Es una tradición que para cada semana santa el consumo de pescados y mariscos aumente de manera exponencial. Quizás deba ser la parte del año donde la gente se concentra en estos alimentos.
Es por eso que la industria está haciendo esfuerzos para masificar el gusto de la especies del mar, como por ejemplo el jurel, merluza común, jibia y langostinos, así como otros presentados en hamburguesas, apanados o filetes y conservas.
A modo de ejemplo, "Biobío Capital Gastronómica Marina" es un proyecto que se basa en la identificación y aporte de la pesca industrial con las comunas donde opera y que está impulsando la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes). En específico el programa gastronómico busca colaborar en mejorar el acceso y consumo de pescado a población y posicionar a la Región del Biobío como un destino turístico reconocido por una oferta gastronómica destacada y variada de productos marinos.
Actualmente el programa piloto -que tiene foco en pymes gastronómicas- posee cinco restaurantes ubicados en La Poza y Caleta Tumbes de Talcahuano y hay otros 10 establecimientos de otros puntos de la región en fase de apresto para materializar su incorporación. El aspecto técnico del proyecto es provisto por Inacap, institución que les entrega instrucción al personal en temas de servicio y cocina para mejorar el desempeño de sus negocios y fundamentalmente para introducir a sus cartas el jurel y la jibia.
AL BARRIO
Pero esto no es todo, pues la empresa de Talcahuano PacificBlu acaba de firmar una alianza con Cial Alimentos, por medio de la cual podrá acceder a más de 40 mil nuevos clientes, posicionando a la marca El Golfo en almacenes de barrio.
Marcel Moenne, gerente de la firma porteña, contó la idea de cubrir territorialmente a Chile y llegar con los productos es algo que ha estado presente desde los inicios de PacificBlu, no obstante desde principios de 2017 se comienza trabajar particularmente con Cial Alimentos, empresa que tiene la logística y la capacidad de podernos llevar a cada rincón del país.
Con esto, sostuvo que esperan duplicar el tamaño de la compañía en un año, al incorporar el segmento de negocios pequeños y el canal Horeca (hoteles restaurantes y casinos). "Es un paso importante para nosotros y que tiene como objetivo, además, acercar los productos del mar a los chilenos", recalcó.
El ejecutivo indicó que en una primera etapa solo distribuirán productos congelados específicamente, merluza, reineta, salmón, camarones, filetes y croquetas apanadas. En una segunda fase esperan expandirse a productos frescos. "Esto es algo absolutamente nuevo, pues si bien ya estábamos con esta oferta en supermercados hoy nos vamos a acercar aún más a las personas, pues, insisto, queremos estar en la mesa de los chilenos", hizo ver, resaltando que en la Región del Biobío llegarán a unos 6.000 clientes.
Además, notó que Chile tiene un bajo consumo per cápita de productos del mar y no existe la costumbre de consumirlos habitual y regularmente en los hogares por lo que no es fácil cambiar ese patrón de consumo. Una forma, agregó, es ofrecerle a a la gente elementos de muy buen sabor y fáciles de preparar, como es la nueva generación de productos apanados.
"Vamos a la vanguardia en este tema, ya que estamos convencidos que se puede consumir alimentos saludables como son los pescados y mariscos todo el año y no tan solo para Semana Santa", apuntó.
Otro elemento clave es el precio, sobre lo cual Moenne subrayó que venden a precios de mercado, muy competitivos y con calidad de exportación, además invierten para hacer productos en envase individual que serán lógicamente más baratos unitariamente.
Sobre la jibia, dijo que en una primera etapa de productos congelados no está, pero en la posterior de vender productos frescos la jibia fresca marinada se vislumbra como la protagonista.
FOMENTO
Verónica Ceballos Barrón, jefa de Asuntos Públicos de Asipes, indicó que uno de los desafíos más importantes para la industria pesquera es fomentar la preferencia hacia los productos del mar. "Hoy el consumo per cápita llega a 13 kilos por año, según la Fundación de Chile, versus los 50 kilos de carne rojas que comen los chilenos. Nuestra propuesta es ir acortando las brechas trabajando intensamente en desarrollar más alternativas para el consumo humano directo, pues sabemos del aporte que significa el pescado en la nutrición las personas. Existen cada vez más opciones para que la gente encuentre productos de manera fácil, que los pueda preparar o almacenar también de forma muy simple", remarcó.
De ahí que, manifestó, están avanzando, pero aún les falta camino por recorrer. "Por ello creemos que la iniciativa de PacificBlu y el proyecto de Asipes para incorporar nuevas preparaciones en restaurantes apunta en la dirección correcta", estimó.
Sobre los precios, la ejecutiva cree que hay que distinguir los productos del mar legales e ilegales (aquellos obtenidos fuera de cuotas de pesca) y aquellos que son frescos (principalmente de origen en la pesca artesanal) o procesados (filetes, hamburguesas, apanados, conservas, etc., que desarrolla la industria).
Según explicó, los productos del mar presentan precios atractivos considerando que son alimentos llenos de atributos. Las familias deben incorporar este alimento en su dieta, acercar a los niños a los productos del mar por la calidad de las proteínas, vitaminas y minerales que entregan. El pescado también es rico en Omega 3, ácido que mejora la salud cardiovascular, reduce los niveles de colesterol dañino y contribuye a mantener la presión arterial normal. Debemos aprender a comer pescado e incorporar a los más chicos a estos sabores y preparaciones.
Sobre la jibia y el jurel, señaló que son recursos pesqueros muy identificados con la pesca industrial y es por ello que son el centro del proyecto Biobío Capital Gastronómica Marina. Aseveró que ambos tienen precios muy atractivos, tienen excelente poder nutricional y preparaciones fáciles y sabrosas.