Hace 11 años que la organización Tsonami, de Valparaíso, fomenta y difunde las artes sonoras contemporáneas de Chile y el mundo. Para la nueva versión del evento del mismo nombre, los gestores decidieron trasladar este festival internacional por primera a Concepción y así acercar experiencias de sonido a la ciudad.
Fernando Godoy, director de Tsonami, comentó que la iniciativa nació en conjunto con alumnos y profesores de la carrera de música de la Universidad Católica de Valparaíso y la U. de Valparaíso, para crear una instancia contemporánea libre y que se centrara en el sonido.
"En los últimos años el festival se ha concentrado en Valparaíso mediante la investigación del sonido, en el contexto territorial y ciudad", indicó el encargado del evento inaugurado ayer con la obra sonora "Seguimiento continuo de infinitos puntos" del compositor y traductor chileno, Sebastián Jatz, en Artistas del Acero.
Al respecto Godoy explicó que el arte del sonido es un término irregular, que no tiene más de 40 años. Consiste en una disciplina que se distingue de la música y que busca generar aproximaciones al sonido. "Existen muchas maneras de acercarse a éste. Hay artistas que trabajan con el paisaje sonoro, la grabación de los entornos y otros con el lenguaje, la tecnología, fenómenos físicos del sonido, e investigan de ciertos fenómenos. De ahí nace la idea", apuntó el productor.
Sebastián Jatz, en tanto, contó que la figura de John Cage es para él un referente importante en su obra y para la escena sonora mundial debido al quiebre radical que realizó en la música. "Es una figura importante y una fuente inagotable de inspiración e ideas", resumió.
ESCENA PENQUISTA
La mesa directiva del encuentro tuvo varias conversaciones con centros culturales de la ciudad para conocer la escena artística de la capital regional.
La colaboración y gestión con Mesa Ocho, Casa Poli y el colectivo Toda la Teoría del Universo fueron importantes para determinar la realización penquista del festival.
"Nosotros somos de regiones y Concepción cuenta mucho en común con Valparaíso, porque son ciudades que tienen una personalidad muy potente, tienen una vida cultural muy activa y, por lo tanto, se dan las condiciones para desarrollar este tipo de prácticas más experimentales", sostuvo Fernando Godoy.
El encargado de Tsonami, comentó que en esta versión participaran dos figuras relevantes de la escena sonora penquista.
Valentina Villarroel y Andrés Morales serán los encargados de representar a la ciudad en este encuentro internacional. "Antes de llegar a Concepción nos preocupamos de saber la escena artística de la ciudad y establecer ciertos lazos con los artistas locales", dijo el curador.
El festival se ha desarrollado en Valparaíso, Iquique, Ancud, Santiago, Rengo y ahora Concepción para ir descentralizando este arte.
"El concepto que surge en Europa, Estados Unidos y en países de Latinoamérica como Perú, Bolivia, Brasil y Argentina para generar experiencias sonoras (...) Con este mismo fin se pretende expandir el espectáculo internacional en Chile y que también se pueda seguir desarrollando en Concepción. Pero todo depende de las postulaciones y fondos disponibles", enfatizó Godoy.
Desde la producción explicaron que el proceso creativo consiste en trabajos posteriores y luego los artistas desarrollan sus proyectos más allá del resultado, para luego concretarse en el festival.
INTERVENCIÓN SONORA
Hasta el viernes Tsonami realizará actividades enmarcadas en talleres, conciertos, performances e intervenciones urbanas en distintos puntos culturales de la ciudad.
El taller dictado por el artista español, Víctor Mazón (los tres días), consiste en explorar la realidad electromagnética del entorno. "El público podrá conocer los sonidos imperceptibles de la vida cotidiana", dijo Godoy.
En tanto, mañana y el viernes se realizará la acción sonora "Óseo" de Esteban Agosín, en la plaza de Tribunales de Justicia.
Contó que será una intervención en el espacio público con sillas de playa, para luego invitar al público a ser parte de una experiencia del sonido de la ciudad.