Parte debate parlamentario para legalizar el aborto libre
Tras unos meses intensos de manifestaciones y disputas dentro y fuera del Congreso argentino, comenzó ayer el debate en comisión sobre un proyecto de ley que busca despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo en el país, en una primera jornada que contará con 32 interlocutores.
De ese grupo inicial, constituido por expertos de diferentes ámbitos como el legal, el periodístico y cultural, el religioso o el científico, 16 personas aportarán argumentos a favor durante la primera mitad del encuentro y los restantes expondrán sus razones para oponerse al aborto durante el resto de la sesión.
Este plenario de comisiones, presidido por el diputado oficialista Daniel Lipovetsky, tendrá lugar cada martes y jueves hasta finales de mayo y buscará elaborar un proyecto que pasará a debatirse oficialmente en la Cámara de Diputados en julio. "Básicamente, lo que enfrentamos hoy es una pregunta acotada: si vamos a seguir utilizando el derecho penal para restringir los derechos de las mujeres, a su libertad, a su autonomía y a sus decisiones reproductivas", expuso en la primera intervención del histórico debate Paola Bergallo, abogada e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
La diversidad de los actores que protagonizarán el debate se debe a que cada diputado y diputada pudo elegir a cuatro ponentes que forman un grupo "muy bueno" para representar un debate que les "debía la democracia", según Lipovetsky.
Como señaló posteriormente el director ejecutivo del Centro de Estudios Legales y Sociales, Gastón Chellier, su penalización "no disuade a las mujeres de practicarse abortos, solo hace que sean clandestinos, se practiquen de forma insegura y aumente la mortalidad de mujeres, en su mayoría las pobres y jóvenes".
En esta línea coincidió Mirta Alanis, titular de la organización 'Católicas por el derecho a decidir', quien aseguró que las "mujeres católicas también abortan" y si hacen "cálculos" de los abortos que se producen anualmente, "también se refleja esa proporción (en las católicas) en las prácticas que van al circuito clandestino".