formas, aseguró que "yo quiero a la DC y quiero que le vaya muy bien. Yo no voy a hacer ninguna crítica ni ningún daño a la DC, por lo que no voy a hacer ninguna polémica".

¿Pasó la hora de la DC en Chile?

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Chile aún requiere más solidaridad y colaboración y menos individualismo y competencia. Nos duele la ausencia de las expresiones de cultura personalista y comunitaria que, traducida en solidaridad y fraternidad, nuestro Partido está llamado a practicar.

No siempre hemos hecho lo que decimos, ni dicho lo que pensamos. Más grave aún, reina entre nosotros una profunda desconfianza sobre qué pensamos y en qué creemos.

Es frecuente preguntarnos si estamos en lo mismo, o ya perdimos inevitablemente el mínimo común que nos permitió contribuir a la Promoción Popular, la dignificación del campesinado, la recuperación de la libertad y la Democracia, el reencuentro entre los chilenos y el respeto por los Derechos Humanos, en horas no tan lejanas de nuestra historia.

¿Pasó la hora de la Democracia Cristiana en Chile?

Algunas y algunos de los nuestros ya optaron por el viaje sin retorno. Atravesando una de las horas más complejas de la historia partidaria, en medio de una profunda crisis de identidad y convivencia, nuestra reflexión comunitaria nos lleva a concluir la vigencia del Mensaje Humanista y del Partido como instrumento eficaz, para las transformaciones culturales, sociales y estructurales pendientes.

Es la hora de fortalecer el Partido para poner la épica partidaria en perspectiva de los desafíos del siglo 21, que son desafíos de transformación y unidad, no de proyectos excluyentes, ni mucho menos individuales. No puede haber unidad social y política de los vanguardistas de Chile, sin unidad y fraternidad al interior de la Democracia Cristiana.

Porque el único pragmatismo válido en esta hora, es la sanación del alma de nuestro Partido, que vuelva a ser instrumento eficaz para transformar el Alma de Chile del individualismo a la Solidaridad, asumiendo que estamos en Política:

Para remarcar la frontera entre la Política, los negocios y los intereses particulares. Para sostener como eje fundamental el respeto de los derechos fundamentales en que se basa nuestro sistema democrático y la profundización del proceso de reformas estructurales ya iniciadas, para superar las desigualdades e injusticias sociales. Con todas sus letras, para defender las transformaciones iniciadas en todos los Gobiernos de la Concertación y de la Nueva Mayoría; para que el Partido sea la espada y escudo de los pobres, promoviendo la dignidad del Trabajo y los derechos de los trabajadores por sobre el capital.

Para que nuestro Partido asuma la defensa del Medio Ambiente y de la Educación como Derecho y no como un bien de consumo, por la Educación pública de calidad, sin lucro con recursos del Estado.

Para promover la reforma del modelo previsional, por la dignidad y derechos de las personas mayores.

Para que la Democracia Cristiana tenga la voz enérgica por el reequilibrio del desarrollo, promoviendo el poder local en nuestro territorio, frente al centralismo de las oportunidades y toma de decisiones.

En ese Partido crecimos y queremos entregar el total de nuestros afanes, para seguir sirviendo juntos, invitamos a creer y seguir queriendo un Chile mejor.

Álvaro Ortiz Vera, militante DC y

alcalde de

Concepción.