El Papa apela en Año Nuevo a la protección de refugiados y migrantes
El Papa Francisco pidió ayer en El Vaticano, en su primera misa del año en la Basílica de San Pedro, que se garantice la paz de los inmigrantes y refugiados y apeló para ello a las instituciones civiles, educativas, asistenciales y religiosas.
A pocos días de arribar al país para una visita apostólica y de Estado, en la que la migración será uno de los temas centrales, el Pontífice dedicó la homilía a destacar el papel de la Virgen María en la misa dedicada a ella en un día en el que la Iglesia Católica celebra la 51 Jornada Mundial de la Paz, que se fijó en esta ocasión en la situación de los inmigrantes y de los refugiados.
Y a ellos aludió tras el acto en la basílica vaticana después del rezo del Ángelus ante miles de personas congregadas en la Plaza de san Pedro.
El Papa pidió entonces que se garantice a refugiados e inmigrantes un "futuro de paz" y recordó a los que "están dispuestos a arriesgar la vida en un viaje que en gran parte de los casos es largo y peligroso".
compromiso conjunto
"No apaguemos la esperanza en su corazón; no sofoquemos sus esperanzas de paz. Es importante que de parte de todos, instituciones civiles, realidades educativas, asistenciales y eclesiales, haya un esfuerzo por garantizar a los refugiados, a los inmigrantes, a todos, un futuro de paz", dijo el Papa.
El Jefe de Estado abogó por un "mundo más solidario y acogedor" y dijo que se quería hacer eco "de nuestros hermanos que invocan para su futuro (de los inmigrantes y refugiados) un futuro de paz".
El Papa difundió en noviembre el mensaje para esta Jornada Mundial de la Paz, en el que se muestra contrario a quienes incitan al miedo a los inmigrantes a veces con fines políticos, pues crean solo racismo y violencia.
"Los que fomentan el miedo hacia los inmigrantes, en ocasiones con fines políticos (...) siembran violencia, discriminación racial y xenofobia, que son fuente de gran preocupación", escribió el Pontífice en ese mensaje.