Durante los últimos años, el nivel de movilizaciones estudiantiles en la zona ha decaído considerablemente respecto a procesos como la revolución pingüina en 2006 y la movilización revolución universitaria de 2011, ambos procesos impulsados desde la Región del Biobío y que permearon en profundos cambios al sistema educacional.
Esta reflexión la comparten los dirigentes estudiantiles de las casas de estudios locales, quienes admiten que la falta de confianza en la política y otras organizaciones ha impedido impulsar banderas de lucha y posicionarlos como un actor protagónico en las discusiones legislativas.
Sin embargo, 2018 podría ser el año en que esta situación cambie, considerando una serie de elementos encabezados por el cambio de gobierno, liderado desde marzo por Sebastián Piñera, y el temor de retrotraer avances como la gratuidad, que beneficia a 37 mil estudiantes de Educación Superior en la zona.
Desde ya los dirigentes de federaciones advierten que estarán atentos a las políticas educacionales y no descartaron salir a las calles.
CAMBIO DE ESCENARIO
Mario Tapia, reelecto presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Santa María sede Concepción (Feutfsm) y vocero Confech zonal sur, planteó que "para cualquier estudiante el análisis debe ser el mismo. Se vienen años complicados con bastantes disputas, donde tenemos que defender los pocos avances conseguidos en materia educacional, donde la Nueva Mayoría intentó posicionar la educación como un derecho social, pero manteniendo lógicas mercantilistas".
Añadió que "las banderas de profundización de reformas cambian en este nuevo contexto. La Confech ya calificó a este gobierno como un retroceso; es irrisorio decir que Piñera cree que la educación no es un bien de consumo".
Rodrigo Castillo, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC), dijo que "preocupa lo que pueda ocurrir con la llegada de Piñera al gobierno. Si bien no se han logrado grandes avances, este cambio puede significar un giro en la discusión que se ha tenido en los últimos años en todos los niveles educacionales".
En esa línea recordó que "participantes de su campaña ya señalaron que buscan restaurar el copago. Si lo llevamos a la educación superior, nos permite dudar si habrá cambios con la gratuidad, fortalecimiento de la educación pública y otros. Dice que aumentará la gratuidad a estudiantes técnico profesionales, pero no aborda cómo el Estado se hará cargo de las necesidades que tiene este sector del sistema educacional", complementó.
SALIR A LAS CALLES
Uno de los puntos en el que coinciden los dirigentes estudiantiles de la zona tiene que ver con la forma en que se abordará una nueva relación con el gobierno de Sebastián Piñera.
Mario Tapia explicó que se deben "analizar las posturas del Cruch y del Gobierno. El primer año buscará ser más de calma e instalación. Pero lo más probable es que suframos un estancamiento en un número importantes de reformas, con financiamiento a universidades de dudosa calidad".
El presidente de la Feutfsm también cree que "tenemos que jugar un papel importante como estudiantes y movimiento social. En 2011 ya tuvimos un gobierno de derecha con Sebastián Piñera a la cabeza. Que la lógica de esos años no se repita, y que existan canales de diálogo con el gobierno. Si no existen, amerita que nos organicemos para volver a salir a las calles".
Su par de la UdeC, Rodrigo Castillo, dijo que "si bien no han habido espacios de discusión tras la segunda vuelta, se vuelve clave analizar los escenarios en que te van poniendo. Hay que reactivar en muchos espacios los niveles de participación y organización, muy debilitado en los últimos años. Un cambio de escenario dependerá de qué tan profundos sean los cambios en políticas de educación superior".
Añadió que "sería torpe si se enfrenta a cambios rápidos, porque se generará un rechazo rotundo. O pasará lo mismo que en 2011, cuando se esperó y el ministro de la época, Joaquín Lavín, intentó impulsar reformas y desde allí, junto a otros factores, se levantó el movimiento universitario".
BANCADA A FAVOR
Ambos dirigentes manifestaron cercanía con distintas facciones del Frente Amplio, coincidiendo en la Unión Nacional Estudiantil y demostrando cercanía con facciones como Nueva Democracia. Por ello, tanto Castillo como Tapia ven con buenos ojos el rol que pueda jugar la bancada parlamentaria del Frente Amplio.
El presidente de la Feutfsm dijo que "los estudiantes deben entender que se debe hacer política. Y esa política se debe hacer en los mecanismos institucionales y el que tenemos hoy son los 20 parlamentarios que nacen desde la base social y representan al Frente Amplio. Antes teníamos otro tipo de representación, pero sin incidir. El contexto cambia y tenemos una bancada que esperamos represente lo que el movimiento estudiantil desea".
El presidente de la FEC planteó que "el escenario cambió y la bancada debiese estar cercana a los movimientos sociales. Al menos ya lo hacen en su programa. La inteligencia y articulación del movimiento estudiantil será clave para detener las contrarreformas. Lo que no se detenga en el parlamento se detendrá en las calles, de eso el movimiento estudiantil sabe y ha dado clases en los últimos año".