Emprendimiento local busca rescatar antiguo oficio de ebanista
Un taller en su casa y varias horas de concentración es todo lo que necesita la emprendedora local Jocelin Varela (32), quien desde hace siete años se dedica a la elaboración de muebles y utensilios de alta duración y calidad, los que fabrica con nobles materias primas como son las maderas nativas o procesadas. Su idea, explica, es diferenciarse mediante el ejercicio de la carpintería sustentable y de estilo vanguardista.
Jo Muebles es por ahora una pequeña fábrica ubicada en San Pedro de la Paz, pero es conocida en el Gran Concepción por su artículo más emblemático, la Jotabla. Su dueña es una joven carpintera, hija del ya retirado ebanista José Varela, quien se dedicó al rubro por más de 40 años.
apuesta al reciclado
Esta herencia familiar ha permitido que Jocelin posea un profundo dominio técnico, que le permitió iniciar hace cuatro años su emprendimiento y, que hoy se materializa en muebles elaborados en maderas nativas como roble, lenga, raulí, mañío y aromo.
La carpintera explica que si bien existe actualmente una amplia oferta de artículos de este tipo, los suyos se diferencian por su durabilidad y enfoque sustentable, ya que las materias primas empleadas en la fabricación son obtenidas generalmente de pilas industriales recicladas o en desuso.
"Trato de trabajar con madera de quinta o sexta mano, que es la de descarte. De esa forma, puedo cuidar el medioambiente con la selección, y luego con el empleo de sellantes biodegradables", sustuvo.
Más valor agregado
Las Jotablas consisten en láminas de picado como las que se utilizan en normalmente en las cocinas, con la diferencia que las fabricadas por Varela poseen una mayor duración y resistencia al agua, al estar elaboradas en base a madera nativa.
Este último utensilio ha generado el mayor interés en los consumidores, debido a sus llamativas terminaciones y a su bajo valor, que parte de los $10 mil.
Dichos criterios, según la emprendedora, también han sido aplicados a la fabricación de muebles, los que además de incluir madera nativa, pueden emplear también otros materiales más baratos, como lo son el pino y el terciado. Esto, explica, no sólo permite aprovechar los materiales descartados por la industria, sino que también transformarlos en productos competitivos con una alta duración y valor agregado.
Enfoque tradicional
El rubro de la carpintería posee una participación de menos de un 2% de mujeres en la Región, según cifras del Observatorio Laboral Biobío. Ello, según Varela, fue un problema para su inserción, ya que los clientes se mostrabanreacios en un principio ante sus trabajos.
No obstante, a cuatro años de su inicio de actividades, cuenta el tema ha cambiado, y que incluso ha recibido felicitaciones de destacados ebanistas como Sebastián Mateu, quien hoy dicta clases en Suecia sobre este tema.
En ese sentido, la joven carpintera enfatiza que una de sus metas es rescatar la perdida tradición de la ebanistería, y reposicionarla en la zona. Para esto, espera capacitarse en academias especializadas, con el objetivo de desarrollar nuevas técnicas que puedan ser interesantes para el mercado.
Adicionalmente, a mediano plazo sus planes son cambiar de taller, contratar a algunos ayudantes, y adquirir más maquinaria, para así reducir los tiempos de entrega de cada pedido.
Al respecto, Varela añadió que "sé de gente que puede armar muebles hermosos en media hora, pero yo no puedo, porque no poseo los equipos necesarios. Todo lo que hago es relativamente artesanal, y eso toma bastantes días".
Varela adelantó además que pronto lanzará su sitio web, el que espera que le ayude a aumentar sus ventas, difusión, y número de clientes.