Diálogo mitiga tensión de esperar puntaje PSU
El próximo 26 de diciembre muchos los jóvenes conocerán los resultados obtenidos en la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Ese día aclararán sus dudas, sabrán si la expectativa se refleja en la realidad, pondrán fin a la espera.
Es por lo mismo que el periodo entre rendir el examen y saber su resultado provoca tanto o más tensión y nerviosismo que el periodo previo éste, ya que la inquietud de saber si obtendrá los puntos suficientes para optar a la carrera que anhela es una que gran parte de los estudiantes experimentan. "La espera de algo anhelado genera sentimientos de incertidumbre, que pueden ir acompañados de angustia y ansiedad. Algunos sujetos pueden experimentar también sentimientos de temor, inseguridad o auto recriminación", explica la jefa de carrera de Psicología de la Universidad del Pacífico, Carmen Gutiérrez.
La psicóloga reconoce que la expectación no es un sentimiento grato, pero que la forma en que afecte a cada persona depende de su fortaleza emocional y de autoestima. Así, por estas semanas, son distintas las reacciones y actitudes que podrían manifestar los jóvenes que están en esta espera, las que dependerán del carácter del adolescente. "Algunos más introvertidos tenderán a presentar sintomatología ligada a lo emocional o que afecte la esfera emocional. Los más extrovertidos a manifestarse a través de la conducta y su comportamiento", comenta la psicóloga.
ACOMPAÑAR PROCESO
Considerando lo expuesto, Carmen Gutiérrez releva el papel que tienen los padres y entorno cercano para mitigar todas las sensaciones agobiantes que estén experimentando los jóvenes.
Lo primero, dice, es el apoyo del que joven debe tener certeza y los padres deben ser capaces de transmitir que están orgullosos independiente de los resultados de la PSU y que puede contar con ellos. "Esto suele ocurrir en las familias en las que hay un diálogo abierto, franco y buenas relaciones interpersonales. En las familias más estrictas o cerradas, es posible que estos jóvenes se sientan más presionados, exigidos y con menos posibilidades de ser y sentirse respaldados por sus padres", aclara.
También comenta que en la compañía y contención en el proceso es fundamental que el entorno tenga expectativas realistas en relación al posible resultado de su hijo, reconociendo su historia académica, y de esta forma orientarlo en las mejores opciones posibles de estudio superior y su proyección de futuro.
"Que haya espacios de diálogo y mayor apertura a enfrentar estos temas, expectativas, temores y sueños asociados de manera abierta y franca, es una buena manera de estar presentes y contener", finaliza.