Desconocido fondo de la fosa de Atacama será explorado por el IMO
La madrugada de ayer, un equipo de 24 investigadores zarpó desde el puerto de Valparaíso para comenzar una travesía científica a bordo del buque Cabo de Hornos, de la Armada Chilena, que los llevará a ser protagonistas de un hito para las ciencias del mar en Chile: explorar la fosa de Atacama hasta su mayor profundidad, nunca antes alcanzada y desconocida.
La expedición "Atacamex" es liderada por la Universidad de Concepción (UdeC) a través del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) y su director y profesor titular del Departamento de Oceanografía, doctor Osvaldo Ulloa, es su líder científico.
Este proyecto financiado por Conicyt, la Iniciativa Científica Milenio y algunos privados, tiene tres etapas y durará 20 días en total. Con sus múltiples objetivos, lo primordial es descubrir los sistemas de vida de los que nada se sabe.
CONOCER LO DESCONOCIDO
Ulloa explica que la mayoría del estudio internacional del mar ha sido hasta los 5 mil metros del océano (promedio de la profundidad a nivel mundial es 4 mil metros). La fosa de Atacama tiene una estimada de 8 mil 100 metros. "No está bien mapeado, por lo que podrían existir regiones más profundas", apunta. En 1997 un equipo extranjero tomó muestras a 7 mil 800 metros.
No obstante, sostiene que "en Chile, el estudio se ha centrado en los primeros 200 metros. No ha habido investigación sistemática del océano profundo, por lo que poco sabemos de cómo funciona este ecosistema de nuestro mar", detallando que "desconocemos las corrientes, las propiedades químicas de la columna de agua y los organismos que habitan abajo. Sabemos que en otras fosas los que viven a estas profundidades son distintos a los de los 5 mil metros, incluso entre fosas son especies distintas".
Lo anterior deja de manifiesto el más grande anhelo de este proyecto, cuya relevancia trasciende lo oceanográfico. "Sin esta fosa Chile sería un país distinto: no tendríamos la Cordillera de los Andes ni la cadena de volcanes, tampoco los mega terremotos y tsunamis asociados, ya que es la manifestación de que una placa de la corteza del planeta, la oceánica, se está hundiendo y enterrando bajo la continental" explica. "Esta falla es importante para la geología y geofísica. Los terremotos y tsunamis dependen un poco de la forma que tiene el fondo marino y para tener buenas predicciones de tsunamis debemos conocer con precisión qué profundidad y forma tiene la fosa o su estructura", precisa.
Agrega que por profundidad es la décima del planeta, pero que es la más extensa por sus 5 mil 600 kilómetros de largo latitudinal, con los que cubre gran parte de la costa peruana y llega más al sur de la chilena, por lo que en la literatura científica se conoce como Fosa Perú-Chile, sin embargo frente a la Región de Atacama está lo más profunda.
"LANDER-IMO"
Para entender a los microorganismos que hacen que el ecosistema funcione se colectarán muestras para indagar, por ejemplo, su metabolismo, de qué se alimentan y cómo sobreviven a las presiones altísimas del océano ultraprofundo, que en la Fosa de Atacama superarían las 800 atmósferas (800 veces más que a nivel del mar).
Todo un desafío, pues el instrumental debe ser capaz de soportar. Y se construyó uno especialmente para "Atacamex", el "Lander-IMO", trabajo que estuvo a cargo del destacado ingeniero oceánico estadounidense Kevin Hardy, que diseñó, construyó y operó los "Landers" de la expedición Deepsea Challenge en la que el director James Cameron consiguió descender a 10.908 metros en la fosa de las Marianas (la más profunda del planeta).
El vehículo es de inmersión autónoma y no tripulado, que avanza 1 metro por segundo. "Baja por gravedad y va tomando registro de temperatura, salinidad, profundidad, oxígeno disuelto. Luego, se posa sobre el fondo y puede hacer otro registro. Lleva una cámara de video que permitiría por primera vez tener imágenes del fondo marino y, esperamos, de los organismos que habitan la fosa", comenta.
En la expedición también está "Mocness", red gigante nunca usada en Chile. "Permite capturar organismos que viven en la columna de agua, principalmente crustáceos y peces, hasta 6 mil 500 metros de profundidad. En Chile sólo hemos colectado muestras hasta 3 mil metros", aclara Osvaldo Ulloa.
GRAN SALTO
Con lo poco que se ha explorado el mar chileno y lo ambicioso de este proyecto, el investigador manifiesta que si bien en el mundo se han hecho observaciones en distintas fosas, se conoce muy poco. "Con la tecnología recién se están comenzando a estudiar estos sistemas, pero son muy pocos grupos en el mundo los que lo están haciendo. Es un salto tremendo que como país podamos comenzar a hacer este tipo de estudio, que sólo hacen algunos países desarrollados", recalca.
El anhelo, culminada la "Atacamex", pionera a nivel nacional, es que sea sólo la primera de muchas otras expediciones científicas que permitan que cada vez sean menos los misterios que se esconden bajo el mar y más las certezas sobre el océano chileno y, sobre todo, con conocimiento hecho en Chile.