Desayunar es clave para aprender más y mejor
El desayuno es ampliamente reconocido como la comida más importante del día. Los niños que lo consumen habitualmente tienen más probabilidades de tener una ingesta de nutrientes favorable, incluida una mayor ingesta de fibra dietética, carbohidratos totales y una menor cantidad total de grasas y colesterol.
Esta comida también hace una gran contribución a la ingesta diaria de micronutrientes. El hierro, las vitaminas B (folato, tiamina, riboflavina, niacina, vitamina B6 y vitamina B12) y la vitamina D son aproximadamente un 20-60% más altas en los niños que desayunan regularmente.
El consumo habitual de desayuno también puede contribuir a mantener un índice de masa corporal dentro del rango normal, evitando la probabilidad de malnutrición por exceso (sobrepeso y obesidad). Su consumo también está asociado con otros factores de estilo de vida saludable como reducción en la probabilidad de ser menos activos físicamente y tener un nivel de aptitud cardio-respiratoria superior. Además, hay evidencia de que el desayuno afecta positivamente el aprendizaje en los niños en términos de comportamiento, cognitivo y rendimiento escolar.
Desayunar tiene un efecto positivo en el rendimiento cognitivo de los niños, particularmente en los dominios de memoria y atención.
La evidencia sugiere un efecto principalmente positivo del desayuno en el comportamiento en el aula, los niños que desayunan son más capaces de concentrarse, prestar atención y están más alertas en la escuela. Esto está respaldado por evidencia que demuestra los efectos positivos del desayuno en el rendimiento cognitivo, incluida la atención y la memoria. De manera similar, este efecto puede asociarse con mejoras en el rendimiento académico por la asociación positiva entre la ingesta habitual de desayuno y el rendimiento académico. Además, una mejora en el comportamiento en el aula tiene el potencial de reducir la interrupción y producir un entorno de aprendizaje más productivo.
Así, el aumento de la frecuencia del desayuno habitual se asoció positivamente con un mejor rendimiento escolar. En tanto, el incremento de la calidad del desayuno habitual en términos de proporcionar una mayor variedad de grupos de alimentos y energía adecuada se relaciona positivamente con el rendimiento en el colegio.
Un buen desayuno debe incluir leche o yogur descremados, pan o cereales y fruta o jugos de fruta (sin adición de azúcar). También puede elegir otros alimentos como: palta, huevo, queso fresco o sin grasa.
Dir. Nutrición y Dietética
U. San Sebastián