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Michaihue cuenta con nueva plaza sustentable

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"Hemos finalizado un proceso que fue largo. Esta era un plaza abandonada, donde estaban tirando escombros y cosas que se veían feas, y tenemos el antes y el después. Ahora está linda y todos los vecinos merecemos cuidarla", comentó Juana Muñoz, presidenta de la Junta de Vecinos La Estrella de Michaihue, tras la recuperación de una plaza que se encontraba abandonada en el sector sampedrino.

Se trató de un trabajo que duró aproximadamente ocho meses y que se ejecutó a través del programa Mi Barrio Sustentable, una iniciativa de Essbio y que se coordinó en conjunto con la Junta de Vecinos del sector.

El alcalde Audito Retamal indicó al respecto que "aquí había tristeza, porque hace algunos meses atrás este era un lugar triste y oscuro. Nos hemos puesto de acuerdo con Essbio para mejorar el sistema de riego para que esto no sea una flor de un día, de tal manera que se mantenga por mucho tiempo más, ya que es una parte importante de la vida del barrio".

El programa Mi Barrio Sustentable lleva cinco años de ejecución y quienes participan logran generar un ahorro promedio en su cuenta de agua de un 23%. Todo esto, a través del aprendizaje conseguido en talleres.

"Las políticas públicas del Gobierno fueron un componente de la derrota"

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Tras una semana de haberse realizado la segunda vuelta presidencial y con un análisis más decantado de los resultados, el diputado demócrata cristiano Jorge Sabag es crítico del rol que cumplió el Gobierno en la derrota de Alejandro Guillier ante Sebastián Piñera por nueve puntos porcentuales. Esto, pese a que siempre se pensó que la pelea sería voto a voto.

El parlamentario que pertenece a la línea de Carolina Goic y difiera de la opinión de los Ortiz al interior de su colectividad, recalca que la Nueva Mayoría no era una coalición política, sino que un acuerdo programático para Michelle Bachelet y que, por lo tanto, se termina el próximo 11 marzo. Por lo mismo, ahora su partido deberá entrar en un periodo de reflexión sobre los futuros acuerdos que lograrán y que -al menos en el Congreso- aún le dan posibilidad de negociar con sus 14 diputados electos a nivel nacional.

-Creo que la señal que envía el electorado es fuerte y clara, hay que saber leerla. Aquí creo que claramente el centro político votó por Piñera porque se asustó con estas banderas de izquierda que levantó la Nueva Mayoría. También se despertó un león que estaba dormido, que es el pueblo evangélico, por la agenda valórica del Gobierno y que yo siempre contradije. No solamente era en sí mismo equivocado, también era un error político. Pero la Presidenta se empecinó en ponerlo y en continuar el debate.

-Sí, porque ¿cómo explicas que Piñera haya ganado en Lota y en Coronel, comunas que son tradicionalmente de izquierda? Fíjate que el diputado Fidel Espinoza, presidente de la Cámara, me reconoció que nosotros hemos menospreciado al pueblo evangélico, no se han tomado en cuenta sus valores ni sus ideas.

Ese es un componente de la derrota, la otra -ciertamente- son las políticas públicas que han llevado el Gobierno, por ejemplo, a quitarle los patines a los que van más rápido.

-Las dos cosas. Aquí se hicieron cosas muy buenas, como la gratuidad en la educación superior, pero otras no, como la reforma al Código de Aguas. El mundo agrícola se asustó de perder el dominio de las aguas y votó por Piñera.

Entonces, muchos le echan la culpa a la DC por lo que no se hizo en las últimas tres semanas, pero las razones hay que buscarlas en lo que se hizo en los últimos cuatro años.

-No se le puede endosar la responsabilidad de perder una elección porque no maneja la ejecución del programa de Gobierno. Rodrigo Díaz, desde el punto de vista del desarrollo regional, fue un tremendo aporte, transversal, apoyó a todas las comunas de la Región.

-La Nueva Mayoría nunca fue una coalición de Gobierno, fue simplemente un pacto político programático. Programa que, la verdad, se hizo entre cuatro paredes y que incluso nosotros hicimos una reserva en materia de aborto y ¿después qué hicieron? Dijeron que éramos traidores, que nos oponíamos al programa de Gobierno. Cuando habíamos dejado expresa nuestra reserva, nos lo impusieron. Cuando estás 6 contra 1 es poco lo que puedes modificar.

-Es la reflexión que está viendo nuestro partido sobre nuestra posición a futuro. Nos hemos definido como de oposición a Piñera, pero lo vamos a hacer de forma responsable, no destructiva.

QUIEBRES INTERNOS

-Si íbamos a primarias, sabíamos que ganaba Guillier y eso habría hecho seguramente que esta elección fuera un poco más estrecha, pero -a mi juicio- no habría revertido el resultado.

-No, creo que era lo que la Democracia Cristiana tenía que hacer y esto se decidió en una Junta Nacional y se ganó 63 contra 37. En ese conglomerado que estaba gobernando, era imposible seguir de esa manera.

-Simplemente se ha hecho visible una diferencia que siempre ha habido en el partido, hay personas con una visión más de izquierda y otros más de centro, pero es una fractura que siempre ha estado. Nosotros tomamos una decisión que sabíamos que era una travesía por el desierto, que íbamos a perder diputados, pero hay que hacerlo con la bandera en alto.

El país no iba en buen camino y la demostración de ello es que no ha crecido como se esperaba y eso pone en riesgo las políticas públicas porque estamos aumentando el endeudamiento de Chile.

-Sólo el tiempo y el manejo político nuestro nos va a dar la razón sobre si era necesario. Nuestra idea no era ser avasallados por la izquierda, donde ellos ponen la idea y nosotros los votos. No era el camino, ese siglo ya se cumplió.

-Fue un gobierno que va a dejar un legado en la gratuidad de la educación, pero que se valorará en el largo plazo. Eso sí, se cometieron errores garrafales al no entender las claves de cómo se mueve el Chile de hoy y dejarse llevar por el lobby de las minorías.

-Con Bachelet se cumplió un ciclo de grandes líderes de centroizquierda. Creo que hoy estamos huérfanos de liderazgos, quien podría haber enfrentado adecuadamente a Piñera era Ricardo Lagos, pero lo ningunearon en su propio partido.

Piñera aprovechó hábilmente las indefiniciones de Guillier al no condenar las dictaduras de Maduro y de los Castro.