Estación de Biología Marina UdeC se proyecta en el futuro
Víctor Gallardo, quien es profesor titular del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción (UdeC), manipula un erizo de mar con su derecha para luego depositarlo en un acuario con tiburones. Tranquilo asegura que aquellos no dañarán al erizo. "Son tiburones pintarroja y no son agresivos. Están destinados para trabajos de tesis", cuenta el docente tras volver a coger el erizo y dejarlo en otro acuario, que forma parte de las instalaciones de la Estación de Biología Marina de Dichato de la UdeC, que en noviembre del 2018 cumplirá 40 años.
En este tiempo se ha sometido a distintos cambios. El más significativo de ellos fue la reconstrucción que se hizo tras el terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010, el que destruyó gran parte del equipamiento pedagógico, además de trabajos de investigación de larga data.
Para este año, la estación espera recibir a 155 nuevos alumnos de las carreras de Biología, Biología Marina e Ingeniería en Biotecnología Marina y Acuicultura de la UdeC, pues los trabajos pedagógicos que allí se realizan tienen relación con fisiología animal, oceanografía biológica, ecología marina, cursos de buceo y labores que se traducen principalmente en muestreos de organismos marinos de zona costera para luego ser sometidos a trabajos de laboratorio.
NUEVA ESTACIÓN
Los serios daños que sufrió la Estación de Biología Marina de Dichato después del 27F, pues se emplaza en una de las zonas costeras más azotadas por el tsunami, provocaron que el recinto tuviera que interrumpir su quehacer que ya está sumando días hasta llegar a las cuatro décadas.
En dicha fecha, los daños más graves y serios fueron, principalmente en los equipos, trabajos de laboratorio y biblioteca. La pérdida económica es de 400 millones de pesos, estima el profesor Gallardo. "Yo perdí 50 millones de pesos sólo en dos microscopios que tenía. Puedo decir también que colegas perdieron el trabajo de toda una vida", confiesa.
No obstante, en 2014, con fondos del programa de Mejoramiento de la Calidad y la Equidad en la Educación Terciaria (Mecesup) del Ministerio de Educación, se inauguró la nueva estación al costado de lo que hoy son ruinas pertenecientes a la estación construida en 1978, la que, sin embargo, es recordada y conocida por quienes son parte de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, como lo refleja el testimonio de Julio Robles, alumno de quinto año de Biología Marina. "Las herramientas que habían en la estación anterior era de un gran calibre. Se hablaba mucho de la estación, yo supe de ella incluso antes de entrar a la carrera", dice.
La actual cuenta con equipos de buceo, microscopios, lupas, acuarios y cuatro aulas. La principal diferencia con la estación anterior, según el profesor Víctor Gallardo, es que en aquella existían dos casas de huéspedes. En una podían alojarse 20 personas, y en otra 10.
Pero, pese a las distinciones, los académicos, investigadores y estudiantes destacan el papel de que exista un espacio como éste por la importante la labor práctica que allí se realiza. "La estación tiene el principal valor de ser un complemento a las actividades teóricas que se realizan en la carrera. Muchas veces se pasa la teoría, pero en la práctica se queda el debe", opina Hans Rojas, también alumno de quinto año de la carrera de Biología Marina.
MAREMOTO
Víctor Gallardo recuerda que aquel 27 de febrero de 2010 se encontraba de vacaciones en Quilpué. Escuchó que un italiano anunció un terremoto y maremoto para la Región tras un enjambre de temblores ocurrido en diciembre de 2009. "Cuando supe les dije a mis colegas que sería conveniente apernar los contenedores al suelo, pero no me tomaron en cuenta", cuenta.
Recién el lunes de la semana siguiente al terremoto y posterior tsunami (que ocurrió un sábado en la madrugada), el profesor Gallardo pudo viajar a comprobar el estado de la estación. "Cuando iba en auto vi el techo de la estación y pensé que estaba bien. Pero cuando llegué, comprobé que todo estaba en el suelo", rememora.
La estación tiene una lancha de investigación oceanográfica llamada "Kay Kay II" y tras la catástrofe, afirma que rompió amarras y apareció en las faldas del cerro de enfrente. A pesar de ello, la lancha de investigación actualmente está operativa y mensualmente se utiliza para realizar muestreos de organismos marinos.
PROYECCIONES Y CONVENIOS
La doctora Carmen Morales, directora del Departamento de Oceanografía de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la UdeC, comenta que durante los próximos 12 meses se desarrollará un proyecto de carácter interno en la Facultad, con el que se busca mejorar los sistemas de circulación de agua de mar para la mantención de organismos marinos que se encuentran en la estación.
Además, asevera que "existe la intención de establecer, dentro de un plazo de dos años, una mayor conexión entre la Facultad y los actores públicos y privados ligados a la utilización de los espacios y recursos marinos".
Lo anterior posee la finalidad de realizar actividades que permitan demostrar las capacidades de desarrollo tecnológico en acuicultura y pesca aplicables en la Región del Biobío. Actualmente existe un convenio entre la Facultad y la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) para beca en uno de los programas de postgrado, lo que la directora Morales considera un avance importante en la conexión con el sector privado.