Carácter de los gatos los hacen gran opción para tercera edad
Compañía y cariño es parte de la valiosa entrega que las mascotas dan. De hecho, tal es el impacto positivo que se ha comprobado del vínculo entre animales y personas, que muchos son utilizados con fines terapéuticos en intervenciones de distintas condiciones, principalmente relacionadas a la rehabilitación física, emocional y social.
Es por lo mismo que muchos son los expertos que recomiendan la presencia de animalitos en el hogar en toda etapa vital. Eso sí, hay unas más o menos recomendadas dependiendo la edad del dueño o integrantes de la familia. Algo en lo que se debe poner especial atención, sobre todo si quiere obsequiar una a alguien de la tercera edad, según plantea la docente de Medicina Veterinaria de la Universidad del Pacífico, Flavia Montenegro.
LA RESPONSABILIDAD
Lo primero es saber si su compañía será bienvenida. "Hay adultos mayores muy activos, independientes, viajeros y con mucha actividad social, por lo que para ellos la tenencia de animales podría significarles un cambio de vida incómodo y molesto", manifiesta.
Agrega que las mascotas requieren distintos cuidados, como la alimentación, entonces, debe ser una responsabilidad que puedan asumir y costear los adultos mayores durante toda la vida del animal, que podría superar los 17 en perros pequeños y medianos, y 20 en gatos.
ASPECTOS PARA ELEGIR
Aclarado lo anterior, otra duda es saber si será mejor un perro o gato; balanza que según Montenegro se inclina por los mininos para personas mayores de 70 años e incluso quienes están en estados de reposo o postradas. "Los gatos, en general, son altamente independientes, cariñosos y suaves. Por lejos, su mejor panorama es estar acostado regaloneando por horas con su dueño; no requiere paseos. En relación a sus cuidados básicos, basta con su ración de alimento diario, agua fresca disponible en varios lugares y cajas de arena limpia en sitios bien ventilados", detalla la médico veterinaria.
Los canes, en tanto, requieren múltiples cuidados y son demandantes en juegos y actividades al aire libre. Por esta razón, la profesional sostiene que para los abuelos los perros no deben ser de gran tamaño ni deportivos, por comodidad y seguridad. "Sacar a pasear a un perro con mucha fuerza puede ocasionar accidentes como caídas, que pueden ser bastante graves. Además, un perro de fenotipo predispuesto al ejercicio podría ser muy demandante de actividad física (imposible de cubrir) y resultaría en alteraciones conductuales complejas, como el trastorno de ansiedad generalizada, que puede derivar en conductas estereotipadas y trastornos obsesivo compulsivos, entre otras", asegura.
Por último, afirma que comenzar la crianza de un animal podría ser agotador para un adulto mayor, destacando que lo ideal será una mascota de edad media o avanzada (2 o más años). "De esta manera se saltan la etapa más demandante de cuidados neonatales o de párvulo. Además, el animal doméstico de esa edad posee un carácter mucho más definido y es posible saber si son compatibles o si cumple con las expectativas de quien se hará cargo", finaliza.