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Blockchain, criptomonedas y gestión

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El surgimiento de las criptomonedas ha suscitado un gran interés en el mercado, tanto por sus fines especulativos como comerciales. Pero más allá de su auge, es conveniente reparar en las tecnologías que las soportan y sus implicancias para la gestión. Blockchain es una tecnología que además de alojar a las criptomonedas, permite una transferencia anónima de datos digitales, sin intermediarios, con una codificación de alta seguridad.

Las operaciones se realizan en una red distribuida conformada por nodos que poseen copia de los bloques de datos de los demás nodos que se actualizan en tiempo real. Basta con que un nodo posea información para que la red esté a salvo. Blockchain es una cadena de datos en los que cada bloque constituye una transacción inmodificable, que se une a la anterior (y a la próxima) a través de un código que recibe el nombre de "hash". Los nodos que conforman esta red distribuida validan las operaciones mediante un proceso de minado de datos que exigen del acuerdo de los nodos para validarla.

Las aplicaciones de Blockchain permiten la generación de contratos inteligentes y su introducción en áreas como la administración pública, registro de propiedades (ya habilitado en Dubai, Georgia, India, Suecia y Ucrania), propiedad intelectual, gestión de la salud, contratos, transacciones financieras, voto electrónico seguro e Internet de las Cosas (IOT), entre otras.

Así como las criptomonedas generan una nueva forma de operar financiera y económicamente, Blockchain viene a instalar una nueva modalidad de administrar, provocando que la centralización del poder se diluya hacia un empoderamiento distribuido y permitiendo una gestión más transparente y justa.

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Sentir sed es una señal de deshidratación que es muy importante atender a tiempo

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Hidratarse no es sólo una acción para refrescar los calurosos días, sino que es fundamental para mantener el correcto funcionamiento del organismo y un buen estado de salud.

De hecho, el cuerpo está compuesto en cerca de un 80% de agua y su definición como vital elemento no es poesía, pues es primordial para que ocurran un sinfín de procesos esenciales para la vida que van desde el transporte de nutrientes hasta la regulación de la temperatura y eliminación de desechos.

Y así como el organismo utiliza este fluido, en su natural funcionamiento lo va perdiendo, por ejemplo en el sudor u orina. De ahí la importancia de beber líquidos y ayudar al cuerpo a mantener su homeostasis, porque cuando el agua no está en los niveles necesarios se puede producir deshidratación y esto conducir a serios efectos.

ALTAS TEMPERATURAS

Sylvia Fierro, académica de Enfermería de la Universidad San Sebastián de Concepción, detalla que las causas de deshidratación son la ingesta de líquidos menor a la requerida o una pérdida aumentada de agua. Sobre esto, cuenta que vómitos, diarrea, fiebre, ejercicio intenso, aumento de diuresis (secreción de orina) -puede ser provocada por patologías, ciertos fármacos e incluso algunos alimentos-, provocan el aumento de pérdida de líquido corporal.

También se relaciona con la eliminación de electrolitos como sodio, cloro y potasio, muy importantes para todas las funciones de los sistemas, y que justamente se pierden en el sudor, vómitos y diarrea.

En ese sentido, un punto al que se debe poner atención según plantea la enfermera, es que en la época estival el riesgo de deshidratación aumenta. "El calor y la disminución de la humedad ambiental son factores que contribuyen a la pérdida de agua corporal. Se puede producir deshidratación si no se mantiene una buena hidratación, y si se acompaña de ejercicio el riesgo aumenta", advierte Fierro.

Además, el calor puede afectar la inocuidad de los alimentos y es por ello que en verano son habituales los cuadros de intoxicaciones por consumo de productos en mal estado, donde los síntomas comunes son vómitos y diarreas.

OJO CON LOS RIESGOS

Las complicaciones que un cuadro de deshidratación puede producir son múltiples y varían en gravedad. "Se puede producir desde calambres, agotamiento, problemas renales, convulsión y compromiso de consciencia, hasta un shock. Ésta es la complicación más grave, en la que los mecanismos compensatorios se hacen insuficientes y aparece hipotensión arterial, inconsciencia y otros signos relacionados con la disminución del oxígeno y nutrientes que llegan a las células del organismo", explica Sylvia Fierro.

Por ello hay que estar consciente de la importancia de mantenerse hidratado y saber que siempre la sensación de sed es un llamado del cuerpo que no se puede desatender, pues es un signo de deshidratación y lo ideal es beber líquido antes que ésta aparezca, recalca.

