Secciones

Cosmética natural: una ventaja positiva para el medioambiente

E-mail Compartir

Países como Alemania, Austria y Francia vieron, hace más de 20 años, nacer y crecer, la industria de los productos orgánicos. Luego, Estados Unidos le dio un impulso mayor al concepto de cosmética orgánica y lo difundió por el mundo.

En este sentido, hoy son cada vez más las marcas de belleza que se suman a la tendencia de ofrecer productos que mejoren la calidad de vida y cuiden al medioambiente.

Según Lorena Baeza, académica de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, los productos cosméticos naturales son aquellos que utilizan materias primas de origen natural como grasas y extractos vegetales, ceras y aceites esenciales cultivados sin químicos, pesticidas o cualquier tipo de abono petroquímico.

De acuerdo a lo que explica la química farmacéutica, aunque se suele considerar a los productos naturales y orgánicos como sinónimos "estos son conceptos diferentes, donde el término orgánico se refiere específicamente a que las materias primas naturales utilizadas provienen de cultivos orgánicos certificados. Son productos libres de aditivos y conservantes sintéticos, que fomentan la protección al medio ambiente en toda la cadena de producción".

Tal como lo plantea Baeza, en el mercado de cosméticos naturales se pueden encontrar productos para el cuidado de la piel como cremas con distintas texturas, champús y acondicionadores, productos para el afeitado, maquillaje y aceites en base a distintos aceites esenciales, grasas y extractos vegetales.

La académica subraya que "en el caso de los cosméticos orgánicos en particular, una de las principales ventajas para sus consumidores es precisamente el respeto por el medioambiente".

Al mismo tiempo, la profesional también advierte que las materias primas permitidas son de origen natural, se pueden emplear minerales siempre y cuando sean puros y naturales, y materias primas provenientes de animales vivos sin maltrato durante el proceso.

Fruto del Chañar se ve afectado por insecto que impide su consumo

E-mail Compartir

Son diversas las especies arbóreas que existen a lo largo del país, de las que se puede sacar provecho respecto a la productividad de sus frutos, hojas y troncos.

Pero muchas veces es preciso encontrar técnicas para mejorar la productividad que los árboles entregan, ya que diversas especies pueden interceder en este sentido. Por la misma razón es que un grupo de investigadores del Instituto Forestal, junto al profesor de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción y especialista en entomología forestal, Luis Cerda, buscan aplicar técnicas silvícolas para mejorar la producción del Chañar, "la joya" del norte.

Pese a que se desarrolla en un ambiente hostil, este árbol aporta uno de los frutos más preciados de la zona norte, con el que se preparan brebajes, mermeladas y algunas aplicaciones en la industria farmacológica. Sin embargo, esta especie ancestral está siendo víctima de una sobreexplotación, intensificada por el uso que se la da como forraje, que ha estancado su reproducción natural, disminuyendo la producción de sus frutos.

En el mismo sentido, la directora de Infor Coquimbo, doctora Sandra Gacitúa, ex estudiante de Ingeniería Forestal UdeC, lideró por dos años un equipo de trabajo que dio forma al proyecto de investigación "Antecedentes para el manejo silvícola-sanitario del Chañar (Geoffroea decorticans)" que contó con el apoyo del Fondo de Investigación del Bosque Nativo de Conaf.

IMPACTO

Geoffroea decorticans

En la misma línea, la investigación también se enfocó en el estudio del "Bruco del Chañar", un insecto que daña los frutos de esta especie y completa su ciclo de reproducción dentro de ellos.

Desde allí, el profesor Luis Cerda, director del laboratorio de Entomología de la Facultad de Ciencias Forestales UdeC, menciona que "el Bruco del Chañar, es un insecto que al vivir dentro de los frutos del árbol afecta al consumo humano al destruir la semilla y dañar la pulpa, que además impide la regeneración natural del Chañar. Sin embargo, el objeto del estudio es establecer un manejo de la población del Chañar, de modo de aminorar el impacto negativo sobre la producción del fruto que produce".

-Uno de los resultados más importantes fue que su pudo determinar cuándo se produce el "ataque" de este insecto, es decir en el momento cuando colonizan o ponen los huevos en el fruto.

De acuerdo a lo que explica el entomólogo antes de los análisis de laboratorio, se intuía que el ataque del Bruco se producía al mismo instante en que el fruto se formaba, pero ahora se descubrió que el ataque ocurre cuando el fruto ya está casi maduro. "El insecto pone un huevo sobre el fruto, donde sale la larva y esta penetra por el interior del fruto hasta la semilla. Una vez allí, la larva se alimenta exclusivamente de la semilla, donde obtiene todos los nutrientes hasta desarrollarse y abandonar el fruto", detalla.

Por otra parte, otro de los aspectos importantes para el manejo silvícola-sanitario de esta especie, fue conocer la distribución espacial del insecto en el árbol, en relación a los puntos cardinales y preferencias de acuerdo a los tercios de copa, que se refiere a la parte superior, media o baja, que permitirían una poda mejorada y técnicas de raleo que apunten a practicar un manejo adecuado del Chañar y por ende del insecto.

En el mismo contexto, Cerda señala que el trabajo de laboratorio permitió además conocer el ciclo reproductivo del Bruco, que en estudios anteriores se había establecido en una generación por año. "Sin embargo, observamos indicios que podría llegar a dos generaciones por año, aunque aún hacen falta más análisis para confirmar este hecho", concluye.

Asimismo, otro de los objetivos del estudio es incrementar la productividad y sostenibilidad del fruto, trabajando en terreno y en conjunto con las comunidades que cohabitan con el Chañar para aplicar técnicas de raleo, poda y sanidad de esta especie.

Tipo de alimentación afecta al cerebro

E-mail Compartir

En la época antigua la gente creía que todo lo que comían afectaba directamente su estado de ánimo. Es por eso que consumían ciertos alimentos para sentirse más alegres, para tranquilizarse, e incluso para mejorar el deseo sexual. En la actualidad estas creencias fueron dejadas de a poco de lado, pero estudios científicos recientes nuevamente comenzaron a asociar lo que comemos con la salud mental.

Una reciente publicación de la Universidad de Binghampton, Nueva York, señaló que lo que comen las personas sí afecta al cerebro y que ciertos alimentos pueden influir de distinta manera a cómo se sienten. Los resultados muestran que las personas menores de 30 años son más susceptibles a la presencia de ciertos neurotransmisores en el cerebro, mientras que las personas mayores de 30 años dependen más del consumo de antioxidantes para tener una buena salud mental.

Es por esta razón que los menores de 30 años deben incluir en su dieta alimentos ricos en triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, conocida como "el químico de la felicidad" para el cerebro. Este aminoácido esencial sólo puede ser incorporado a nuestro organismo a través de la alimentación, ya que no podemos producirlo nosotros mismos.

"El triptófano se encuentra en diversos alimentos de origen animal y vegetal, por lo tanto una dieta saludable y equilibrada nos asegura que estamos consumiendo este importante aminoácido en dosis adecuadas", explica María Fernanda Jara, nutricionista de Daily Foods.

Mientras que en los mayores de 30 años, el estudio mostró que la salud mental se encuentra más ligada al consumo de antioxidantes, moléculas que ayudan a eliminar la presencia de sustancias que promueven la inflamación. Los antioxidantes como polifenoles, carotenoides, vitaminas y minerales como selenio y zinc, se encuentran en muchos alimentos, "principalmente en frutas y verduras; es por esto que se recomienda incorporar cinco porciones al día", agrega.