Hospital Regional proyecta realizar trasplante de donantes cruzados
El Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción registra 81 personas que esperan ser trasplantadas de riñón, ya sea por un acto de bondad de una familia que perdió a un ser querido (donante cadáver) o por la iniciativa de una persona en beneficio de un pariente suyo (donante vivo).
El problema para estos pacientes, que en algunos casos llevan más de una década esperando un órgano, radica en que en Chile la donación de las familias de personas fallecidas es baja, en promedio es un 50% el que descarta hacerlo. También porque en muchos casos los padres, madres o hermanos que quieren entregar un riñón no tienen compatibilidad con el receptor.
Es en ese escenario que el Hospital Regional buscará incorporarse durante este año el "Programa donante altruista no relacionado (donante cruzado)", a fin de aumentar las posibilidades para que un requeriente reciba un órgano.
CUMPLE REQUISITOS
La médico nefróloga y encargada del Programa Donante Vivo Renal del Hospital Regional, Alicia Fernández, expuso que esta iniciativa se podría llevar adelante porque el recinto asistencial cumple con los requisitos que contempla la Ley de Donación Cruzada de Órganos Entre Vivos, aprobada en 2017. Esta acción antes estaba prohibida en Chile.
"Nos piden como requisito tener un mínimo de cinco trasplantes vivos realizados y el Regional lo cumple. El año pasado hicimos nueve trasplantes", expuso la médico nefróloga.
Otro requisito que el Guillermo Grant cumple es el de tener un programa de donante vivo vigente. El recinto reactivó esa instancia en 2015 -año que hizo cuatro procedimientos- y para 2018 ya programó 12 trasplantes de este tipo, el cual consiste en una donación de parte de una persona en favor de un consanguíneo.
Hoy los protocolos que deberán desarrollar los hospitales que se incluyan en el programa se encuentran en análisis de la Contraloría, por lo que en los próximos meses deben ser visados.
EN QUÉ CONSISTE
Pero, ¿qué se es la donación cruzada? Al igual que el donante vivo, el órgano donado corresponde a una persona viva, pero no proviene de un familiar sino que de un paciente sin un vínculo de sangre.
Eso ocurre porque a veces las parejas de parientes (donante-receptor) no son compatibles, pero al existir la voluntad de donar para salvar a su familiar, la donación cruzada permite encontrar la coincidencia en otra pareja que está en la misma situación.
"Es decir, que la pareja (donante) de uno es compatible con el paciente enfermo de otro. No son familiares, pero son dos parejas que tienen compatibilidad cruzada y, por lo tanto, cada uno le da el riñón al familiar del otro", explicó la encargada del Programa Donante Vivo Renal del Hospital Regional.
Fernández aclaró que debe haber compatibilidad entre ambas parejas de forma cruzada, si no la hay, no se puede desarrollar la donación. En esos casos se sigue la búsqueda de otra pareja con la que si exista esta coincidencia que permite el trasplante.
La enfermera a cargo, Karina Arias, comentó que para este programa, como para el de donante vivo, no será necesario estar en la lista de espera, como sí es obligación en el trasplante de donante cadáver. Los pacientes pueden estar en ambos programas.
"Hay más posibilidades. Pueden estar haciéndose los exámenes para donante vivo y en el proceso te pueden llamar para un donante cadáver", contó la profesional del Hospital Regional.
En promedio, el estudio de un paciente que busca compatibilidad con un donante vivo puede tardar hasta seis meses. Incluso puede llegar a los nueve meses si se detectan complejidades.
"El 2017 el promedio de los estudios fue de cinco meses", detalló la médico nefróloga.
Pese a que la encargada del Programa Donante Vivo Renal del Hospital Regional sostuvo que es difícil determinar el impacto que tendrá la iniciativa en las cifras de trasplantes nacionales, vaticina que a nivel local deberían aumentar. "Si tuvimos este año nueve trasplante de donante vivo, probablemente podamos tener un 30% más de parejas trasplantadas exitosamente", declaró Fernández.
Especificó que todo eso dependerá de cómo se desarrolle la logística entre los centros que se incorporen el programa, ya que los protocolos clínicos serían similares a los que se desarrollan en el donante vivo.
PACIENTES
Arlette Hernández (34) lleva más de 20 años dializándose. En 1999 tuvo la opción de trasplante pero no funcionó debido a problemas en el procedimiento, lo que provocó que el órgano no funcionará.
Desde ese momento, ha estado entrando y saliendo de la lista de espera debido a diversos problemas de salud que ha tenido. Es por eso que ve lejos que esta sea una opción para ella, sin embargo, cree que si lo será para personas que llevan menos tiempo en diálisis y que tengan la opción de que un familiar les quiera donar, pero que debido a que son incompatibles, no lo puedan hacer.
"La donación cruzada es una buena opción, pero debe haber un real compromiso del hospital, ya que puede ser muy esperanzadora, pero hay que hacer el trabajo bien hecho", contó la paciente, asegurando que el recinto asistencial debe informar adecuadamente, ya que muchas veces las personas en diálisis no la reciben de forma adecuada.
Para María Silva (56) su opción es de un donante cadáver, de hecho está a la espera, sin embargo también cree que la donación cruzada permitirá salvar vidas de personas que requieren de forma urgente un riñón.
"En los años que llevo en diálisis he visto morir a mucha gente esperando un riñón. Ese programa abre la opción para más trasplantes, porque actualmente la poca información e ignorancia hace que las familias (de personas fallecidas) no donen", expuso Silva, quien lleva 19 años dializándose en el Hospital Las Higueras.