La Reserva de Nonguén en Concepción fue una de las áreas verdes de la Región del Biobío que debió cerrarse momentáneamente durante el verano de 2017 producto de los incendios, situación que provocó una disminución de más de mil visitantes en relación al año anterior.
En 2016 visitaron el lugar 18.661 personas, incluyendo adultos mayores y personas con discapacidad, posicionándose así como la segunda área silvestre más visitada de la región. No obstante, con el cierre en los meses de enero y febrero del año pasado, la Reserva cerró el 2017 con poco más de 17 mil visitas.
Para evitar que este escenario vuelva a repetirse la Corporación Nacional Forestal (Conaf), que administra la reserva, generó un plan que se ejecuta a través del sistema de protección contra incendios forestales de la Corporación.
estrategia
Todas las áreas silvestres protegidas administradas por la Corporación cuentan con este tipo de plan y en el caso particular de Nonguén se inyectaron más recursos en equipamiento.
La estrategia considera capacitaciones todos los años para el personal de guardaparques, a quienes se les entrega implementación básica en caso de detectarse un incendio, así como también un manual de procedimientos para detectar e informar la situación a la central de operaciones de Conaf.
Eso ha ayudado a disminuir los espacios siniestrados. Y, si en 2009 la superficie quemada en la Reserva fue cercana a las 15 hectáreas, el año pasado se vieron afectadas solo 0,2 hectáreas, gracias al trabajo de brigadistas chilenos, españoles y los propios guardaparques.
Juan Iraira, guardaparque en Nonguén, detalló que "nosotros como guarparques tenemos como prioridad número uno en casos de incendios, a no ser que se vean afectadas casas, todas las áreas protegidas".
Añadió que hoy la reserva tiene a su disposición aeronaves y brigadas terrestres y el equipo completo debe estar disponible en caso de amenazas a la fauna y flora de la reserva.
"Mediante el plan de coordinación de Conaf se despliega este plan de emergencias, en el que se priorizan en caso de incendios los sectores donde hay especies en peligro de extinción, tales como la población de pitao y de michay araucano", especificó.
Lo que se protege
La Reserva Nonguén empezó a funcionar en 2009 y abarca una superficie de 3.036,9 hectáreas y colinda con predios forestales, razón por la cual también se consideran patrullajes diarios de los guardaparques a seis sectores. Estas zonas limítrofes son Chaimávida, Redolino, Chamizal, Leonera, Manquimávida y Valle Nonguén.
La unidad protege importantes especies de fauna, entre las que destacan mamíferos como el monito del monte, zorro y pudú. De la variedad de aves que se pueden observar destacan el chuncho, el aguilucho, la lechuza blanca, el rayadito y el chucao.
En lo que a flora se refiere, esta reserva nacional protege el último remanente importante del bosque caducifolio (que pierde sus hojas cada año) de Concepción, que antes cubría la cordillera de la Costa en la región y que fue remplazado casi en su totalidad por cultivos agrícolas y plantaciones forestales.
El raulí, el tineo, la huillipatagua y el michay de neger, planta arbustiva endémica de esta región, son algunos de los especímenes.
educación a visitantes
En su año de fundación la Reserva recibió a 1.306 visitantes, entre los cuales se registraron chilenos, extranjeros y principalmente adolescentes. El año pasado la cifra llegó a 17 mil.
El administrador de la Reserva, Jorge Quintana, explicó que "las visitas aumentan cada año debido a la difusión boca a boca y eso refleja que el trabajo de recepción de los visitantes es destacable, recibimos colegios, universidades y personas de todas las edades".
Quintana agregó que "la ubicación es privilegiada al estar tan cerca de un centro urbano y es una reserva relativamente nueva, por lo que es un atractivo, razón por la cual la conservación y protección de ésta es primordial".
La Reserva Nonguén tiene guarparques para advertir a los visitantes respecto a las medidas de precaución y las normas básicas para no interferir en el desarrollo natural de la flora y fauna nativa y también, prevenir los incendios.