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"A nadie le gusta tener menos recursos para enfrentar un programa"

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Como un golpe a la credibilidad y transparencia calificó el ingeniero civil y ex ministro de Obras Públicas y de Minería en el primer Gobierno de Sebastián Piñera, Hernán de Solminihac, la polémica por la corrección al alza en el dato de déficit fiscal estructural de 0,7% a 2,1% del PIB. Según el nuevo director del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (Clapes UC) -en reemplazo del economista Felipe Larraín, quien asumió nuevamente como ministro de Hacienda- "hay que trabajar fuerte en corregir los errores que se puedan haber cometido y establecer los controles correspondientes".

Con experiencia en el plan de obras de emergencia y reconstrucción de la infraestructura afectada por el terremoto y tsunami de 2010, De Solminihac aseguró que "es importante que las regiones avancen en el crecimiento y que logren armar proyectos atractivos que convenzan a la autoridad para su financiamiento", teniendo en cuenta que una labor esencial del Gobierno es apoyar a las zonas más rezagadas, o que tengan mayor debilidad en la producción, junto a la mantención de capital humano.

-Obviamente es muy complejo cuando la información oficial cambia de un modo tan importante. Eso tiene varios efectos a corto, mediano y largo plazo y también en el ámbito fiscal e institucional. Si la credibilidad y transparencia se ven cuestionadas, eso tiene un efecto significativo en cómo nos ven las instituciones internacionales de acreditación, entonces hay que trabajar fuerte en corregir los errores que se puedan haber cometido y establecer los controles correspondientes para poder evitar que se produzcan a futuro. Por lo menos, desde el punto de vista institucional, uno podría tratar de aprovechar esto y evidenciar una fortaleza que pueda ser interpretada por los organismos como una mejora que ayude a que, en el futuro, seamos un país mejor evaluado. Desde el punto de vista fiscal, a nadie le gusta recibir la noticia de que tiene menos recursos disponibles para enfrentar un programa de Gobierno. Lo necesario, si uno quiere ser serio, para enfrentar como lo ha presentado el ministro Larraín, es enfrentar una economía sana con una deuda sostenible en el tiempo, y que achiquemos el déficit estructural. Por lo tanto va a tener que hacer un ajuste. Y queda ver dónde se podrá hacer. Hemos escuchado que será en parte del gasto del propio Estado, y ojalá que eso no afecte las inversiones y el desarrollo que el país requiere. Lo más importante, en ambos casos, es que la credibilidad y la transparencia no se vean cuestionadas en el futuro.

-Las expectativas son siempre importantes y un factor significativo, pero no son lo único que ayuda a que el crecimiento mejore: hay que implementar distintas acciones que permitan avanzar en esa línea. Tiene que haber confianza y acuerdos entre los distintos participantes, que garantice que las políticas que se implementen tengan la aceptación general y permitan que se hagan las inversiones. Eso debe materializarse y comenzar a producir lo antes posible. Esa perspectiva favorable respecto del futuro es importante, pero eso hay que aterrizarlo con acciones que deben ser aprobadas por distintos organismos.

-Para que las cosas se materialicen hay que actuar en varias líneas. Obviamente tenemos que tener un mercado financiero que apoye las iniciativas y una legislación que también lo haga. Tenemos que tener proyectos que se puedan materializar y la capacidad de que los trabajadores tengan las competencias y formación necesaria para poder implementarlos. Son varias líneas. Si queremos que haya crecimiento debe haber inversión, y para que haya inversión tiene que existir una serie de proyectos, los que hay que desarrollar y aprobar. Usted puede ver que en varios de esos elementos se debe actuar para que, como camino, se puedan materializar lo antes posible.

-Las regiones son muy importantes en el país, porque desarrollan actividad económica significativa. Es importante que avancen en el crecimiento y que logren armar proyectos atractivos que convenzan a la autoridad para su financiamiento. Hay harto que hacer para lograr que las regiones tengan las capacidades para poder generar esos proyectos. Me parece que es importante que la opinión de las regiones se haga saber con antecedentes duros e información de estudio, que permita justificar inversiones que necesitan. Cada región tiene sus propias necesidades, sus formas de desarrollarse y es eso lo que se debe reflejar en la conversación entre las autoridades de las regiones y el nivel central.

-Obviamente ese punto es importante y lo que tenemos que hacer es trabajar para que aquellas regiones que tienen más debilidades se puedan reforzar. Hay un esfuerzo que podría tener el Gobierno central en ayudar a esas regiones. El apoyo en ese sentido me parece que es una tarea importante que debe hacer el Gobierno.

-El desarrollo de las regiones tiene varias variables que ayudan a que avancen más rápido o más lento. Una de ellas, por cierto, es la infraestructura: se trata de un elemento clave y en Chile en particular es significativo, porque hay áreas donde es difícil llegar y hay problemas de acceso al agua, comunicaciones, alcantarillado, etc. Esto no debe ser pensado sólo como construcción de caminos, sino que en todo lo que requiere acerca de servicios de infraestructura.