Alejandra Flores Flores, presidenta de dos organizaciones folclóricas y dirigenta social en el sector Costa Pacífico Sur, en San Pedro de la Paz, fue despedida ayer entre bailes y aplausos por familiares y amigos tras su deceso el martes en el Hospital Guillermo Grant Benavente en Concepción.
Fue un aneurisma cerebral, que se manifestó el domingo con un fuerte dolor de cabeza, el que puso fin a la historia de la mujer de 34 años, que hizo valer su última voluntad. Esto permitió un procuramiento multiorgánico en el centro asistencial, en el que se rescató su corazón, riñones, hígado y córneas.
Bárbara Román Ramírez conoció a Alejandra hace 12 años cuando llegó al grupo folclórico Antu-liwén, donde Alejandra era presidenta. Desde entonces recuerda que su amiga manifestó la idea de ser donante: "Éramos cuatro amigas que conversábamos y decíamos medio en broma '¿para qué vamos a dejar que nos coman los gusanos, si podemos entregarle vida a alguien más?".
Agregó que "Alejandra, además de ser integrante de los dos grupos folclóricos, también ayudaba a sus vecinos con lo que les faltara, si a alguno le faltaban pañales o leche, ella se movía e iba a la muni a pedir lo que hiciera falta. También hacíamos rifas, bingos o todo lo que pudiera servir para reunir fondos y ayudar".
Entre sus obras más destacadas, sus amigos folcloristas recordaron cuando consiguió financiamiento para que su grupo folclórico viajara hasta Argentina por dos años consecutivos a una competencia.
"Era hermoso como bailaba la cueca", contó Carlos Martínez Roco, profesor y fundador Kawllay, la otra agrupación a la que pertenecía.
ROL DE MADRE
Alejandra tuvo a su primer hijo a los 16 años. Dos años después tuvo al segundo y hace un año y medio fue madre por última vez. "Nosotros le decíamos la leona, la guerrera, porque por sus hijos siempre lo dio todo, nunca se achicó ante las adversidades de la vida", agregó Bárbara Román.
Carlos Martínez recordó que en el verano su hijo mayor sufrió un accidente, lo que la obligó a movilizarse con él en búsqueda de ayuda. Respecto a la relación que tenían ambos, el profesor de baile dijo que nunca vio como impedimento o una carga que Alejandra haya sido madre joven, sino que "se notaba la complicidad que tenía con su hijo mayor, era su compañero de vida. Ella siempre estaba detrás del escenario mirando como él bailaba y se sorprendía de todo lo que había avanzado".
En su funeral, que se realizó ayer en el Parque del Sendero camino a Penco, las agrupaciones ofrecieron bailes en honor a la presidenta de los grupos, respetando la voluntad que en ocasiones anteriores había manifestado. "Ella nos había dicho que cuando se muriera teníamos que despedirla con bailes y alegría, así que eso fue lo que hicimos", contó su profesor.
Agregó que vio a su familia "conforme porque se hizo su voluntad". Respecto a su posición como donante, Martínez dijo que con lo ocurrido "y al ver que se puede dar vida a muchas más personas, voy a evaluar mi decisión de no ser donante".
MULTIORGÁNICO
Tras su deceso se logró concretar el primer trasplante de corazón del año en el Hospital Regional a un hombre de 53 años de La Araucanía, pero que fue trasladado hasta Concepción para realizar la operación. Según dijeron desde el centro asistencial, el hombre evoluciona satisfactoriamente.
También se realizó un trasplante de riñones a un hombre de 41 años y se realizará un trasplante de una de las córneas en el mismo recinto asistencial, mientras que la otra se trasladó a Santiago.
Claudia Villalobos Sepúlveda, jefa de la Unidad de Procuramiento del Hospital, dijo que "esto nos demuestra que ella había hablado el tema con su familia, lo había meditado y nos habla de su generosidad, la cual respetaron su marido, hijos y hermanos tras su muerte".