No fue una ceremonia típica, porque las 222 viviendas del conjunto habitacional Ruka Colimapu de San Pedro de la Paz tampoco lo son. Las casas inauguradas ayer son las primeras de la Región construidas bajo el concepto de conjunto urbano mapuche y fueron celebradas con un lellipún, como se denomina a la ceremonia de rogativa y agradecimiento mapuche.
El seremi de Vivienda, Jaime Arévalo, contó que un 38% de los beneficiarios de este nuevo conjunto habitacional son de etnia mapuche. Es decir, 84 de las familias beneficiadas.
"Este es un proyecto que genera un cambio paradigmático en lo que significa la política pública, particularmente en la región del Biobío, toda vez que se constituye en el primer proyecto en donde hay un fuerte componente indígena", mencionó Arévalo.
Características
Las viviendas del mega proyecto Ruka Colimapu fueron construidas gracias al Fondo Solidario de Elección de Vivienda del Ministerio de Vivienda (Minvu). Se trata de casas pareadas de dos pisos y de estructura de albañilería, con una superficie de 51,71 metros cuadrados, ampliable a 62 m2.
En el primer nivel se considera el estar-comedor, baño y cocina, mientras que en el segundo piso se encuentran los dos dormitorios en el segundo piso.
La inversión en el conjunto supera los 4.430 millones de pesos.
El proyecto también contempla dos sedes sociales de 78 metros cuadrados cada una, áreas verdes, juegos infantiles y mobiliario urbano.
En cuanto al equipamiento y como una forma de rescatar parte de las tradiciones del pueblo mapuche, el proyecto consideró una cancha de palín para fomentar entre los niños y los jóvenes la práctica de este juego ancestral.
Felices
Roxana Lipillán, secretaria del Comité Ruka Colimapu, relató que "el 2001 nos constituimos como comité y el objetivo fue organizarnos como familias mapuches y familias que no lo son, para lograr el sueño de la casa propia".
Según la dirigenta, este proyecto es emblemático y va a ser una población histórica, "porque no siempre se logran tantos recursos de este tipo. El Estado de Chile siempre ha tenido una deuda histórica con el pueblo mapuche urbano y aquí vemos como sí está cumpliendo".
Para el seremi Arévalo, el proyecto habitacional resultó muy atractivo porque integra a personas de pueblos originarios con familias que no lo son.
"Eso hace más atractivo e interesante esta obra, ya que subyace de manera muy clara los conceptos de integración social y cultural. Creo que eso profundiza la democracia en nuestro país y es el gran desafío que debe tener la política pública, el cómo es capaz de reconocer aquellos aspectos identitarios que nos resultan propios como pueblo y nación. Creo que en la medida que el Minvu siga avanzando en poder generar proyectos de esta naturaleza en nuestra región vamos a alcanzar un estadio superior en términos de una gestión más cualitativa que cuantitativa".