Sylvia Fierro añade que las alertas de falta de agua varían según edad y grado de deshidratación, que puede ser leve, moderado o severo. "En lactantes y niños, los signos son boca y lengua secas, llanto sin lágrimas, ojos hundidos, disminución de la orina -indicador es no mojar los pañales con la frecuencia habitual durante tres horas e irritabilidad", advierte. Para los adultos, en tanto, describe sed intensa, mucosas secas especialmente en la boca, micción menos frecuente, orina de color oscuro, fatiga, mareos y confusión.

Especifica que niños y adultos mayores están en mayor riesgo de deshidratarse, ya que sus mecanismos fisiológicos son insuficientes para compensar el desequilibrio entre ingesta y pérdida de agua, advirtiendo que los adultos mayores pierden la sensación de sed.

Otra población de riesgo son los deportistas y todo quien se exponga al calor o realice actividades como caminatas y excursiones, que deben aumentar su consumo de agua.

REPONER LÍQUIDOS

Para evitar el riesgo de deshidratarse, la enfermera sostiene que lo primordial es asegurar la ingesta de agua necesaria. En el caso de los lactantes esto es a través del consumo indicado de leche. "En la población general, por regla se dice que un adulto debería beber 30 ml de agua por kilo de peso corporal al día, sin considerar las sopas y otras bebidas que contienen aditivos como sal y azúcar", manifiesta. Así, una de las recomendaciones más ampliamente difundidas es ingerir 2 a 3 litros de líquidos diarios, requerimiento que fácilmente puede aumentar por el calor o actividades.

Aclara que lo más recomendable es reponer el agua en forma de agua potable, en consumo que debe ser constante en el día, y que si se escoge embotellada debe ser sin gas. Buena idea es saborizar el agua natural con trozos de fruta, jengibre o menta, por ejemplo.

Por último, comenta que existen productos que poco contribuyen a la hidratación. "Las bebidas alcohólicas y el café pueden producir deshidratación por los elementos que los componen, y el té debería ser consumido sin azúcar. Además, la ingesta de alimentos con alto contenido de sodio como papas fritas o frutos secos con sal, aumentan los requerimientos de agua a nivel corporal", finaliza Fierro.

Vacaciones: oportunidad para propiciar aprendizaje activo

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Luego de varios meses de actividades y responsabilidades, las vacaciones vienen a ser un respiro, una renovación de energías, donde lo primordial es descansar y disfrutar del tiempo libre. Esto es algo que saben tanto adultos como niños y adolescentes, pero lo cierto es que saber aprovechar el periodo vacacional en casa es también importante, especialmente con los más pequeños en lo que se refiere a verlo como una oportunidad para que sigan aprendiendo.

Es por ello que Claudia Figueroa, académica de la Escuela de Fonoaudiología de la Universidad Andrés Bello, afirma que estar de vacaciones está lejos de significar "hacer nada" o de dar libertad completa a los hijos en sus actividades, sino que lo importante es estar junto a ellos y así promover aprendizajes activos y divertidos. Los niños, apunta, "son una fuente constante de ideas que si no están bien conducidas, pueden hacer estragos en casa".

Cuenta que existen distintas acciones que pueden seguir los padres o adultos a cargo para conducir adecuadamente no sólo las ideas, sino también energía y favorecer el desarrollo integral de los niños.

ORGANIZAR Y CREAR

Lo primero es programar y ordenar las actividades diarias, permitiendo que los niños tengan el rol de elegir entre varias posibilidades. Si bien puede existir espacio para la improvisación, la fonoaudióloga dice que tener un plan ayuda a detectar las opciones que puedan surgir para cambiarlo y contribuye a la regulación de los niños.

Figueroa aclara, además, que las actividades más simples pueden resultar las más atractivas para los pequeños. Es así que invitar a un amigo a casa puede ser mucho mejor que ir a un gran lugar de entretención. "La menor cantidad de estímulos o buscar lugares más guiados en la actividad, propicia niños más organizados y propositivos en el aprendizaje", afirma.

Otra buena idea es crear situaciones o proyectos entretenidos, como crear objetos o juegos con materiales reciclados. Este tipo de instancias, detalla, fomenta la creatividad, concentración y motivación, tres ingredientes básicos para todo tipo de aprendizaje.

Añade que cocinar es otra actividades que resulta sumamente motivadora, tanto para los más pequeños como para los adultos, quienes siempre deben guiar y proteger a los niños en los espacios y los pasos necesarios. Elegir juntos una receta, comprar los ingredientes y luego elaborarla contribuye a la anticipación, organización y ejecución de pasos, plantea la experta, tal como se requiere a nivel escolar para responder una prueba, por ejemplo.

Por último, destaca que ir relatando todas las acciones, solicitar sugerencias o comentar en todo momento va promoviendo las habilidades verbales propias a la entrega de conocimientos y su comprensión. Es por ello que ir verbalizando siempre y ser lo más claro posible en esta tarea.