Autonomía del joven es base para decidir tipo de hospedaje
Rendir la PSU, conocer el puntaje y postular a la carrera que se desea seguir y saber los resultados de ese proceso se viven como importantes momentos para un joven, porque conlleva tomar decisiones relevantes como la casa de estudios y profesión que ocupará los primeros lugares en la preferencia. Pero son también sólo los primeros pasos de una nueva etapa llena de hitos que serán mucho más marcadores y transformadores.
Hace poco, miles de jóvenes supieron qué resultó del proceso de postulación, iniciándose el periodo de matrículas para la educación superior. Así, el primer hito es hacer concreto el paso de la escolaridad a la vida universitaria. Y muchos deben sumar a este cambio el traslado hacia otra ciudad para estudiar.
Sin dudas, esto trae diversos efectos a nivel personal y familiar, que impactan en lo emocional y económico, ya que uno de los aspectos trascendentales tiene que ver con dejar el hogar y la familia para comenzar a vivir solos. Así, aparece la necesidad de buscar hospedaje.
LO CONVENIENTE
¿Pensión o departamento?, es una de las preguntas que muchos padres deben responder ahora. A la base de la respuesta está el presupuesto para indagar en las opciones que se puedan escoger y tomar la mejor, según plantea Karin Bravo, directora de Programas Advance de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián (USS) Concepción.
Afirma que también se hace primordial evaluar la autonomía que tiene el estudiante para desenvolverse en el día a día, por ejemplo, en aspectos como la alimentación, responsabilidades para mantener el hogar y su propia seguridad. "Las pensiones pueden presentar ventaja al momento de ofrecer 'pensión completa' (alimentación incluida), cuando los jóvenes por tiempo o capacidad requieren contar con almuerzo y cena durante la semana. En este caso se fija un monto que abarca generalmente todos los servicios básicos: luz, agua y en algunos casos, calefacción y conectividad wifi", detalla.
En un departamento, la experta sostiene que la conveniencia se logra cuando dos o tres personas arriendan juntas, pues aminora costos. "En este caso debe existir bastante confianza entre los estudiantes, pues la convivencia diaria puede arruinar las relaciones entre ellos. Además, deben considerar los gastos extra que involucra esta opción como son servicios básicos y gastos comunes, que en algunos casos quedan fuera del valor del arriendo, más la alimentación del mes", manifiesta.
OJO CON LOS EXTRAÑOS
Lo planteado por Karin Bravo es relevante, ya que está la opción de arrendar un departamento junto a estudiantes desconocidos. Avisos en redes sociales e incluso calles hacen latente esta búsqueda de compañeros de hogar y gastos. Pero, el abogado Jenaro Murillo, director de Clínicas Jurídicas y Vinculación con el Medio de Derecho de la USS, llama a poner atención, aseverando que "no es recomendable arrendar un inmueble junto a extraños, en calidad de arrendatarios".
La razón es que el arrendamiento es un contrato, fuente de derechos y obligaciones por ambas partes, por lo que no es indiferente con quién se contrata o se hace la unión para contratar. Por ejemplo, una persona suele asumir el compromiso contractual frente al arrendatario, lo que implica que debe hacerse responsable de los más diversos conflictos e incluso del incumplimiento del otro arrendador. Ese es uno de los riesgos de arrendar junto a personas de las que no se conoce sus costumbres o valores.
TODOS LOS
DETALLES
Hay variables que vale tener en cuenta independiente si se trata de un departamento o pensión, pues cada detalle cuenta.
Jenaro Murillo dice que hay que asegurarse que es un ofrecimiento serio, porque existen muchos portales web que ofertan hospedaje y podrían ser engaños. "Es aconsejable visitar el lugar y cerciorarse de sus condiciones, debiendo dudar de ofrecimientos muy por debajo del mercado", advierte.
Por su parte, Karin Bravo plantea que es importante evaluar la cercanía del hogar con la casa de estudios o bien la facilidad que hay para acceder el transporte público.
En el caso específico de las pensiones, sobre las normas de convivencia interna, horarios de llegada, cantidad de pensionistas, uso de servicios básicos y espacios comunes, acceso de invitados y gastos adicionales, se debe consultar explícitamente previo a decidir, con el fin de verificar si concuerda con lo esperado o necesario por la familia y el estudiante, y para evitar sorpresas desagradables posteriormente. "También es conveniente consultar qué ocurre con enero y febrero, pues en general las clases ya han terminado, pero para los estudiantes resulta incómodo estar trasladando sus cosas personales todos los veranos, por lo que se puede llegar a un acuerdo antes definiendo la continuidad del acuerdo", finaliza la experta.