Comunicación es clave en el cuidado de pacientes
La comunicación y el acompañamiento emocional son aspectos clave para el cuidado de un paciente. Las enfermeras y enfermeros requieren constantemente de herramientas para acercarse al dolor, la angustia y el sufrimiento del otro, pero esa relación terapéutica siempre debe ser profesional, lo que implica no sobre involucrarse, ni tampoco alejarse demasiado.
Así lo plantea, Claudia Moya, académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad San Sebastián, quien menciona que "la calidad asistencial disminuye si uno se involucra demasiado o bien si se asumen los procedimientos de manera fría y distante".
Hace algún tiempo, la especialista presentó un trabajo llamado "¿Cómo Enseñar Acompañamiento Emocional a Estudiantes de Enfermería?", donde especifica el alto valor la humanización que debe existir en la salud.
En el mismo sentido, Moya enfatiza que "trabajar con el dolor humano es complejo y cansa emocionalmente, pero se tiene que establecer una relación terapéutica que permita acercarse al paciente y generar confianza en un marco de equilibrio".
Asimismo, la enfermera además agrega que no se trata de hacer una terapia con los pacientes, pero sí de tomarse un tiempo para saber y entender cómo se siente.
Desde esa perspectiva, Moya indica que se pueden plantear distintas preguntas a los pacientes para entenderlos y lograr una empatía: "No se ha tomado las pastillas. ¿Le cuesta acordarse? ¿No le gusta estar enfermo? ¿Qué le han dicho en su casa de su enfermedad? ¿Ha tenido algún problema o efecto secundario con un medicamento? que finalmente formarán parte del acompañamiento del paciente.
HUMANIZACIÓN DE LA SALUD
La especialista sostiene que a partir de las experiencias cotidianas que implica el rubro de la salud, se debe lograr un perfil más humanista y cercano al paciente en la formación de los profesionales de la carrera de enfermería.
En el mismo contexto, la experta argumenta que socialmente la cultura que prima hoy en día "te quita lo humano y la gente huye hacia lo deshumanizado, porque no se entregan las herramientas necesarias para no dañarse en este proceso de acompañamiento y lo que se impone es alejarse, pero a la vez se reduce la capacidad de atención".
Por último, Moya advierte que se puede evaluar anímicamente el impacto de la enfermedad del paciente, los vínculos y apoyos familiares y si es necesaria una derivación.