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Extinción de los neandertales habría sido casi agónica por causa del clima

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Los neandertales son los homínidos que antecedieron al hombre moderno (homo sapiens sapiens) en la línea de la evolución. Estos "primos", con asentamientos en Europa y oriente, desaparecieron hace unos 38 mil años, pero continúan presentes en la discusión sobre el devenir de la especie. Así ocurre en el Centro Nacional de Investigación Humana (Cenieh) de España, parte del Complejo de la Evolución Humana impulsado por la Unesco, donde uno de sus investigadores afirmó que la extinción de los neandertales fue un proceso "lento" y "casi agónico", a causa de "un empeoramiento climático muy rápido", en un espacio de 4 mil a 5 mil años.

La especie que vivió durante más de 150 mil años habitó "lugares geográficos con características muy distintas", tanto "en épocas glaciares durísimas" como en momentos "casi tropicales", dijo a la agencia de noticias EFE el antropólogo Joseba Ríos-Garaizar.

Este factor se suma a la llegada de los seres humanos modernos a Europa, hace unos 43 mil años, frente a quienes los neandertales debieron competir por los recursos naturales. Así las cosas, pese a su complejo desarrollo social, la especie ya se encontraba en un "equilibrio precario". El académico señaló que es "probable" que el encuentro con "una nueva especie", como el hombre moderno, "una competidora directa por los recursos", supuso una suerte de "golpe de gracia".

La recesión constante hizo que su ocaso se prolongara por varios miles de años, en los que ambas especies convivieron en Europa y en los que se produjo "algún tipo de vínculo, contactos culturales y tal vez capacidad de empatizar", como han demostrado las pruebas de encuentros sexuales, por medio de los cuales parte de su ADN "viva aún en nosotros", señaló el investigador español.

población

Los neandertales, además, "tenían una población estable, mientras que los humanos modernos estaban por todo el resto del mundo antiguo, con un crecimiento constante de población probablemente en África y en Oriente Próximo, con lo que estuvieron llegando sin descanso a Europa, mientras que la población neandertal iba decreciendo poco a poco", explicó Ríos-Garaizar, cuyo centro de estudios es uno de los tres ejes del Complejo de la Evolución fundado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Este centro comenzó a funcionar a principios de siglo, tras decretarse Patrimonio de la Humanidad los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, lugar que contiene numerosos restos de los primeros habitantes de la península ibérica, uno de los principales escenarios de la evolución humana.

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Ríos-Garaizar es uno de los mayores expertos en neandertales del centro académico y está empeñado en romper con la imagen "caduca" que aún representa a los miembros de esta especie humana como "bárbaros" y "bestias".

"Muy al contrario, tenían capacidades organizacionales, simbólicas e intelectuales mucho más avanzadas de lo que se pensaba", afirmó.

Los neandertales eran cazadores y recolectores, tenían "solidaridad grupal", tecnológicamente "estaban muy adaptados" y controlaban "de manera muy inteligente" el fuego, detalló el antropólogo. Además, eran "grandes cazadores" que empleaban distintas estrategias para capturar animales diferentes, probablemente tenían conocimientos de las propiedades curativas de algunas plantas, en ocasiones enterraban a sus muertos y poseían unos conocimientos "muy profundos" de su entorno natural, describe Ríos-Garaizar.

LA "GRAN CONTRACCIÓN"

En este contexto, algunas investigaciones proponen que, hace unos 70 mil años, el número de individuos de esta especie humana sufrió una "gran contracción" ligada a "un empeoramiento climático muy rápido", en un espacio de 4 mil o 5 mil años, con una disminución de los recursos que probablemente provocó el aislamiento de unos grupos y la extinción de otros.